Redacción, 15 Nov. 2014 (EFE).-La derrota en Euroliga, en Estambul ante el Anadolu Efes, hace que el partido contra el Sevilla adquiera un valor especial para el Real Madrid que no desea pasar, sin solución de continuidad, de invicto, en España y en Europa, a una "semana horribilis".
La planificación de la temporada del Real Madrid, pasa por no desarrollar las potencialidades del equipo de una forma apresurada, al contrario, se está buscando no castigar en exceso a los jugadores para que puedan llegar en plenitud a los momentos importantes de la temporada, cuando se lucha por los títulos.
Así las cosas y aunque una derrota nunca es deseable ni buena, el Real Madrid ha acogido la cosechada este viernes en Estambul con una gran naturalidad y casi como quitándose un peso de encima.
Ausente el gran juego de la temporada pasada, el equipo de Laso estaba calcando los resultados del año pasado con doce victorias y ninguna derrota en partido oficial, lo que a la larga siempre ocasiona tensiones, comparaciones y otros aspectos no muy recomendables a más de seis meses para la lucha por los títulos.
Perder en el último segundo tras un palmeo y en una pista como el Abdi Ipecki, es algo perfectamente asumible, máxime cuando no tiene trascendencia alguna y el pase al 'Top 16' está prácticamente garantizado.
Otra cosa sería perder contra el UCAM Murcia este domingo, un equipo que no ha conseguido derrotar al Real Madrid nunca en las dieciséis visitas anteriores y que el año pasado cayó con estrépito en el Palacio de Deportes por 102-65.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, no podrá contar con Rudy Fernández, todavía convaleciente de la intervención que sufrió en el dedo anular de la mano derecha, ni con Marcus Slaughter, que no ha sido dado de alta en la Liga.
El resto de jugadores estará dispuesto para jugar, algunos más que otros, como Salah Mejri y Facundo Campazzo, a los que el técnico no sacó en Estambul ni un solo segundo.
El Madrid buscará la victoria, seguir siendo el único invicto en la Liga y, de paso, alejar la posibilidad de tener una "semana horribilis".
El Universidad Católica de Murcia Club Baloncesto, "jugando a tope cada segundo del partido", como ha dicho su entrenador, Diego Ocampo, buscará mañana ser el primer equipo de la Liga Endesa que vence esta temporada al Real Madrid, líder de la competición y que recibirá al conjunto grana precisamente después de haber perdido ayer su primer encuentro en la Euroliga.
El UCAM, que ha vuelto de vacío en sus 16 visitas a la cancha blanca en competición liguera y en la que afrontó en la Copa del Rey hace ya más de 20 años, no viajará a la capital de España derrotado de antemano. Así lo ha dejado claro Ocampo, quien ha alentado a sus jugadores para "luchar" por lo que jamás ha conseguido el club a lo largo de sus 30 años de historia.
"Ante todo tenemos que luchar y lo más importante es ir a jugar a tope cada segundo y que cada jugador dé el 100%. Da igual como vaya el marcador, pues nosotros no podemos bajar el nivel por mucho que haya parciales en contra o que Sergio Rodríguez nos meta dos canastones seguidos. Habrá malos momentos para nosotros en el partido, pero no tenemos que venirnos abajo y no podemos pararnos viendo lo buenos que son", ha explicado al referirse a este encuentro de la séptima jornada del campeonato y que el UCAM afrontará siendo el sexto clasificado con un bagaje favorable de cuatro triunfos y dos derrotas.
Independientemente de que gane, algo que sería sorprendente, o de que pierda, que sería lo más lógico, el técnico gallego afronta este choque con una idea clara. "Queremos que cuando acabe el partido nosotros nos sintamos orgullosos de lo que hemos hecho y que la afición también sienta lo mismo", ha manifestado, al tiempo que ha dado las claves para tener opciones de triunfo. "No podemos cambiar nuestra idea de baloncesto y si tenemos opciones de jugar rápido lo haremos, aunque es fundamental controlar el ritmo del partido y eso hay que hacerlo sobre todo desde la defensa y dominando el rebote", ha apuntado.
De los 11 jugadores de la actual plantilla grana, sólo el base Carlos Cabezas ha sido capaz de ganar en Madrid, algo que hizo siendo jugador del Unicaja de Málaga en tres ocasiones.
"Carlos sabe el equipo y nos está ayudando para transmitirle al grupo que se puede ganar allí", ha comentado su entrenador, mientras que el propio jugador malagueño ha indicado durante la semana que "vencer en una pista como la del Madrid o la del Barcelona es muy difícil y cuando se hace uno siente una alegría inmensa" para añadir que "es importante cuidar los pequeños detalles y mantener la concentración durante los 40 minutos de partido".
El cuadro grana, que sigue sin poder contar el escolta estadounidense Scott Bamforth, quien padece un esguince del ligamento lateral externo de la rodilla izquierda, estará arropado por al menos 200 seguidores en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
