Sevilla/Murcia, 29 Sep. 2012 (EFE).- El Cajasol, liderado por el veterano Aíto García Reneses, la gran novedad del equipo sevillano para esta temporada, debuta mañana en la Liga Endesa ante el UCAM Murcia CB con el objetivo de arrancar con buen pie su joven y nuevo proyecto, y de suplir con ganas y talento el obligado recorte presupuestario.
El Cajasol, con el plus que supone tener al timón al técnico madrileño, el más laureado del baloncesto nacional, luchará por empezar con un triunfo esta nueva etapa ante un rival, el UCAM Murcia, igualmente muy renovado.
Sin algunos referentes de antaño, debido a la marcha del base estadounidense Earl Calloway, su compatriota Paul Davis o gente tan contrastada como 'Pancho' Jasen o Txemi Urtasun, Aíto es consciente de que, a base de trabajo y de mejora continua, su reto es formar un bloque fiable y completamente nuevo, que progrese día a día.
Para ello, el entrenador del Cajasol ha pedido a sus jugadores compromiso, ganas y trabajo para conseguir que todos juntos vayan creciendo y configurando un equipo, además de haber solicitado también comprensión y paciencia a la fiel parroquia de San Pablo.
El UCAM Murcia CB se estrenará en la Liga Endesa con la intención de comenzar una andadura que le lleve a consolidarse en la máxima categoría de la mano de Óscar Quintana como entrenador y con un equipo con ocho caras nuevas, aunque en su debut no podrá contar con una de ellas, el base estadounidense Joe Ragland.
El conjunto grana, que la pasada campaña logró la permanencia ganando en una agónica última jornada en la cancha del Asefa Estudiantes, persigue ese mismo objetivo, aunque su pretensión es alcanzarlo sin pasar tantos apuros.
Para ello ha apostado por confeccionar una plantilla en la que solo se mantienen cuatro jugadores (Josep Franch, Andrés Miso, el hispano argentino Juan Ignacio Jasen y el australiano David Barlow).
A ellos se han sumado el base Miki Servera, los escoltas Berni Rodríguez y el estadounidense Matt Gatens, los ala-pívots José Ángel Antelo y el montenegrino Igor Lutersek y dos pívots, que son el francés Kim Tillie y el estadounidense Marcus Lewis, más el mencionado Ragland.
Éste, sin embargo, no podrá participar en Sevilla, pues no ha llegado a tiempo la documentación que acredite que tiene la nacionalidad de Liberia, lo que le permitiría no ocupar una plaza de extranjero, que en el equipo están reservadas a sus compatriotas Gatens y Lewis, por lo que el joven base deberá aguardar dicha documentación para poder competir con el UCAM Murcia.
Quintana ha dicho que "los jugadores están mentalizados de que algo como esto puede ocurrir y están preparados para jugar al mejor nivel estuviera o no Ragland", y ha añadido que "el más afectado es Joe, quien venía jugando bien en la pretemporada".
El técnico cántabro ha destacado del Cajasol que es "un equipo que corre mucho, defiende bien y es muy peligroso desde la línea de tres puntos", y que para ganarle en su pista deben "dominar nuestro rebote y reducir el número de pérdidas y errores no forzados".
En el Palacio de Deportes sevillano (12.30) y con la duda del escolta Joan Sastre, que ha tenido amigdalitis, el conjunto andaluz intentará mostrar su capacidad y ambición para aprobar su primer examen e ir disipando las dudas sobre el nivel que puede dar, algo que ahora es una incógnita, como ha reconocido su técnico.
Así, ha dejado claro que son "un equipo nuevo" y con tres extranjeros debutantes en la Liga Endesa: Brian Asbury, alero estadounidense con pasaporte de Guinea Ecuatorial que se ha destapado como un buen anotador en la pretemporada, y los también norteamericanos Bradley Buckman (ala-pívot) y John Holland (escolta).
Con ellos, Aíto deberá emplear toda su experiencia y sabiduría para que se aclimaten lo antes posible a la liga española, así como combinar todos sus recursos para hacer un equipo de garantías.
A ello tendrán que ayudar gente que sigue en el club como el pívot Juanjo Triguero, el base checo Tomas Satoransky o los serbios Bogdanovic y Tepic, junto con jóvenes aún en formación como el checo Ondrej Balvin, el georgiano Beka Burjanadze o el serbio Nikola Radicevic.
Aíto ha abogado por la mejora progresiva, paso a paso, de su equipo, hasta llegar al objetivo de hacer un baloncesto "veloz, agresivo en defensa, intenso" y que tienda a ser "lo más moderno posible", con un equilibrio del juego interior y el exterior.