Inés Morencia. Valladolid, 9 ene. 2011 (EFE).- El Blancos de Rueda sumó su victoria 400 en ACB y, gracias a ella, ha dado un paso de gigante para entrar en la Copa del Rey por méritos propios, ya que hoy tuvo que hacer alarde de su espíritu de lucha y su carácter ganador para frenar a un Cajasol que basó su juego en el poderío interior.
Los sevillanos salieron más centrados en el capítulo defensivo, lo que derivó en varios errores en ataque del cuadro local, que el Cajasol aprovechó para tomar las riendas del juego e ir adquiriendo diferencias en el marcador (6-14) pero, de la mano de Van Lacke y Stanic, el Blancos de Rueda Valladolid reaccionó para poner sobre la pista sus mejores armas.
La defensa mejoró notablemente, provocando los fallos del equipo visitante y, desde esa premisa, los vallisoletanos adquirieron confianza para endosar un parcial de 10-0 con el que dieron la vuelta al resultado (16-14) y obligó a Joan Plaza a solicitar un tiempo muerto para impedir que las diferencias aumentaran (17-16).
Las defensas se intensificaron aún más, sobre todo en el bando andaluz, lo que dio lugar a un mayor protagonismo del juego interior, en el que el Cajasol consiguió hacer valer la altura de sus jugadores para recuperar el dominio del juego y del electrónico (23-29).
Pero los vallisoletanos nunca dieron su brazo a torcer y, merced a un magnífico trabajo defensivo, con Robinson como referente y al acierto de Slaughter de cara al aro, volvieron a dar una lección de lucha y sacrificio -solventando la importante ausencia de Eulis Báez- que se trasladó al marcador (38-35).
Un último arreón de los sevillanos, con un triple de Bullock -hasta ese momento prácticamente desaparecido- les permitió llegar al descanso con una mínima ventaja (38-40).
El poderío interior del Cajasol y su capacidad reboteadora fueron una losa que lastró al Blancos de Rueda en la primera mitad -6 por 17 rebotes del Cajasol-, y que éste trató de contrarrestar a través del juego colectivo, de la intensidad defensiva y de un carácter luchador que les concedió una nueva ventaja tras el tercer cuarto (53-50).
El último tiempo se convertiría en una batalla abierta entre dos equipos dispuestos a todo para lograr la victoria, cada uno con sus armas, si bien fue el Blancos de Rueda Valladolid el que consiguió sorprender a los sevillanos, con una salida en tromba capitaneada por un Stanic muy centrado, que supo mover a la perfección a sus compañeros (67-56, min.35).
Pero el Cajasol no había dicho su última palabra y, de nuevo, merced a su fortaleza interior, fue sitiando a los locales hasta establecer un inquietante 69-68, a falta de un minuto para el final. Los errores se sucedieron en una y otra zona y el marcador ya sólo varió por un tiro libre de Van Lacke (70-68).
70 - Blancos de Rueda Valladolid (17+21+15+17): Dumas (2), Van Lacke (13), Robinson (13), Barnes (2), Nacho Martín (4) -cinco inicial-, Stanic (10), Slaughter (17), Isaac López (-), Edu Ruiz (-), Diego García (9) y Pablo Esteban (-).
68 - Cajasol (16+24+10+18): Storansky (8), Bullock (10), Kirskay (10), Ivanov (6), Davis (19) - cinco inicial-, Popovic (-), Sastre (-), Urtasun (5), Triguero (8) y Katelynas (2).
Árbitros: Amorós, García Ortiz y Calatrava. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 6.055 espectadores.