Bilbao, 20 Feb. 2010.- No hubo sorpresas. El Regal FC Barcelona, el gran favorito antes de la Copa volvió a sufrir para encarrilar el partido, como ya ocurriera en cuartos ante el Cajasol, pero consiguió un triunfo meritorio que le mete en la gran final.
Los de Pascual, nuevamente excelsos en el terreno defensivo, asfixiaron el ataque del Power Electronics en los primeros minutos, hasta el punto de amagar con romper el choque desde muy pronto (9-22, min.9), aunque un Nielsen brillante, bien acompañado por los pívots de su equipo, metió al conjunto valenciano en el partido, que llegó apretado al descanso: 30-33.
Regal Barça, sin piedad
Hay triples que perduran sólo el tiempo que transcurre hasta que el rival da su réplica y otros que, simplemente, nacen con la etiqueta de eternos. El de Rafa Martínez al Regal Barça, del pasado 25 de enero, no valió un título y quizá en unos meses sólo quede como anécdota, pero hasta este sábado, seguía tan vivo como en el instante en el que la Fonteta estalló de alegría.
Golpe al poder, jaque a la liga y un Regal Barça que volvía a ser humano tras aquel triple de Rafa que estuvo presente desde aquel día hasta el salto inicial de semifinales, monopolizando la previa del choque. Como si quisiera desterrar aquel mal trago, lo primero que hizo Ricky Rubio nada más agarrar el balón fue probar fortuna desde la esquina, anotando un lanzamiento de 3 puntos para dar la primera ventaja a un conjunto poco acostumbrado a verse por debajo en el luminoso.
Sin embargo, tres pérdidas consecutivas y un par de canastas de Nando De Colo y Rafa Martínez le daban la ventaja al Power Electronics. Sería la única de la primera parte. Las dos faltas personales de Ricky Rubio, que le mandaron al banquillo, no frenaron el despegue blaugrana. El encuentro, desde muy pronto, se convirtió en una batalla cuerpo a cuerpo en la que el Regal Barça tenía mucho que ganar. En la república de la defensa, nadie tendría más votos para la presidencia. Entre el baile de tapones, los de Pascual conseguían un parcial de 0-9 que les impulsaba en el luminoso. ¿Despegue definitivo?
Fran Vázquez dominaba a sus anchas la zona rival y el Power Electronics, a punto por minuto, no es que no anotase. Simplemente, por instantes no podía ni tirar. El título de mejor defensa del viejo continente no se obtiene por casualidad. Erazem Lorbek hurgaba en la herida rival y Fran confirmaba el domino interior blaugrana con una canasta que elevaba a trece la máxima diferencia barcelonista (9-22, min.9), en lo que parecía un nuevo monólogo del Regal Barça. Empero, Nielsen y Claver se resistían a asumir la superioridad rival, consiguiendo al menos calmar la tormenta al término del primer periodo (13-23) y mandar un mensaje a su adversario. Habría partido.
¿Existió alguna vez descanso entre periodo y periodo? Probablemente sí, aunque la puesta en escena del Power Electronics parecía una prolongación calcada a los últimos segundos del primer acto. Sólo una diferencia, un José Simeón que salía para revolucionar y limar diferencias a base de desparpajo. Lishchuk se aliaba con Nielsen para quebrar de una vez ese halo de equipo inexpugnable que exhibía el Regal Barça desde el comienzo del partido y, con cuatro puntos consecutivos, culminaba un 11-4 de parcial para los valencianos. Cambio de escenario.
Ahora era el Regal Barça el que sufría para sumar puntos. Espeso sin Ricky Rubio, olvidando su inspiración en la zona para obcecarse en el lanzamiento exterior, donde estuvo mucho más errático, e incapaz de exhibir el dominio de los minutos anteriores y, mucho menos, de parar a un Nielsen que parecía Kirksay pintado de blanco. No sólo en australiano inteligencia se pronuncia Nílsen. Habrá que tirar de diccionario de sinónimos para saber cuántos conceptos más expresa ese apellido en el país de los canguros. Sobriedad, elegancia, saber estar, sangre fría y garra. Todo eso y más, al mismo tiempo, para poner el partido al rojo vivo.
Menudo traje le hizo Matt a los pívots del Regal Barça. Si no era un robo, era una asistencia a un compañero y, entre jugada y jugada, un bailecito en la zona para desquiciar a sus rivales y anotar canastas que parecían fáciles por lo fantásticamente bien que ganaba la posición (22-24, min.14). Lishchuk tuvo la opción de ponerle la guinda a la remontada con un triple que jamás encontró destino y el Regal Barça se agarró con fuerza a su escasa renta, porque a pesar de seguir K.O. en ataque, volvía a poner en práctica sus excelentes fundamentos defensivos y hacía una sangría en la pintura rival a base de rebotes en ataque.
