Valladolid, 12 Nov. 2011 (Inés Morencia, EFE).- El Blancos de Rueda Valladolid se ha impuesto con solvencia al FIATC Joventut, con un magistral Hervé Touré, que aportó confianza al equipo y le permitió controlar el encuentro prácticamente desde el inicio, lo que le concede una dosis de moral después del varapalo sufrido en Málaga.
Los catalanes tomaron la iniciativa en el marcador, al aprovechar los despistes iniciales del cuadro local, pero los vallisoletanos no tardaron en entonarse y, con Dumas dirigiendo al equipo de forma organizada, consiguieron dar la vuelta al resultado merced al buen trabajo colectivo, fundamentalmente en la parcela defensiva.
Todos los jugadores se aplicaron, lo que permitió al Blancos de Rueda adquirir una renta de nueve puntos (17-8, min. 8), que obligó a Salva Maldonado a solicitar su primer tiempo muerto, pero la defensa visitante se las vio y se las deseó para frenar a un inspirado Touré, que anotó diez puntos sólo en el primer cuarto, para llevar a su equipo a obtener una importante ventaja (27-10).
Los vallisoletanos pudieron mantener las diferencias en el electrónico merced a las numerosas imprecisiones cometidas por el FIATC Joventut, pero cuando se perdona tanto, al final se acaba pagando, y eso es lo que le sucedió al Blancos de Rueda, que se relajó en defensa, concediendo a su rival la posibilidad de redimirse.
Obasohan calentó la muñeca y, con dos triples consecutivos, situó a su equipo a sólo seis puntos (31-25), una sangría que Luis Casimiro intentó frenar con un receso, en el que solicitó más intensidad a sus pupilos y que tuvo un efecto inmediato, ya que Touré salió al rescate e insufló nuevas fuerzas a sus compañeros.
Una vez recuperado el orden defensivo, el cuadro local se recompuso sin problemas, para llegar al descanso con una ventaja de 18 puntos (51-33).
Tras la reanudación, el partido se convirtió en un toma y daca entre los dos equipos, por lo que los vallisoletanos no sólo lograron mantener las diferencias, sino que llegaron a una máxima de 21 puntos (70-49), con Diego García y Jason Robinson comandando la iniciativa ofensiva, que se quedaron en 18 al final del tercer cuarto (70-52).
El FIATC Joventut, con un destacado Eulis Báez, que regresaba a Pisuerga con su nuevo equipo, no bajó los brazos, e intentó presionar a los locales para intentar variar el rumbo del partido, lo que logró en primera instancia situando un parcial de 0-8 tras el que Casimiro tuvo que pedir un tiempo muerto (73-60).
Y aunque los catalanes se quedaron a diez puntos (77-67), el Blancos de Rueda no perdió la calma y, con el buen trabajo colectivo, de nuevo con Diego García como protagonista, retomó la dinámica positiva anterior para terminar imponiéndose por 86-67 a un rival directo.
86 - Blancos de Rueda Valladolid (27+24+19+16): Dumas (8), Diego García (21), Robinson (15), Touré (24), Seawright (8) -cinco inicial-, Nacho Martín (2), Uriz (2) e Isaac López (6).
67 - FIATC Joventut (10+23+19+15): Oliver (6), Jelinek (3), Eyenga (11), Báez (20), Williams (5) -cinco inicial-, Obasohan (13), Trias (2), Norel (4), Van Lacke (3), Bassas (-) y Llovet (-).
Árbitros: De la Maza, Peruga y Martínez Díez. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la séptima jornada de Liga Endesa, disputado en el pabellón Pisuerga ante 4.300 espectadores.