Sevilla, 20 abr (EFE).- Los sevillanos, que son decimoterceros y por segundo año seguido acabarán la campaña antes de tiempo, al quedarse sin opciones de terminar entre los ocho primeros, quieren refrendar la mejoría apuntada en los dos últimos choques ante un Real Madrid que se juega mucho en su lucha por alcanzar a uno de los dos primeros.
Los de Marco Crespi, pese a jugar una magnífica segunda mitad hace dos jornadas contra el Barcelona y dar también una buen imagen el domingo frente al Pamesa, no pudieron evitar la derrota en los dos últimos choques, una dinámica que ahora quieren cambiar frente a otro "grande" y en una pista que históricamente le es propicia.
La segunda vuelta del Caja es decepcionante, pues sólo ha ganado dos partidos, ha encajado once derrotas en las últimas doce jornadas y ahora lleva cinco encuentros perdidos seguidos, pero el técnico italiano ha insistido a su plantilla en que debe mantener la tensión hasta el final, no relajarse y demostrar su profesionalidad.
El objetivo de los sevillanos se ha visto reducido al intento de superar las trece victorias de la pasada temporada, aunque para ello deben ganar tres de los cuatro partidos que faltan.
Crespi quiere que sus jugadores salgan a jugar con ilusión y concentración para que los verdirrojos tengan opciones de repetir anteriores éxitos en sus visitas al Madrid, con un balance de seis triunfos en trece partidos, el último en la pasada campaña (77-83).
Además, los andaluces ya derrotaron al Madrid en la primera vuelta en San Pablo (72-65), en un encuentro en el que le hicieron muchísimo daño en el rebote ofensivo.
Con Guardia y Fajardo en un gran momento, lo que contrasta con el bajón del alero Antonio Granger, el Caja acaba de perder para el resto de la Liga por lesión al pívot Joey Beard y esto ha propiciado la inscripción del ítalo-canadiense Peter Guarasci, que, después de casi toda la campaña lesionado, ha mejorado de sus problemas en la rodilla y podría reaparecer mañana.