Llega el gran clásico de la Liga ACB, un enfrentamiento que trasciende más allá del baloncesto y de la rivalidad deportiva hasta convertirse en un fenómeno social. Hablamos del Real Madrid - F.C. Barcelona, un compromiso subrayado en el calendario y que este año lleva por navidad, en las postrimerías del 2002.
Sin embargo, ni Real Madrid ni F.C. Barcelona llegan en su mejor momento a este esperado compromiso. No están jugando bien en las últimas semanas y afrontan el partido con lógicas dudas. No obstante, la situación es muy diferente para ambos equipos, ya que mientras el F.C. Barcelona es segundo en ACB y Euroliga (10-3 y 7-2) y viene de derrotar al Fórum, el Real Madrid está atravesando una situación crítica.
El conjunto blanco es quinto en la Euroliga (5-4) y octavo en la Liga ACB (7-6), pero ha sufrido en los últimas días derrotas muy dolorosas que han enardecido los ánimos de su afición. Primero fue la pobre imagen dada en Bolonia y luego la sonora derrota ante el Maccabi en el Torneo de Navidad, en el que el público protestó airadamente. Y además, este viernes el Real Madrid perdió ante el Aunacable, certificando el que es el peor balance de su historia a estas alturas y complicándose la clasificación para la Copa del Rey.
La crisis sobrevuela la casa blanca y por ello el partido tiene aun una mayor importancia, si cabe. Una derrota dejaría al Real Madrid muy tocado, posiblemente teniendo que remontar para entrar en la Copa, y a su afición muy enfadada. Por contra, un triunfo sobre el eterno rival daría alas al Real Madrid, que abandonaría la crisis, daría un paso de gigante hacia la Copa del Rey y podría respirar con tranquilidad.
Por su parte, el Barça tratará de evitar que su gran rival reviva, a la vez que buscará coger confianza y recuperar su mejor juego para conseguir una victoria que evite la fuga del Pamesa Valencia (ya ha derrotado al Manresa en su partido de la 14ª jornada) y le afiance en el segundo puesto de la tabla. Y es que las dificultades para superar a AEK y Fórum y la derrota ante Pamesa Valencia han creado un clima de incertidumbre y preocupación que el equipo quiere atajar rápidamente.
Los precedentes favorecen claramente al Real Madrid, que se ha impuesto en 46 de los 66 enfrentamientos entre ambos en la cancha blanca. Durante la década de los 90 el Barça consiguió varias victorias consecutivas pero en los últimos años el conjunto blanco ha retomado su dominio, imponiéndose en cuatro de los últimos cinco choques de la Liga Regular. Además, las dos últimas temporadas lo ha hecho de modo autoritario.
Así, el Real Madrid se impuso hace poco más de un año por 97-76 en un partido en el que fueron determinantes Zan Tabak (18 puntos y 5 rebotes) y Alberto Herreros (19), no pudiendo evitar Juan Carlos Navarro (21 puntos) la debacle blaugrana. En aquel encuentro el Real Madrid fue superior en todas las facetas del juego.
El partido de este lunes tendrá tres grandes protagonistas: Alain Digbeu, Derrick Alston y Dejan Bodiroga. Todos ellos se enfrentan a su ex equipo y seguramente estén aun más motivados por ello. Digbeu y Alston actúan en el Real Madrid tras haber jugado varias temporadas en el Barça, mientras que Dejan Bodiroga, que militó en el equipo blanco hace ya unos años, se convirtió en el fichaje estrella del conjunto blaugrana este verano.
Bodiroga, considerado el mejor jugador en Europa en la actualidad, jugará un papel muy importante en el encuentro. El Pamesa Valencia consiguió minimizar su efecto y el de la talentosa línea exterior blaugrana, y por emular a los taronjas pasan gran parte de las opciones de triunfo del Real Madrid. Por su parte, el Barcelona deberá intentar frenar a un hombre que siempre destaca en los Madrid - Barça como Alberto Herreros y, sobre todo, a Damir Mulaomerovic, de cuya capacidad para crear juego y anotar puede depender la suerte del choque.
En cuanto al juego interior, el Real Madrid tratará de utilizar la movilidad y calidad de Derrick Alston, uno de los hombres más en forma del equipo, para desestabilizar a los pívots blaugranas, más fuertes y pesados, bazas que intentarán imponer para dominar el rebote defensivo y causar problemas en ataque. El papel de Roberto Dueñas se antoja fundamental.
Pablo Malo de Molina
ACB.COM