Ocurrió un 29 de febrero de 2004, bisiesto, como el año actual. Aquel día del que van a cumplirse dos décadas, los asistentes al pabellón de la Universidad de Arquitectura de Sevilla vieron a un niño irreverente, genio como ninguno, levantar el MVP de la entonces llamada 'Mini Copa' tras una exhibición de principio a fin.
Antes de que el nombre de guerra 'Ricky' inundara páginas deportivas y libretas de ojeadores de medio mundo, Ricard Rubio se coronó como el mejor jugador de la primera edición del torneo, con números de fantasía: 28 puntos y 45 de valoración (¡en 14 minutos!) en el estreno contra Manresa, 30 puntos, 8 rebotes, 8 recuperaciones y 48 de valoración (esta vez, en 21 minutos) en la siguiente cita contra el Estu, un pequeño respiro contra Valencia (6 puntos, 5 rebotes) y una final acorde a su leyenda incipiente contra el Barça: 19 puntos, 10 recuperaciones, 6 rebotes y 27 de valoración.
Tras acabar la primera 'Mini Copa' como máximo anotador (20,8) y jugador más valorado (31,3), el pequeño Ricard mantenía los pies en el suelo, como si ni él mismo se creyera todo lo que le tenía deparado el futuro: "Han sido buenos números, sí, pero ha sido gracias al trabajo de todos. Gracias a mis compañeros he podido jugar bien".
Desde luego, el primer MVP de la historia del torneo ponía el listón muy alto, pero en aquel febrero de 2004 la leyenda no había hecho más que comenzar. En un repaso histórico a los ilustres de la competición, hay de todo: jugadores que llegaron, jugadores que no y a los que nadie le podrá quitar jamás ese honor, partidos para el recuerdo o, simplemente, el primer paso a la gloria antes de alcanzar el mundo profesional.
Año | MVP | Equipo |
---|---|---|
2004 | Ricky Rubio | Joventut |
2005 | Rafael Barbosa | Barça |
2006 | Michel Acosta | Barça |
2007 | Daniel Martínez | Barça |
2008 | Gerard Colomé | Barça |
2009 | Agustí Sans | Joventut |
2010 | Marc Bauzá | Joventut |
2011 | Albert Real | Joventut |
2012 | Pol Vives | Barça |
2013 | Luka Doncic | Real Madrid |
2014 | Tomas Balciunas | Real Madrid |
2015 | Kareem Queeley | Real Madrid |
2016 | Usman Garuba | Real Madrid |
2017 | Konstantin Kostadinov | Real Madrid |
2018 | Juan Núñez | Real Madrid |
2019 | Kaya Mutambirwa | Real Madrid |
2020 | Ousmane Alpha | Barça |
2021 | (No se disputó) | - |
2022 | Felipe Quiñones | Real Madrid |
2023 | Mahamadou Landoure | Real Madrid |
En 2005 tomó el testigo Rafa Barbosa, jugador del Barça. Su historia era de lo más especial. Nacido en Brasil, llevaba poco más de un año jugando al baloncesto. De orígenes muy humildes, acababa de aterrizar en Barcelona junto a su madre, hermano y tío. Un jugador de la cantera blaugrana avisó a su entrenador de que, en clase, había un chico muy alto (1,87 a sus 13 años) y el conjunto catalán le hizo una prueba, pese a que él se sentía más cómodo con el balón en los pies.
Meses después, había aprendido a jugar al basket hasta el punto de ser el máximo anotador de la final ganada por los suyos al Real Madrid (11 puntos) y llevarse el MVP a casa tras ser el héroe barcelonista. Una historia de película.
Comenzaba una era de dominio blaugrana en la ya conocida como 'Minicopa'. En 2006 el MVP pasó a manos de Michel Acosta, tras ser el líder de la gran remontada de los catalanes ante el Valencia Basket en la final. Al año siguiente tomó el testigo Daniel Martínez, que con 20 puntos en la final (10 de ellos seguidos para darle la vuelta al partido) le quitó ese honor al madridista Jaime Fernández y en 2008 el galardón se lo llevó Gerard Colomé. El hoy agente de jugadores eclipsó con un torneo redondo desde el primer partido hasta la final a jugadores como Alberto Díaz, Darío Brizuela, Miquel Salvó, Oriol Paulí o Josep Pérez.
