Valencia Basket

JORNADA 41 - Liga Endesa

Real Madrid

11/06/2015 - 21:00 - Pabellón Fuente de San Luis

Valencia Basket

Real Madrid

84
    1 2 3 4
VBC   22 27 17 18  
RMB   24 23 25 18  
90

El Real Madrid funde la resistencia taronja (84-90)

El conjunto madridista remontó en la segunda parte gracias a su mayor frescura y rotación (hasta cinco jugadores anotaron 10 o más puntos). Valencia Basket luchó hasta el final pero cayó derrotado con honores por su entrega y esfuerzo



Redacción, 11 Jun. 2015.- El Real Madrid derrotó al Valencia Basket por 84 a 90 y se convirtió en finalista de la Liga Endesa después de un vibrante partido donde sacó provecho de su mayor profundidad de banquillo y el cansancio que evidenció Valencia Basket en el segundo tiempo

Por muy esperado que fuera tanto el ambiente como el partido, ambos fueron espectaculares. Uno y otro equipo salieron a la cuarta batalla con un maravilloso alzheimer que les hizo formatear todo lo anteriormente vivido para entregarse a un nuevo duelo que respondió desde el principio.

Valencia Basket tiró de emotividad para controlar el primer cuarto, pero gracias al trabajo interior de Gustavo Ayón y Felipe Reyes (12 puntos) nunca dejó que el partido se le fuera y esperó pacientemente hasta que en el último minuto del primer cuarto Sergio Rodríguez puso por delante al Real Madrid.

Parecía que el ánimo valenciano podía decaer, más aún con las apariciones del banco madridista, pero no... Bojan Dubljevic y Vladimir Lucic (11 puntos cada uno al descanso) salieron para responder al Real Madrid y bastó algo más de acierto triplista para que Valencia Basket retomara el control de un marcador que podría haber llegado a ser más favorable a sus intereses de no ser por los triples esquineros de Andrés Nocioni, Jaycee Carroll, Jonas Maciulis y Sergio Llull (del 5/13 de la primera parte cuatro de esos aciertos llegaron desde esta poca habitual zona).

Pero sobrevivir es la mejor estrategia cuando no se tiene el control de la situación y eso lo entendió el Real Madrid para saber esperar su momento sin irse del encuentro. Así éste llegó en el tercer cuarto cuando su total dominio del rebote ofensivo le permitió controlar más los ataques y sacar provecho de un cuarto que afeó el duelo con polémicas técnicas e interrupciones que descentraron a Valencia Basket.

El tempo del encuentro fue desde mediado el tercer cuarto de un Real Madrid que entendió que ya no podía soltar la ventaja tan duramente labrada y, pese a la lesión de Rudy Fernández, tiró de K.C. Rivers (nueve puntos, todos en la segunda parte) y, sobre todo, se puso en zona para contener a un rival que, aunque agotado físicamente, no cejó en su empeño de remontar.

Dubljevic (24 puntos y ocho rebotes) completó un partido excelso y fue el sostén anotador de los taronja, pero el cansancio acumulado hizo que los porcentajes bajaran (3/14 en triples en el segundo tiempo) y, poco a poco, amasó una ventaja que ya no dejó escapar y que le valió una nueva final de Liga Endesa. Después de tanto sufrimiento la victoria le supo a gloria... para Valencia Basket la derrota fue un doloroso epílogo a una temporada complicada pero que guardó para el final lo mejor.



Los pívots blancos contienen el furor local

A diferencia de lo ocurrido el martes, el inicio del cuarto partido no se caracterizó por si efectividad anotadora y hubo que esperar minuto y medio para que Guillem Vives abriera el partido con el primer triple del encuentro. El base catalán (13 puntos y seis asistencias), ante los problemas físicos de tros compañeros, era el encargado de llevar la manija de un equipo que logró, con cinco puntos suyos, encadenar cuatro ataques seguidos con acierto para tomar el control del marcador (9-4).