Además, el Power Electronics no sumaba un solo punto desde lejos (0/6 en triples en la primera mitad). Claro que el líder de la ACB tampoco se mostraba mucho más inspirado desde lejos (2/11), por lo que las diferencias se estabilizaron. Con el periodo agonizando, Perovic se apuntó al show de pívots del Power Electronics y, con seis puntos consecutivos, acercó más que nunca a su equipo en el marcador (30-31, min.18), aunque entre Grimau y Ndong se encargaron de que el Regal Barça no tirase por la borda del todo su excelente primer cuarto, conservando tres de ventaja al descanso: 30-33. Y lo bien que les vendrían.
Como si de dos ciclistas se tratasen, el equipo catalán atacó al inicio del tercer puerto del día para dejar sentenciado del todo el partido. Amagó con dejar atrás a su rival por su acierto en las primeras jugada, pero el Power Electronics, que había hecho la goma desde el principio de la etapa, se creyó por fin que podía aguantar el ritmo barcelonista y, con un triple de Rafa Martínez, igualó de una vez por todas el partido: 39-39 (min.23).
La ausencia de Rubio no se notaba al principio, no, mas con el paso de los minutos se echaba en falta esa dosis de magia y coherencia que se desperdiciaban en el banquillo por la acumulación de faltas. Ya en pista, el prodigio de El Masnou anotó cuatro puntos consecutivos para sobrevivir a la pesadilla naranja, pero Nielsen, siempre Nielsen, conseguía un canastón con adicional que le daba la vuelta del todo al partido: 44-43 (min.25).
Fueron los momentos de mayor gloria para el Power Electronics en la Copa del Rey, junto con el mágico minuto final frente al Asefa Estudiantes. Los gritos de MVP en homenaje a Nielsen, la cara de desconcierto en aquellos que parecían inmunes a las dudas y la final, a sólo quince minutos de distancia. Muchos menos tardó el Regal Barça en despertarles de sueño.
Pete Mickeal, aquel que olvidó perder, y Fran Vázquez, otro de los que ha oído el cántico de marras con tres letras en esta Copa, resurgieron con fuerza para endosar un 0-10 a su oponente, incapaz de anotar durante casi cuatro minutos seguidos. Toda una pájara. La primera conexión entre Ricky Rubio y Vázquez, concluida con un explosivo mate del gallego, allanaba el camino para el conjunto barcelonista (46-55) justo antes del tercer periodo, aunque una vez más el Power Electronics pudo levantarse del suelo para reengancharse a la épica, con un triple final de Rafa Martínez. Tendrían que remontar seis puntos.
Nando De Colo se disfrazó de aquella imberbe estrella del Cholet capaz de arrasar en la Copa francesa para convertir en canasta una entrada imposible a aro pasado, en la última constante vital del Power Electronics en todo el partido (51-55, min.31).
A diferencia de aquel nefasto segundo cuarto para sus intereses, el Regal Barça no miró entonces el marcador. Jugando con una tranquilidad y una confianza sin límites, como si en lugar de 4 llevase 40 puntos en su colchón. Una mirada bastó. Los ojos de Fran Vázquez y Ricky Rubio se cruzaron en un mismo segundo para volver a alejar al Regal Barça con un alley-oop espectacular. Otra canasta de Fran y un triple de Ricky devolvían una tranquilidad que parecía olvidada para el equipo de Xavi Pascual, que se plantó en unos guarismos favorables (51-62, min.33) que supieron administrar a la perfección hasta el final del envite. Acababan de ganar el partido.
Con una defensa de libro, capaz de desquiciar al ataque más paciente, Erazem Lorbek estiraba el parcial del equipo catalán hasta el 1-11 para poner en el luminoso un 52-66 (min.36) un tanto injusto a tenor de lo que se había visto hasta el momento en el parqué. No obstante, el Power Electronics apeló a su amor propio para apretar el marcador hasta reducir su desventaja, sin inquietar ya nunca más a un Regal Barça que se vengó de uno de los pocos equipos ante los que tenían un balance desfavorable en Copa. Mucho más allá de la anécdota, el conjunto barcelonista enterraba de una vez por todas el triple de Rafa Martínez curiosamente en su día más desacertado en el lanzamiento exterior (4/21). Un capricho de esos que sólo se puede permitir un finalista.