Redacción, 15 Feb. 2014.- El Gipuzkoa Basket quiere recuperar mañana el camino de las victorias para cerrar su crisis de resultados, aunque lo tendrá complicado ante la visita de un Valencia lanzado en la clasificación y único rival que aguanta el ritmo del Real Madrid.
Los donostiarras entraron en barrena justo cuando estaban a las puertas de la Copa del Rey y se quedaron fuera en el último momento tras ganar sólo uno de los seis últimos partidos.
Ahora, con las pilas cargadas, afrontan con optimismo la segunda vuelta, en la que el objetivo vuelve a ser evitar el descenso, siempre mirando de reojo a la zona noble de la tabla todavía tan cercana.
En el partido de ida, el Valencia dio un buen repaso al equipo vasco, derrota que si bien en su día escoció un poco, se ha relativizado al comprobar cómo el equipo levantino arrasa en la Liga Endesa y únicamente el Real Madrid está por encima de él.
Si los guipuzcoanos logran obtener la versión actualizada de su mejor hombre y máximo anotador, Jason Robinson, lastrado por los problemas físicos en las últimas jornadas, las opciones de victoria pueden estar un poco más cerca.
Habrá que comprobar cómo le ha sentado a David Doblas, indefendible en los últimos encuentros, el parón de dos semanas, porque de sus rebotes y su poder anotador dependerán también buena parte de las posibilidades de triunfo del GBC.
En las dos últimas temporadas, ambos conjuntos han jugado tres partidos, dos de Liga regular y otro de 'playoff', en San Sebastián Arena 2016, con dos victorias para el GBC y otra para el Valencia.
Durante el partido está previsto que debute el pívot lituano Ksistof Lavrinovic, al que el club ha incorporado para cubrir la baja de Serhiy Lishchuk. Se espera que su aportación, dado el talento ofensivo que tiene, dé un nuevo impulso a un equipo, al que en las últimas semanas el cansancio acumulado y las lesiones han impedido imponer su ritmo a los partidos, como sí que había conseguido en todo el primer tramo de la temporada.
Además, en el club valenciano esperan que su llegada y la próxima incorporación de Pablo Aguilar permitan reducir la carga de minutos de los jugadores que más tiempo de juego han acumulado para afrontar con fuerza el final de la temporada.
Tras su triunfo ante el FC Barcelona en la última jornada, el Valencia, que ocupa en solitario la segunda plaza, tiene cuatro victorias más que el equipo catalán, el Unicaja y el Herbalife Gran Canaria, que son tercero, cuarto y quinto respectivamente.
En las 16 jornadas que restan para que acabe la fase regular, debe gestionar ese amplio colchón para mantener una posición que, le aseguraría tener el factor cancha a favor tanto en cuartos de final como en semifinales, y que le evitaría cruzarse con el invicto Real Madrid hasta una hipotética final.
El Valencia afronta el choque de mañana tras haber llegado el pasado fin se semana a las semifinales de la Copa del Rey y haber logrado el pasado miércoles en Bélgica una trabajada victoria que le permitió certificar matemáticamente su clasificación para los octavos de final de la Eurocopa.
Eso sí, el equipo de Velimir Perasovic viajará a San Sebastián consciente de que el próximo martes tiene la posibilidad de conseguir un camino mucho más sencillo en la Eurocopa. Si gana por al menos siete puntos al Unics Kazan, será primero de su grupo y evitará al poderoso Khimki en octavos de final.
El Gipuzkoa, en cambio, al no haber participado en la Copa del Rey y no tener compromisos europeos ha tenido dos semanas enteras para preparar este encuentro, aunque llega tras haber acumulado cuatro derrotas seguidas en la liga.
Además, de las ya comentadas bajas de Lishchuk y Aguilar, Perasovic tampoco podrá contar con Vladimir Lucic, que fue operado hace un mes de una lesión en el tobillo.