El entrenador del Joventut Badalona, Daniel Miret, destacó el buen juego de su rival en el primer encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey, el Unicaja Málaga, que superó a la Penya por 100-83 mostrándose, según el técnico verdinegro, "superiores en este encuentro".
"En la primera parte hemos podido controlar el ritmo del juego, a pesar de que hubo un momento, en el primer cuarto, en el que no estábamos en nuestras mejores posiciones, sufriendo especialmente en el rebote", señaló en rueda de prensa.
Según explicó Miret, el equipo mejoró en el segundo período y parecía que podía "sacar una ventaja de cinco o siete puntos", pero se esfumó esa posibilidad. "Lo hemos terminado regalando", agregó.
"En el tercer cuarto, el Unicaja cambió el ritmo y la velocidad, sacando jugadas de calidad. Eso nos ha sacado anímicamente y hemos cometido errores que nos iban lastrando, entre la frustración y la falta de efectividad en ataque y en defensa", manifestó.
A la pregunta de la ausencia de Sam Dekker en el tercer cuarto tras recibir un codazo en un lance fortuito del periodo, Miret consideró que "eso pesa", aunque consideró que no quería "que sea una excusa".
"Con el equipo que tenemos, no debe servir de justificación la ausencia de un jugador durante unos minutos", enfatizó.
"Unicaja es un proyecto muy preparado, que lleva años trabajando muy bien. Se ven capaces de ganar el torneo, y no sé si lo conseguirán, pero tengo claro que el que intente vencer al Unicaja lo tendrá que hacer muy bien", concluyó.
Por su parte, el ala-pívot estadounidense Sam Dekker, del Joventut, dijo tras la derrota de su equipo ante el Unicaja (100-83) en cuartos de final de la Copa del Rey que salieron de los vestuarios con un "ritmo bajo" que no era lo que necesitaban para pelear con el físico de su rival.
Dekker, que recibió un fuerte golpe en la cabeza en el tercer cuarto al impactar con el codo de un rival en un intento por capturar un rebote, señaló que se encuentra bien y que son "lances del juego" y, de hecho, pudo regresar a la pista para seguir jugando.
Sobre el bajón en el nivel de juego que experimentó el Joventut en la segunda mitad del choque, Dekker explicó que salieron "a un ritmo muy bajo" y que eso no era lo que necesitaban en ese momento: "En los primeros minutos del cuarto creo que nos marcaron ocho puntos antes de que nosotros encestáramos y eso era algo que no podía suceder hoy".
La misma opinión tuvo el base español Guillem Vives, quien también puso el foco en lo sucedido en ese tercer cuarto, en el que les faltó "físico".
"Ellos han subido el ritmo, nos han ganado los rebotes, nos han metido transiciones muy rápidas, muy fáciles, no les hemos incomodado", comentó.
"Ahora, toca entender la situación, aguantar esa emoción negativa que tenemos y humildad para trabajar más, porque necesitamos trabajar más para volver a competiciones especiales, partidos especiales y competir al máximo nivel", concluyó Vives