¡Primer día de Camp Movistar by Liga Endesa!
Las primeras horas de los participantes han sido muy intensas. Los dos autocares de Madrid y de Barcelona han llegado al hotel a la vez. ¡Ni hecho a propósito! Maletas, mochilas... ¡Chicos, no os dejéis nada dentro! Y han cumplido a la perfección, pese al cansancio de tantas horas en la carretera. Eso sí, algunos han aprovechado el trayecto para hacer sus primeros amigos.
Ya dentro del hotel, han escuchado las primeras palabras de bienvenida y han recibido las mochilas del Camp Movistar con todo el material exclusivo: equipación de entrenamiento, polos, pantalones, sudadera, cantimplora y el gorro para la piscina. Además, han conocido ya a sus respectivos monitores. ¡Y qué monitores! Realmente, no sabemos aún quién tiene más energía.
Tras la recepción, los mayores se han ejercitado por primera vez en el pabellón. El contacto con el que será escenario de las prácticas de basket ha sido muy positivo. De hecho, hemos coincidido en la pista con los últimos minutos de entrenamiento de la selección andorrana de 3x3, a la que mañana veremos en acción en el clasificatorio para el Europeo de la categoría.
En este debut ya hemos podido ver las habilidades, e incluso progresión, de algunos grupos. Primeras carreras, primeras canastas... y a sudar un poco. No mucho, que Andorra nos ha recibido con una temperatura agradable.
Mientras, los más pequeños se han quedado en el hotel realizando algunas actividades, como algunas manualidades. Y también han aprovechado para entablar amistades.
Y ha llegado la hora de reponer fuerzas con una cena que algunos han disfrutado al máximo. Algunos iban y venían del buffet con platazos de espaguetis hasta arriba o con tres trozos de sandía. Caray, cómo comen.
El primer día lo hemos cerrado con un pequeño paseo cerca del hotel. En la noche de San Juan es tradicional que la gente salga a la calle a lanzar petardos, cohetes y todo tipo de material pirotécnico, alguno muy luminoso y divertido. Pero lo más espectacular ha sido el grupo de "fallaires", un pasacalles en el que se giran grandes mallas encendidas, que se convierten en hechizantes bolas de fuego. Un arte muy arraigado en Andorra desde hace casi un siglo.
Y con esto hemos puesto fin a las primeras horas de Camp Movistar 2017. Mañana los levantaremos bien pronto. Seguro que se habrán recuperado de tanto trasiego y que se lo pasarán aún mejor que hoy.