Inés Morencia. Valladolid, 3 may- 2012 (EFE).- El acierto desde la línea exterior -15 triples- mantiene vivo al Asefa Estudiantes en la liga ACB, que se jugará su permanencia en el último encuentro ante el UCAM Murcia, en un duelo a vida o muerte, ya que es el otro equipo que se juega la continuidad en la máxima categoría del baloncesto nacional.
La tensión se instaló en la cancha vallisoletana desde los inicios y el conjunto madrileño impuso una intensa defensa para intentar controlar el partido y jugar con más comodidad, pero el Blancos de Rueda Valladolid no bajó los brazos en su zona y, gracias a una buena defensa, mantuvo el equilibrio en el marcador (7-7, min.6).
El tiro exterior se convirtió en protagonista, y los triples se sucedieron en una y otra área, aunque el Asefa Estudiantes, bien dirigido por Granger, estuvo más acertado y eso le permitió llegar al final de los primeros diez minutos con una pequeña ventaja (18-20).
El conjunto del Ramiro de Maeztu apretó los dientes y, con una defensa organizada, frenó el empuje local lo que, añadido a la calidad de jugadores como Clark, quien demostró su efectividad desde la línea de 6,75, trajo consigo una renta de nueve puntos para los madrileños (18-27, min.13), que obligó a Roberto González a pedir un tiempo muerto.
De poco sirvió el parón, ya que los vallisoletanos siguieron viendo, impotentes, cómo el Asefa Estudiantes aumentaba su ventaja (23-38), de nuevo merced al acierto desde el exterior, mientras que el, a priori, mayor potencial interior de los locales, quedaba anulado también por los madrileños, mucho más centrados.
Con todo ello, el cuadro colegial pudo llegar al descanso con una renta a su favor de doce puntos (28-40) y aún un amplio margen de mejora para seguir afianzando su juego.
El Estudiantes salió en tromba tras la reanudación y, una vez más, se mostró demoledor desde el exterior, lo que propició el aumento de las diferencias de forma paulatina hasta el 36-53 (min.26), que trajo consigo el tiempo muerto del técnico local en un intento de reorganizar a sus jugadores.
Pero los vallisoletanos se dejaron arrastrar por la marea visitante, lo que dio paso a numerosos fallos y lanzamientos precipitados que pusieron en bandeja la victoria a los madrileños, ya que la renta llegó a los veinte puntos (38-58), que quedaría en 19 (43-62), suficiente para afrontar con tranquilidad los últimos diez minutos.
Ya no hubo más historia, puesto que el Estudiantes no tuvo problemas en mantener su dominio, merced a esa efectividad desde fuera del perímetro, a pesar de que el Blancos de Rueda Valladolid luchó hasta el final y consiguió reducir finalmente las diferencias hasta los once puntos (68-79).
68 - Blancos de Rueda (18+10+15+25): Uriz (13), Udrih (8), Robinson (14), Nacho Martín (5), Borchardt (11) -cinco inicial-, López (3), Hernández-Sonseca (-), Diego García (3) y Songaila (11).
79 - Asefa Estudiantes (20+20+22+17): Granger (10), Lofton (17), Kirksay (5), Jiménez (-), Gabriel (5) -cinco inicial-, Clark (11), Simmons (6), De la Fuente (15), Bullock (5) y Deane (5).
Árbitros: Martín Bertrán, Conde y Munar. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo tercera jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 3.200 espectadores, al menos un millar de ellos procedentes de Madrid.