El Adecco Estudiantes logra una trabajada victoria ante el TAU (101-86)

Madrid, 7 nov. 2004 (EFE).- El Adecco Estudiantes calmó las aguas que le salpicaban con un partido repleto de buenas noticias deportivas, como la amplia victoria cosechada ante un rival de la talla del TAU Cerámica, la resurrección de Nikola Loncar, el rendimiento de Rubén Garcés (veintiocho puntos), el compromiso colectivo y el maravilloso talento de Sergio Rodríguez.

Los protagonistas de una de las semifinales 2003-04 volvieron a encontrarse en circunstancias muy distintas a las del pasado mayo. Para el Adecco Estudiantes otra derrota agravaría su situación tanto en la Liga como en los despachos; para el TAU, porque había perdido dos de sus tres anteriores encuentros en la ACB y la derrota del Barcelona en Alicante le daba la posibilidad de aproximarse de nuevo a la cabeza.

La dirección de José Manuel Calderón, cuyo estado de forma y su jerarquía dentro de la pista le convierten, hoy en día, en el mejor base español de la Liga, lanzó al Tau en colaboración con Travis Hansen. La formación vitoriana almacenó siete puntos de diferencia a los nueve minutos (15-22) contra un rival que dependía para producir en ataque, casi exclusivamente, del panameño Rubén Garcés -anotó quince de los primeros dieciocho puntos locales-.

El ambiente en la grada rozaba el cero. Sobre el parqué, sin embargo, se preparaba una reacción conjunto del Adecco Estudiantes y del público. El artífice, un talentoso base canario, Sergio Rodríguez. El mejor júnior de Europa fijo sus ojos en los de Calderón, el titular de la selección española, y en un par de acciones con su inconfundible rúbrica levantó el pabellón y dejó al equipo madrileño a un milímetro del vasco (22-23).

El Tau, además de dejarse comer el terreno, había enviado al banco con tres faltas a Hansen y también había tenido que proteger a Scola cuando al recibir la segunda personal (m.7). El equipo del Buesa Arena recuperó la tranquilidad gracias a la sociedad formada por Calderón y Sergi Vidal (26-32 m.13), pero en el Adecco Estudiantes hervía el orgullo de un hombre que se sentía en deuda con los compañeros y con la afición por su irregular principio de temporada: Nikola Loncar.

Loncar recuperó el idilio con el aro. Un parcial de 13-2 con ocho puntos del hispano-serbio dieron la primera ventaja de la tarde a los locales (39-34 m.15). A continuación, Loncar encadenó otra serie de cinco tantos para asegurar el dominio colegial de la situación en el descanso (47-45). En la cuenta del alero figuraban ya quince puntos.

El pulso de los dos primeros cuartos desembocó en un choque igualado, con los dos adversarios en un palmo de terreno. El Adecco Estudiantes, agarrado a Garcés y Loncar; el Tau a Calderón y los triples, una distancia en la que cuenta con múltiples especialistas, el primero de todos el lituano Arvidas Macijauskas.

La gran baza colegial por encima de cualquier otra, de nuevo, era Garcés. El panameño sumaba veintiséis puntos a minuto y medio para el final tercer cuarto. Trece los anotó en ese mismo periodo, pero el Tau aguantó la marea (73-69 m.30).

Sin embargo, el arranque estudiantil del último tramo agotó la reserva de aire del bloque alavés. Dos posesiones magistralmente resueltas por Nacho Azofra colocaron al Adecco Estudiantes a una distancia preocupante para el Tau (82-75 m.37). Un triple de Iker Iturbe y otro de Andrés Misó mediado el cuarto elevaron la ventaja madrileña hasta los trece puntos (90-77) y ahí, justo ahí, cayó el Tau y encontró paz, al menos temporal, el Adecco Estudiantes.

101 - Adecco Estudiantes (21+26+26+28): Azofra (10), Jasen (8), Jiménez (14), Patterson (7), Garcés (28) -cinco inicial-, Loncar (18), Rodríguez (4), Iturbe (5), Vidaurreta (-) y Misó (7).

86 - Tau Cerámica (23+22+24+17): Calderón (19), Hansen (10), Vidal (9), David (-), Scola (14) -cinco inicial-, Betts (10), Macijauskas (15), Gabini (6) y Quintero (3).

Arbitros: Amorós, Perea y Pérez Niz. Excluyeron por personales a Scola (m.40).

Incidencias: encuentro correspondiente a la octava jornada de la 11.500 Liga ACB disputado en el Palacio Vistalegre ante unos espectadores.