Por Jorge Muñoa. Madrid, 2 abr. 2006 (EFE).- El TAU Cerámica no ha perdonado al Real Madrid ni una sola vez desde que Alberto Herreros les arrebató la última Liga ACB desde una esquina del Buesa Arena, un episodio del pasado que esta temporada ha dado paso a un contundente 3-0 para los vascos y que, en el capítulo de Vistalegre, supone un serio aviso para los blancos antes de empezar el carrusel de partidos que ahora le espera frente al Winterthur FC Barcelona.
El conjunto madrileño va a medirse a los azulgranas tres veces como poco. Una en la próxima jornada de la ACB y dos, quizás tres, en los cuartos de final de la Euroliga que el martes arranca en el Palau Blaugrana con el pasaporte para la fase final de la Euroliga en discusión.
El anterior choque entre el tren de Vitoria y el de Madrid dejó al convoy blanco en vía muerta y muy dañado. Corría febrero y eran las semifinales de la Copa del Rey. La alta velocidad alavesa pasó por encima de un mercancías lleno de desperfectos -lesiones, plantilla en construcción,...-. En la primera vuelta liguera había ocurrido otro tanto de lo mismo en terreno vasco.
Ha pasado el tiempo y los blancos han mejorado considerablemente, aunque parece ser que no lo suficiente como para tumbar al personal a cargo del croata Velimir Perasovic.
La ACB huele las eliminatorias por el título; la Euroliga, en la que ambos bloques aspiran a disputar la Final entre Cuatro, ha revelado un Madrid más eficaz; y, por último, los refuerzos -sobre todo el estadounidense Alex Scales- han desahogado a los líderes del pelotón blanco, el norteamericano Louis Bullock y el serbio Igor Rakocevic. Aún así, el TAU repitió éxito.
Parecía poco probable que el TAU se diese otro paseo a costa del campeón de liga. Nunca hay que descartar nada cuando se trata del escuadrón vitoriano. Imperó la lógica porque sería injusto hablar de fiesta vasca en Vistalegre. Eso sí, el último cuarto sólo tuvo color visitante.
El primero reveló que dos hombres de primera fila, Pablo Prigioni en las filas vascas y Felipe Reyes en las blancas, andaban despistados. El segundo, que tanto un equipo como otro pueden transformarse en un vendaval contra cualquier rival. En el caso de los anfitriones, con matices. En el de los invitados, literalmente. En esta ocasión, sin embargo, hizo falta que Prigioni saliese de la confusión para que el TAU abriera la alas.
El 2-8 que abrió la contienda terminó en 16-16 pasado el corte de apertura. Prigioni ya había sido sustituido por cometer una pérdida seguida de falta antideportiva. Reyes también, aunque en respuesta a dos personales de ataque fuera de lugar. El equilibrio respondía a los méritos de cada uno con justicia.
En el segundo tramo apareció el manual del buen pívot que el hispano-argentino lleva grabado en los genes. El jugador más valioso de la pasada temporada clavó seis puntos segundos dentro de un parcial de 0-11 (21-26 m.17). El cuerpo a cuerpo de ese periodo se llevó por delante al francés Mickael Gelabale y, de nuevo, a Prigioni y a Reyes, que habían vuelto al parqué. A todos ellos les cayó la tercera.
El caso es que el Madrid, con un poco de aquí y otro de allá, dejó la cancha dos puntos por detrás (29-31). Estaba en la brecha y dispuesto a todo. Además, quería materializar ese ánimo cuanto antes, sentirse fuerte, ejercer de anfitrión seguro y dominante. Pudo conseguirlo nada más reanudarse el juego. Una serie de 11-4 abrió la diferencia más amplia de la tarde (42-35 m.25) y colocó al TAU ante la tesitura de hacerse valer o enarbolar bandera blanca. Es fácil adivinar qué opción eligió.
El campeón de la Copa apretó el acelerador, firmó un 7-13, culminó el penúltimo asalto por encima (49-48) y, de paso, dejó el terreno listo para liberar todo el poderío que guarda dentro. Lo descargó de golpe, cuando el Madrid creía que le tenía suficientemente sujeto como para impedirle una explosión de esa naturaleza.
Pero Prigioni había olvidado los titubeos, encontró los resortes que hacen funcionar su letal sociedad con Scola mientras el turco Serkan Erdogan cargaba uno de esos misiles triples que él sabe colocar tan bien en los rivales que dejan la línea de flotación adversaria descubierta.
Prigioni, Scola y el zarpazo del turco en el instante crítico (55-65 m.36) desmontaron al equipo del serbio Bozidar Maljkovic. La conmoción desembocó en una racha final desde la última ventaja local (55-53) de 10-20 que los madridistas maquillaron a beneficio de inventario. Ahora llega el Winterthur FC Barcelona. Si los blancos quieren ir a la fase final de la Euroliga deben subir el ritmo.
62 - Real Madrid (16+13+20+13): Sonko (4), Bullock (6), Scales (9), Hamilton (4), Reyes (9) -cinco inicial-, Hervelle (7), Rakocevic (19), Gelabale (2), Hernández Sonseca (2) y Fisher (-).
73 - TAU Cerámica (16+15+17+25): Prigioni (10), Hansen (10), Jacobsen (-), Scola (25), David (6) -cinco inicial-, Ukic (3), Erdogan (8), Splitter (11) y Vidal (-).
Arbitros: García Ortiz, Guirao y Sacristán. Excluyeron por personales a Reyes (m.38).
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la primera fase de la Euroliga 2005-06 disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 11.300 espectadores.
Real Madrid
JORNADA 26 - Liga Endesa
TAU Cerámica
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TAU Cerámica
El TAU Cerámica no cede en su particular revancha ante el Real Madrid (62-73)
Una gran defensa en el último cuarto del partido dio la victoria al TAU Cerámica ante el Real Madrid (62-73), en un duelo que se mantuvo muy igualado durante los primeros tres periodos del encuentro. Tras este triunfo, los vitorianos se mantienen igualados con el Unicaja, a un solo triunfo del líder, el Winterthur FC Barcelona