Tras cuatro años de MVPs barcelonistas, en 2009 comenzó la era verdinegra de la mano de Agustí Sans. Lo del balear, que llegó a jugar 5 partidos en Liga Endesa con la Penya y que hoy sigue dando guerra en LEB Oro con el Grupo Alega Cantabria, también fue muy curioso. Fue invitado por el Joventut y, tras su gran torneo y explosión en la final (14 puntos para arrasar al Barça), se acabó ganando un hueco en la cantera badalonesa, sirviendo de ejemplo para los niños del futuro.
El primero de ellos fue Marc Bauzá, MVP en 2010, con una historia parecida a la de Sans: aterrizó como invitado, se marcó una final para el recuerdo (15 puntos, 15 rebotes, 5 robos, 30 de valoración) y acabó viviendo unos años muy felices y exitosos en la cantera verdinegra, algo similar a lo de Albert Real, tercer MVP consecutivo del Joventut.
En aquella Minicopa 2011 el escolta se proclamó máximo artillero (17,5 puntos de media) y jugador más valorado (23,5), dejando lo mejor para la finalísima: 24 puntos, 15 rebotes y 37 de valoración para tumbar al Barça de Barreiro, Vila, Sorolla y Dedovic. "Albert 'Kobe' Real", llegó a titular algún medio.
El quinto MVP teñido de blaugrana se lo llevó Pol Vives en 2012. Con 14,5 puntos y 19 créditos de valoración por choque y 23 de valoración en la final, su mayor mérito fue el de tumbar al mismísimo Luka Doncic en el partido por el título. "Lo recuerdo como uno de los mejores momentos de mi carrera deportiva. No me lo esperaba y me lo tomaba a broma cuando me decían que podía ser MVP. Nunca olvidaré lo que significó para el equipo esa magnífica victoria contra el Real Madrid de Doncic", confesaría en Solobasket años más tarde.
La venganza de Luka llegaría en la siguiente edición, la de 2013. Ya había avisado en la final del año anterior, con 20 puntos, pero nadie se podía esperar lo que estaba a punto de pasar en Vitoria, seguramente otro de los puntos de inflexión del torneo para llegar hasta lo que hoy es. La explosión del esloveno fue rotunda, apabullante. Desde Ricky Rubio no se había visto algo igual.
En el estreno, 28 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 5 recuperaciones y 44 de valoración en apenas 20 minutos. Al segundo choque, 21 puntos, 15 rebotes, 5 robos y 35 de valoración y, a la hora de cerrar la fase de grupos, 24 puntos, 11 rebotes, 9 robos y 7 asistencias para dejar ojipláticos al público, que crecía y crecía con el avance de la competición. Todos querían ver con sus propios ojos a ese '18' del Real Madrid que botaba como un base, posteaba como un pívot y era capaz de definir, con precisión poética y una madurez impropia de su edad, su propia concepción del basket: "Cuando juego, mis sentimientos son los mismos que cuando estoy soñando".
En la finalísima ante el Barça, con más del 1200 espectadores en el BHAK pendientes de su actuación, Luka consumó su venganza con unos números insultantes teniendo en cuenta que ni siquiera vivió su mejor día: 25 puntos, 16 rebotes, 5 robos, 3 asistencias y 33 de valoración. El MVP tenía su nombre, tras finalizar aquella Minicopa como líder en anotación (24,5), rebotes (13), recuperaciones (6) y asistencias (4).
El listón parecía imposible de superar, pero otro madridista, Tomas Balciunas, se lo propuso muy seriamente en Málaga 2014. 23-10 en el primer partido y un increíble 51 de valoración (31 puntos... ¡y 30 rebotes!) en el segundo encuentro ante el Basket Zaragoza de Alocén, segundo más valorado de aquella edición. Con otros 28 puntos en la final, fue determinante para remontarle al Unicaja en el partido decisivo y pasó de invitado a estrella absoluta, merced a unos promedios de otro planeta: 25,3 puntos, 18,5 rebotes y 37,3 de valoración.
Después de Doncic y Balciunas, los jugadores merengues se estuvieron relevando a la hora de recoger el MVP en el siguiente lustro, de claro dominio madridista. En 2015 otro jugador del que poco se sabía -llegó invitado desde Inglaterra- puso la ya denominada Minicopa Endesa a sus pies. Se llamaba Kareem Queeley, regaló mates de todos los colores, completó un partido de ensueño en la final (36 puntos, 13 rebotes, 43 de valoración) y acabaría disputando 18 partidos en Liga Endesa entre 2020 y 2022 en las filas del San Pablo Burgos.