Por parte del Real Madrid, la respuesta llegaba en la pintura y especialmente con un Gustavo Ayón (10 puntos y nueve rebotes) que seguía haciendo daño cerca del aro (anotó seis de los primeros ocho puntos de su equipo) con su fuerza y rapidez de pies. Quizá Felipe Reyes no comenzó con tanto acierto pero su lucha hacía que el control del rebote también sumara para los blancos y estos no dejaran que el marcador se les fuera en exceso.

El encuentro empezó perezoso, pero ya mediado el primer cuarto se desató el habitual vendaval triplista que han protagonizado ambos equipos y hasta en tres ataques seguidos Valencia Basket encontró petróleo desde el 6,75 para ampliar una renta que, en cualquier caso se encargó Felipe de controlar con siete puntos seguidos demostrando la superioridad de los pívots madridistas en el duelo (18-18).

Al conjunto de Pablo Laso le faltaba algo de acierto exterior (1/5 en el primer cuarto) para acabar por ponerse por delante. Su control del rebote y efectividad desde el tiro libre siempre le puso dentro del partido en los primeros minutos pero la ausencia de continuidad en el ataque y esa canasta exterior que abriera la defensa taronja evitó que se pusiera por delante hasta a 28 segundos del final del mismo Sergio Rodríguez conectara una canasta para establecer el 22-24 con el que concluyó un cuarto en el que hubo mucho fuego de artificio para tan poca contundencia en los hechos de la batalla.

ACB Photo / M.A. Polo
© ACB Photo / M.A. Polo

Lucic y Dubi dan la réplica

Por ponerle pegas al estoico esfuerzo de los taronja, ésta sería el de no explotar más la pintura. Sólo Bojan Dubljevic era un referente interior que sumara para los de Carles Duran y ante las estrellas blancas era poco bagaje, más aún cuando los exteriores como Carroll comenzaron a asomar con sus puntos.

Como si uno y otro equipo supiera que al encuentro le quedaba mucha historia que contar, el segundo cuarto arrancó con cierto distanciamiento emocional y algo errático. Pablo Laso quería más control del encuentro porque ya estaba su equipo por arriba en el marcador y porque sabía que la locura era el hábitat donde mejor se había manejado un rival que iba a empujones pero que, con Dubljevic sumando en la zona empataba a 30 antes de que la segunda unidad blanca pusiera cuatro arriba al Real Madrid (30-34).

Pero, lo dicho, esto era demasiado largo y habían tantas cosas que contar que un par de acciones buenas de Nocioni (12 puntos) y Mejri eran contestadas por Lucic y Vives. Por primera vez en mucho tiempo Valencia Basket penetraba y hacía daño a las torres madridistas.

El encuentro estaba bonito y los puntos caían para uno y otro lado aunque seguro que Duran no querría ver lo que sucedía porque sabía que a marcadores altos el campeón de la Euroliga tenía pocos rivales. Así lo volvieron a evidenciar acto seguido con los triples que metieron Nocioni y Carroll desde la misma esquina.

Con 35-40 a casi cinco minutos del descanso y con el triple ya funcionando en el bando visitante, las noticias que llegaban al Real Madrid era buenas... casi todas. Sólo hubo un pero, pero importante porque Dubljevic siguió siendo el hombre más entonado por los valencianos. Dubi volvió a dejar claro que este era su momento y anotando y asistiendo a Lucic logró que Valencia Basket encadenara un parcial de 8-0 con el que voltear la situación al marcador y provocar el tiempo muerto de Pablo Laso.

Valencia vibraba y el espectacular mate de Lucic hizo que el pabellón se levantara aplaudiendo lo que era a todas luces un señor partido. El Real Madrid le daba la respuesta con triples esquinero y si antes llegaron desde la izquierda del ataque, poco después fueron Maciulis y Sergio Llull los que anotaron desde la derecha para dejar el partido al descanso en un hermoso y apretado marcador de 49 a 47.

ACB Photo / M.A. Polo
© ACB Photo / M.A. Polo

El rebote ofensivo premia al Real Madrid

Aunque el Real Madrid empató nada más comenzar el tercer cuarto, Valencia Basket no bajó su pistón de la intensidad y dos canastas de Dubljevic y Vives unido a un tapón de Harangody hizo que el dominio local no variara tras la reanudación ante un Real Madrid que volvía a hacer más daño en la zona que desde la lejanía donde le continuó fallando regularidad.

