Jorge Muñoa. Madrid, 6 ene. 2007 (EFE).- El Real Madrid regresó a Vistalegre después de perder los dos primeros partidos de la temporada en la ACB lejos de casa y retomó la senda del triunfo tras someter al DKV Joventut a un intenso castigo durante el primer tiempo (54-36) y sestear en el segundo.
Un 75 por ciento de acierto en tiros de dos (12/16), un 67 por ciento en triples (6/9) y un 86 en lanzamientos libres (12/14) hasta el intermedio sacaron a la Penya del partido cuando todavía faltaban el tercer y el último cuartos.
Surgió el bando verdinegro amenazante en la tarde de Reyes (4-8) y con los blancos sin definirse. Las dudas locales, sin embargo, tardaron en disiparse menos de un minuto, exactamente los 53 segundos que el técnico Joan Plaza tardó en relevar al serbio Ratko Varda por Felipe Reyes.
© El Real Madrid dejó sin ideas al ataque verdinegro (EFE)
El norteamericano liberó a su equipo de las dificultades ofensivas. No sólo anotó a placer -diecisiete puntos al descanso-, sino que descongestionó el ataque, mejoró la circulación de balón y consiguió espacios para los exteriores y para los interiores.
Bullock anotó quince puntos en nueve minutos sobre la pista. Gracias a tanto acierto y a la inteligencia del base para seguir alimentando de balones a los postes se abrió el marcador. De forma contundente además (54-36 m.20).
© El Real Madrid fue muy superior en el juego interior. En la foto (EFE), Hervelle
Pero los blancos querían empezar el año sin sobresaltos. El DKV Joventut era un rival preocupante, sobre todo porque le iba en juego la clasificación matemática para la Copa del Rey y, después de todo, corrió la misma suerte que todos los anteriores visitantes de Vistalegre.
La pelea en la zona apenas existió. Los pivots de casa, liderados por Reyes, reforzados con Eduardo Hernández Sonseca y respaldados por la infatigable labor del belga Axel Hervelle, dinamitaron las defensas de Aíto García Reneses, de las mejores del continente.
Pero el DKV Joventut echó de menos los puntos de Rudy Fernández, perfectamente controlado por sus pares, tampoco encontró recursos para frenar el juego interior madrileño y despidió el primer tiempo a dieciocho puntos de distancia (54-36).
Cabía esperar que la Penya intentase remontar el vuelo en los dos últimos cuartos. No hubo caso y eso que los locales bajaron el pistón de forma muy prematura. Fernández regresó de los vestidores con una bolsa de hielo en el tobillo izquierdo para no volver a jugar. El estadounidense Elmer Bennett también salió del choque antes de tiempo (m.25) como producto de una dura caída sobre la zona lumbar. Demasiadas dificultades.
Bajas, problemas para contener a un rival que no perdona errores y una fractura superior a los veinte tantos al poco de arrancar el tercer periodo (70-45) encaminaron el choque por una vía de único sentido.
Pero este DKV Joventut no quiso rendirse y apretó hasta el último segundo, buscando una remontada imposible pero que acabó pareciendo viable. Y se quedó a sólo cuatro puntos (95-91), saldando con mucha dignidad su visita al segundo clasificado.
El Madrid continúa invicto en casa. Le faltan tres hombres muy importantes y, pese a todo, juega aferrado a las mismas ideas y la misma intensidad que Plaza ha inculcado a los jugadores. Le falta personal. Sólo eso. Por lo demás, parece preparado para visitar la cancha del Tau el próximo sábado. Los dos primeros clasificados frente a frente para cerrar la primera vuelta liguera.
95 - Real Madrid (25+29+18+23): Tunceri (-), Tomas (7), Smith (10), Hervelle (13), Varda (-) -cinco inicial-, Reyes (21), Bullock (26), Hernández Sonseca (9) y N'Guema (9).
91 - DKV Joventut (18+18+19+36): Bennett (3), Fernández (9), Gaines (13), Barton (15), Archibald (5) -cinco inicial-, Vázquez (11), Dueñas (2), Rubio (5), Huertas (9), Flis (-), Betts (7) y Laviña (14).
Arbitros: De la Maza, Guirao y Jiménez. Excluyeron por personales a Tomas (m.38), Huertas (m.38), Archibald (m.38)
Incidencias: encuentro correspondiente a la decimosexta jornada de la primera fase de Liga ACB 2006-07 disputado en el Palacio Vistalegre ante 9.200 espectadores