Inés Morencia. Valladolid, 16 ene. 2011 (EFE).- Un espectacular Blancos de Rueda, que no dudó en mostrar su mayor descaro ante el vigente campeón de liga, ha logrado colarse en la Copa del Rey como cabeza de serie, tras sumar su quinta victoria consecutiva y ratificar su magnífico estado de forma y su deseo de seguir haciendo historia.
El Caja Laboral tomó la iniciativa en el marcador y se mostró muy seguro desde los primeros compases del partido, sobre todo desde la línea exterior, lo que les permitió obtener una ventaja de seis puntos (4-10) que, lejos de amedrentar a los vallisoletanos, les cargó las pilas y, con una buena defensa y organización, dieron la vuelta al resultado (19-14).
Ivanovic intentó frenar la reacción local con un tiempo muerto y con la entrada de Oleson y Batista, pero el Blancos de Rueda había calentado motores y mantuvo su línea de acierto ofensivo lo que, unido a su intensidad defensiva, le concedió el dominio en el juego (26-20).
El Caja Laboral aumentó la presión en su zona y supo hacer valer el poderío físico de sus jugadores interiores para incomodar al cuadro local, cuyos errores se trasladaron al electrónico (28-28) y que Porfi Fisac buscó atajar inmediatamente solicitando un receso.
La ausencia de Van Lacke y Barnes se estaba notando en la cancha y la defensa descuidó la línea de 6,75, donde Logan se hizo su dueño y señor para anotar tres triples consecutivos y devolver la ventaja a su equipo (35-37), que Robinson y Nacho Martín frenarían para recuperar una renta de tres puntos antes del descanso (41-38).
El equipo local salió con una gran intensidad tras la reanudación, de nuevo con Van Lacke y Barnes en la pista cuyo trabajo, unido a la buena dirección de Dumas, permitió al Blancos de Rueda aumentar las diferencias hasta los siete puntos (50-43, min.25), que trajo consigo un nuevo tiempo muerto de Ivanovic.
De poco sirvió, puesto que los vallisoletanos no bajaron un ápice el nivel defensivo y mostraron todo su descaro ante el actual campeón de la liga que veía, impotente, cómo el "equipo revelación" seguía fraguando con criterio sus jugadas, si bien la precipitación en algunos casos impidió que la renta fuera mayor (60-51).
El último cuarto se iba a convertir en un auténtico reto para ambas escuadras, y los vallisoletanos se prepararon para recibir la presión del rival con todas las armas de que disponen: con un espectacular trabajo colectivo y un coraje fuera de toda duda, que les dio la posibilidad de mantener una ventaja de nueve puntos (69-60), a falta de tres minutos.
El Blancos de Rueda estaba crecido, y no cedió en ningún momento ante el Caja Laboral, que quería pero no podía ante el empuje de los vallisoletanos que, una vez más, ofrecieron el mejor baloncesto a su afición, totalmente entregada a un grupo que no tuvo remordimientos para vencer con rotundidad al potente conjunto vasco (78-64).
78- Blancos de Rueda Valladolid (26+15+19+18): Dumas (8), Van Lacke (14), Robinson (8), Nacho Martín (12), Barnes (11) -cinco inicial-, Báez (7), Isaac López (8), Stanic (2), Slaughter (4), Diego García (4) y Millán López (-).
64- Caja Laboral (20+18+13+13): Huertas (2), Oleson (-), San Emeterio (9), Teletovic (13), Sow (-) - cinco inicial-, Ribas (8), Barac (3), Logan (14), Batista (6) y Bjelica (9).
Árbitros: Mitjana, Araña y Zafra. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 5.805 espectadores.