Madrid, 4 jun. 2010.- ¡Continúa la semifinal! El Real Madrid logró forzar el quinto y definitivo choque de la serie al imponerse al Caja Laboral por un claro 80-62 en el encuentro menos igualado de los cuatro disputados hasta el momento y en el que el equipo blanco hizo toda una declaración de intenciones desde el salto inicial.
El Real Madrid, que partía de inicio con la baja de Jorge Garbajosa, se hacía con la primera posesión del partido y, como sucediera en el choque disputado el pasado miércoles, era Ante Tomic el encargado de abrir el marcador, logrando además cargar a Tiago Splitter con su primera personal cuando apenas habían transcurrido treinta segundos. Y sólo un minuto después, el pivote brasileño ya presentaba en su estadística la segunda falta, algo que podía convertirse en un auténtico problema para el equipo de Dusko Ivanovic.
Siguiendo la estela de lo que sucedió en el último cuarto del anterior partido, los de Ettore Messina salieron enchufados, sumando de tres en tres en cada posesión, lo que les llevó a sumar un parcial de 11-2 de inicio, con triples de Prigioni y Felipe Reyes que provocaban el primer tiempo muerto del técnico baskonista.
Y la reacción llegó de la mano de su estrella, Tiago Splitter, que anotaba cinco de los siete puntos que presentaba su equipo en el minuto 4 (13-7). Así, se entró de nuevo en esos momentos de parciales alternativos que ya hemos vivido en los tres partidos anteriores, siendo Mirza Teletovic quien, con canasta más adicional, se encargaba de completar un parcial de 0-11 para colocar a su equipo por delante a falta de un minuto para el final del primer cuarto (21-24), al que se llegó con 24-26.
El segundo periodo se iniciaba con la salida a pista de tres nuevas piezas en el bando vitoriano (Eliyahu, Ribas y Golubovic), frente a un único cambio en el cinco blanco (Lavrinovic).
Y como ya es costumbre, se entró en un periodo de alternancias, en el que el poderío interior de los pívots blancos, se enfrentaba a la buena circulación de balón que estaba teniendo su rival. Así, el equilibrio volvía a marcar el devenir del choque.
Pero una vez más Ante Tomic y el acierto exterior que tanto le había faltado al Real Madrid en los encuentros disputados en Vitoria, representado en los dos triples consecutivos logrados por Louis Bullock abrían una pequeña brecha en el marcador a favor del conjunto madrileño (45-39), que llegaba a 8 puntos a 50 segundos para el final, tras canasta de Felipe Reyes (47-39), momento en el que Ivanovic volvía a pedir tiempo muerto para ordenar las últimas jugadas de su equipo.
Sin embargo los baskonistas, que tuvieron el balón hasta el final del periodo, sufrieron la férrea defensa del equipo blanco, que impidió que el marcador variara antes de que los equipos se marcharan al vestuario.
El Caja Laboral, que había tenido que ir a remolque durante muchos minutos, especialmente porque Pablo Prigioni estaba siendo quien marcara el ritmo que mejor le iba a su equipo, tenía que encontrar una solución si no quería tener que jugar de nuevo el domingo.
Otro aspecto fundamental a mejorar, la clara superioridad en el rebote mostrada por los locales, que lograban 15 capturas frente a las 7 de los baskonistas.
Pero la noticia, negativa en la reanudación, era la lesión de Sergio Llull, el principal baluarte del equipo de Messina en el triunfo del miércoles, que se torcía el tobillo en el segundo periodo y ya no volvería a jugar.
Sin embargo, esto no pesó en las filas blancas, que seguían minando la moral de su rival. En cada ataque, amagaba con el pase interior, obligando a la defensa rival a cerrarse dentro de la zona y provocando los huecos necesarios para que los exteriores siguieran anotando a placer. Así, la diferencia en el marcador comenzaba a ser preocupante para los de Ivanovic, que veían como el Real Madrid se ponía a 12 puntos en el minuto 26 (55-43).
A cada intento de reacción visitante, respondía el Real Madrid con una acción que levantaba a una afición que no había fallado a su equipo, pese a estar disfrutando la Comunidad de Madrid de un largo puente.
Vistalegre vibraba viendo como la posibilidad de llegar al quinto partido estaba cada vez más cerca, aunque el Caja Laboral no estaba dispuesto a tirar la toalla tan pronto y, tras una canasta de Eliyahu, se ponía de nuevo a sólo cinco puntos cuando se entraba en el último minuto del periodo (61-56). Un triple de Marko Jaric, sin embargo, dejaba de nuevo en 8 la diferencia al término del mismo (64-56).
La intensidad y las ganas de prolongar la serie de cada jugador del Real Madrid, contrastaba con la imprecisión que mostraba el Caja Laboral cada vez que el balón caía en sus manos.
Y eso se fue haciendo cada vez más patente con el transcurso de los minutos, en los que la ventaja se iba haciendo cada vez más importante para los locales, que acariciaban el triunfo mediado el último periodo (74-58), sacando provecho de la superioridad bajo los tableros y de la efectividad de cara al aro.
El público disfrutaba, hacía la ola y festejaba lo que ya parecía una realidad, mientras Dusko Ivanovic y Ettore Messina daban nuevas indicaciones a sus hombres en un tiempo muerto a dos minutos para el final (76-60).
Finalmente, triunfo merecido del Real Madrid (80-62), 2-2 en la eliminatoria y el domingo en el Buesa Arena el cara o cruz, el ser o no ser en la ACB, convertirse en finalista o cerrar la temporada.
Mientras, el Regal F.C. Barcelona sigue esperando rival.