Oliver da al Ricoh una victoria de oro con una canasta inaudita (84-86)

Por Antonio Gutiérrez. Sevilla, 4 mar. 2006 (EFE).- El Ricoh Manresa, colista de la Liga ACB, logró una importante victoria en la cancha del Caja San Fernando, lo que deja al equipo catalán con siete triunfos a uno solo del andaluz, que así vuelve a complicarse su situación en la lucha por la permanencia.

Los visitantes, sin regularidad en su juego, sí se aprovecharon de las muchas carencias de los locales para mantenerse vivos hasta el final y llevarse un triunfo que parecía imposible por cómo se desarrollaron los últimos segundos del choque, pero un sorprendente triple de Albert Oliver en la última jugada, desde la esquina y arqueado por encima del tablero, valió para la victoria.

La formación manresana tenía claro que, después de su traspié de la anterior jornada como local ante otro rival directo como el Leche Río, en Sevilla debía darlo todo para llevarse un triunfo que le hiciera respirar desde el fondo de la tabla.

El equipo que dirige ahora el ex del Caja San Fernando Oscar Quintana apretó desde el inicio en la defensa ante un rival que pareció no darle al partido toda la intensidad requerida.

Los de Manel Comas no tuvieron fluidez en el juego de ataque y falló mucho en el pase, pero eso sólo le valió a los visitantes para llevar la iniciativa en el marcador sin distanciarse demasiado, ya que la máxima ventaja fue de cuatro puntos (12-16, m.07), que al final del primer cuarto fue contrarrestada (20-20).

Sólo tuvo el Caja que apretar en defensa en el comienzo del segundo cuarto para poner de salida un parcial de 9-0 (29-20, m.13) con el que cogió el mando del partido.

Comas movió mucho el banquillo y eso propició que el equipo distribuyera bien sus faltas personales para mantener una intensidad defensiva de la que al Ricoh le costó salir (35-26, m.14).

El Caja, con el estadounidense Lou Roe y el croata Branimir Longin como máximos encestadores de la primera parte, marcó al descanso una máxima ventaja de once puntos (41-30) ante un adversario del que se salvó la efectividad en defensa y ataque de Rodney White, pero al que le faltó el tiro exterior -no logró ningún triple de seis intentos en los primeros veinte minutos-.

Oscar Quintana corrigió los conceptos del juego de su equipo en los vestuarios y el Ricoh Manresa que salió a la cancha tras el descanso fue otro.

Empezó a defender muy fuerte, a luchar todos los balones en las dos canastas y además también empezaron a entrar los tiros desde el exterior, con intentos muy seguidos de Albert Oliver y White.

Todo eso descentró al Caja San Fernando, que a las primeras de cambio dilapidó su ventaja de once puntos y vio como el conjunto catalán le dio la vuelta al marcador (49-51, m.25).

Un triple de un hasta entonces apagado lituano Donatas Slanina en la última jugada del tercer cuarto dejó el marcador en 60-59 para el conjunto andaluz y todo muy abierto para los últimos diez minutos.

En el parcial definitivo Slanina mostró su calidad desde el exterior y el Caja volvió a darle rapidez e intensidad a su juego, lo que sirvió para equilibrar el partido ante un Ricoh que no quiso rendirse en ningún momento.

En los últimos minutos, los visitantes echaron en falta algunos puntos en tiros libres fallados, pero su fe en la victoria y la presión en toda la chacha les hizo recuperar balones y dejar el partido abierto, hasta el punto que Alberto Oliver sobre la bocina y con un imposible triple le dio la vuelta a un 84-83 y lo dejó en el 84-86 definitivo.

84 - Caja San Fernando (20+21+19+24): Carles Marco (10), Carlos Cazorla (-), Slanina (17), Lou Roe (17), Giannoulis (11) -cinco inicial-, Phillip (6), Cherry (6), Longin (16), Cipruss (1) y Kommatos (-).

86 - Ricoh Manresa (20+10+29+27): Oliver (12), Laviña (11), Maravic (12), White (23), Ricci (20) -cinco inicial-, Martínez (5), Bader (-), Sánchez (1), Rubio (2) y Llull (-).

Arbitros: Pérez Pérez, Fernández y Sánchez Montserrat. Eliminaron por faltas personales al local Phillip (m.37).

Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante cerca de cuatro mil espectadores.