El partido entró en una dimensión que estuvo sobrevolando durante muchos minutos donde un contacto continuado de Rafa Martínez fue señalado como antideportiva sobre Rudy Fernández y eso enfadó mucho al escolta de Valencia Basket y a su afición. Su íntimo amigo, Sergio Llull, hizo si cabe más dañino el momento para los valencianos porque metió un triple que dio un parcial de 7-0 en un mismo ataque (57-60).

Intentando sacar tajada del momento del equipo, Laso puso una zona al salir del tiempo muerto y eso sirvió para que Valencia se atascara y Rudy (12 puntos) enfadara más al público con un triple que daba una máxima renta de seis puntos para los madridistas.

Valencia Basket también planteó su zona 3-2 y el duelo paso a disputarse desde el perímetro con los aciertos de Vives y Aguilar por parte taronja y Rivers para el Real Madrid. Para muchos, los taronja, antes del encuentro, podían flaquear en la moral al primer viso de apuro deportivo, pero mediado el tercer cuarto no había muestras de rendición sino todo lo contrario.

La casta de los valencianos estaba fuera de lugar y más que contrastada su capacidad para no decaer en el partido, pero también hacía falta algo más de defensa para cerrar el rebote y evitar que, por ejemplo, el Real Madrid capturara hasta tres rebotes ofensivos en la misma jugada. La zona valenciana podía ser un recuerso táctico de protección pero abría la puerta al rebote blanco y esa era una vía de agua por la que se escapaba el partido ante el también instante de errores en el lanzamiento exterior.

El partido se había espesado y ralentizado y eso ya le iba bien al Real Madrid porque le permitía ganar y regular esfuerzos en el banco mientras su adversario sólo parecía encontrar puntos en las manos de Dubljevic y Vives. Estaba claro que le hacía falta un tercer espada y algo de continuidad en un ataque espeso y al que no ayudaba los parones y las discusiones con las que terminó el tercer cuarto (66-72).

ACB Photo / M.A. Polo
© ACB Photo / M.A. Polo

El cansancio abate a Valencia Basket

Al igual que el encuentro se puso muy cuesta arriba para el Real Madrid el martes, se puso en el inicio de último cuarto para Valencia Basket. Jaycee Carroll inició este acto con un triple que puso una nueva máxima para un Real Madrid que, eso sí vio como su zona 3-2 era muy bien resuelta por los lanzamientos esquineros de Romain Sato.

Valencia Basket sacó otra vez carácter y fue el primer momento donde la zona madridista dejó vías de anotación al contrincante. El centroafricano, se echó el equipo a las espaldas y con siete puntos seguidos apretó el marcador hasta dejarlo en sólo cuatro puntos de desventaja (75-79).

En cualquier caso ahora sí que parecía que era demasiado fino el alambre en el que bailaba Valencia Basket y bastó un fallo suyo para ver como el Real Madrid comenzó a sacar muchos réditos de su banquillo. Si bien Rudy Fernández se marchó dolorido al banco, de él salieron Carroll y Nocioni para poner nueve arriba los suyos.

Ahora sí que sería la épica lo único que parecía salvar a los taronja, más aún cuando Rivers siguió enchufado y los triples locales dejaron de entrar con la frecuencia del primer tiempo; irremediablemente el cansancio de piernas y brazos se dejó notar en las estadística lanzadora.

Valencia Basket se ancló en el punto 79 y si bien el Real Madrid frenó su anotación logró que el marcador derivara irremediablemente hacia el triunfo blanco. Habían transcurridos muchos minutos sin que pasara nada y lo poco que aconteció favoreció al equipo que dominaba el marcador.

Después de 92 minutos de infierno taronja, el Real Madrid comenzó a asomar la cabeza hacia la final de la Liga Endesa. Sólo dos puntos en tres minutos fue el último clavo del ataúd deportivo de un Valencia Basket heroico pero con recursos limitados por el cansancio y las lesiones de sus jugadores. Alargó una serie en la que soñó que podía ganar y sólo la mejor versión del campeón de la Euroliga le pudo derrotar.