Al año siguiente, otro de los grandes ilustres del torneo tomaba la palabra. Usman Garuba, su nombre. En cada partido, un show descomunal de defensa y mates. El mejor reboteador que ha pasado por la Minicopa Endesa debutó con 28 rebotes y 38 de valoración, firmando un 19-14 en la segunda contienda y un 13-17 en el tercero antes de la guinda final, con 32 rebotes y 40 de valoración en el partido decisivo contra la Penya.
En total, 11,5 puntos, 22,7 rebotes y 35 de valoración media para levantar el título de MVP y arrancar una carrera prometedora, que le llevó a ser campeón con el Real Madrid y con España antes de aterrizar en la NBA.
En Vitoria 2017 los honores recayeron en Konstantin Kostadinov, que más allá de un torneo muy completo (15,4 puntos, 9,6 rebotes y 19,6 de valoración) se destapó en la finalísima con 25 puntos (10/12 en el tiro), 11 rebotes, 3 tapones, 3 asistencias y 39 de valoración. Su sucesor, otro futuro internacional con España: el de 2018 fue el torneo de Juan Núñez. Como en el caso de Kostadinov, el base mantuvo un nivel muy constante (13,6 puntos, 5,4 rebotes, 4,2 asistencias, 4,2 recuperaciones y 17,6 de valoración media) antes del zarpazo definitivo en la finalísima: 13 puntos, 7 asitencias, 6 rebotes, 6 recuperaciones y 20 de valoración para coronarse como mejor jugador.
El último MVP madridista en esos siete años de indicutible dinastía llevó el nombre de Kaya Mutambirwa, otro de los que ha alcanzado la Liga Endesa, al jugar 3 partidos con el Fuenla en el pasado curso. Su promedio de 15,2 puntos, 8 rebotes, 1,8 asistencias y 17 de valoración por choque y su desempeño en los momentos de la verdad de la finalísima contra el CB Canarias le hicieron merecedor del premio como rey del torneo.
Fue en Málaga 2020 cuando Ousmane Alpha, logró lo que nadie había podido en los últimos 8 años: tras 35 victorias consecutivas, el Real Madrid cayó a manos del pívot senegalés del Barça, con otro guion de película. Viajó como invitado al torneo, promedió un doble-doble (12 puntos, 11,5 rebotes) que elevó hasta el 16-12 en la final y apareció, cuando la bola más quemaba, para anotar la canasta que le dio el título a su equipo a 15 segundos del final. El MVP le pertenecía.
Tras el parón en 2021 a causa de la pandemia, el Real Madrid volvió a lo más alto en 2022, con un estelar Felipe Quiñones al mando. El puertorriqueño se lució en la final (23 puntos, 7 rebotes, 6 recuperaciones, 3 asistencias, 27 de valoración) y acabó con unas medias dignas de MVP (23,8 puntos, 8,2 rebotes y 29 de valoración), regalando otra de las mayores exhibiciones vistas jamás contempladas en la Minicopa Endesa, con 50 de valoración (37 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias) en el último partido de la primera fase.
El último MVP del torneo también defendió la elástica del Real Madrid. Pasen los años que pasen, la brutal actuación de Mahamadou Landoure en la final contra el Barça seguirá brillando en el tiempo. El pívot de Malí, que curiosamente había jugado en el Barça en la edición anterior, anotó 11 de los primeros 13 puntos de su equipo en la finalísima, mandando un mensaje a navegantes.
Al descanso, sus estadísticas eran de otro mundo (24-15, 37 val.), pero es que lo mejor aún estaba por llegar. Landoure siguió arrasando el aro barcelonista y quedándose con la mayoría de rebotes (¡17 capturas ofensivas!) para conquistar el torneo y acabar con unas cifras de puro récord: 56 puntos, 33 rebotes, 5 tapones, 14 faltas recibidas... ¡y 82 créditos de valoración!
El suyo fue el último MVP en una lista memorable que empezó a escribir Ricky Rubio hace ahora veinte años y que hoy es historia y orgullo de una competición que no deja de crecer. Y en este 2024... ¿quién será el MVP de la fase final del torneo?