Madrid, 17 ene. 2004 (EFE).- El equipo gerundense volvía a Madrid una semana después de caer sin condiciones en el pabellón Raimundo Saporta, pero con otro perfil. Edu Torres por fin debutaba después de asistir a la derrota en pista madridista desde la grada y, aunque apenas ha aterrizado, el Casademont enseñó otra cara, en especial a partir del intermedio.
Seis victorias en las diecinueve jornadas anteriores y, por tanto, una posición de alto riesgo en la tabla, reclamaban respuestas inmediatas del Casademont y, por lo visto en Vistalegre, Torres ya las ha puesto sobre la mesa.
El Adecco Estudiantes ha cogido la costumbre de tomarse las cosas con mucha filosofía últimamente. Disfruta de una cómoda clasificación, ha alcanzado una eficacia defensiva envidiable y ha aprendido a medir muy bien la exigencia que le plantean sus compromisos. La visita del conjunto catalán le ofrecía otra oportunidad de jugar sin ninguna presión y disfrutar del placer de jugar para divertirse, pero se encontró con un Girona que, hasta ahora, no se había visto.
Lo curioso es esa que perspectiva destapa la versión más peligrosa del Adecco Estudiantes. El hispano-serbio Nikola Loncar tradujo esa alegría de las operaciones locales en puntos contantes y sonantes en la recta inicial con dieciséis puntos en doce minutos, la mitad exacta de la producción colegial (32-23).
Los hombres de Torres sufrían por su mal balance defensivo, castigado con fáciles contraataques madrileños, aunque mantenían un rigor ofensivo que, una semana atrás, ni siquiera soñaban. Su disciplina hizo posible que el estadounidense Andy Panko, tras serias dificultades para hacerse notar ante la canasta contraria, encadenase una racha anotadora que condujo al Casademont hasta el descanso metido de lleno en el partido (50-44).
El impulso que Panko imprimió a los suyos no sólo ajustó el marcador en la reanudación, sino que también cambió la dinámica sobre la pista. Los colegiales aparcaron su vena lúdica para hacer frente a la carga visitante y el Girona adquirió la consistencia necesaria para aspirar seriamente a un buen resultado gracias, sobre todo, a una importante mejoría defensiva.
Una falta personal seguida de técnica sobre el banco estudiantil -con los consiguientes cuatro tiros libres, transformados por Panko- y, a renglón seguido, un triple del alemán Ademola Okulaja, dieron la vuelta al choque (57-58 m.25).
El alero germano abrió una serie de cuatro de cinco triples a cargo del Casademont Girona que cambió la orientación del duelo de arriba a abajo. Panko cerró el tercer cuarto con el quinto triple en seis lanzamientos y el equipo de Torres, que parecía otro y había anotado 33 tantos en ese tramo, seis puntos por delante de sus anfitriones (71-77).
Vistalegre ardía por los cuatro costados. La confrontación desbordaba intensidad, los de casa iban a remolque y, con poco más de dos minutos del último cuarto, una decisión arbitral revolucionó el coso de Carabanchel. Okulaja agarró el aro en ataque y la tripleta de colegiales creyó que había sido un jugador estudiantil. La canasta subió al tanteador y el técnico madrileño, José Vicente Hernández, fue descalificado con una segunda técnica por reclamar.
Entre unas cosas y otras, el Casademont Girona contaba con una sólida ventaja (75-83). El Adecco Estudiantes buscó la remontada en las manos de Felipe Reyes. El pívot entró en la zona, reboteó, anotó y luchó sin descanso, pero el Casademont aguantó con la permisividad arbitral hacia sus acciones defensivas, los fallos ajenos -muchos en el tiro libre- y su propio acierto.
92 - Adecco Estudiantes (24+26+21+21): Brewer (2), Loncar (33), Jiménez (8), Reyes (16), Patterson (4) -cinco inicial-, Azofra (6), Iturbe (7), Jasen (14) y Vidaurreta (2).
99 - Casademont Girona (21+23+33+22): Myers (16), Panko (27), Okulaja (27), Trias (7), Thomas (10) -cinco inicial-, Johnson (7), Samburgaro (3), Rogers (-) y Sabat (2).
Arbitros: Amorós, Conde y Prieto. Excluyeron por personales a Rogers (m.25), Thomas (m.36), Jiménez (m.35) y Jasen (m.39). Señalaron dos técnicas y descalificaron a José Vicente Hernández, entrenador del Estudiantes, por protestar (m.25 y m.33).
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 11.500 espectadores.