Inés Morencia. Valladolid, 13 feb. 2010 (EFE).- El Blancos de Rueda Valladolid volvió a mostrar su pundonor y sus armas más letales, el juego en equipo y la organización defensiva, para sumar una nueva victoria, en este caso, ante un DKV Joventut que se vio sorprendido por el buen hacer del equipo vallisoletano.
Y eso que salió frío en defensa, lo que permitió al DKV Joventut imprimir un intenso ritmo de juego que desarboló al cuadro local, sobre todo en la faceta reboteadora, donde el dominio del conjunto catalán fue evidente, con lo que pronto dominó en el electrónico (7-15, min.7).
Y aunque el técnico del Blancos de Rueda, Porfi Fisac, solicitó un tiempo muerto para intentar reorganizar a su equipo, muy descentrado en esos minutos iniciales, los visitantes no bajaron su nivel y, con un gran juego colectivo, comandado por un efectivo Tomàs desde la línea exterior, ampliaron la renta hasta los doce puntos (13-25).
El equipo vallisoletano inició con mejor pie el segundo cuarto, ya que se produjo una clara mejoría en el juego interior y surgió la garra y el coraje que caracteriza al Blancos de Rueda, en este caso centrado en la figura de Robert Battle, lo que le hizo recortar distancias (32-37, min.19).
Un seguro Bogdanovic desde la línea de 6,25 volvió a conceder cierto respiro al DKV Joventut, pero éste se quedó en un pequeño hálito, ya que Chase le dio la réplica con otro triple, lo que permitió a su equipo mantener esa desventaja de sólo cinco puntos (35-40).
Tras el descanso, el Blancos de Rueda mostró su mejor imagen, con una gran seguridad en los lanzamientos, precisión en los pases y una circulación fluida, que propició un cambio de dueño en el marcador (53-48, min.28), que obligó a Sito Alonso a pedir tiempo para intentar frenar la remontada local.
Pero el DKV Joventut había perdido el rumbo y los locales, más asentados en la pista, pudieron aumentar su ventaja hasta los siete puntos (55-48), después de una gran defensa que impidió al DKV anotar un sólo punto en los últimos cinco minutos del tercer cuarto.
El Blancos de Rueda se convirtió en una formación de espartanos, que defendía con uñas y dientes una renta que llegó a los trece puntos (63-50) en el minuto 34, merced a una gran actuación en defensa -donde Grunfeld destacó especialmente-, pero un triple de Valters despertó al DKV Joventut, que comenzó a desplegar sus armas.
Tucker se convirtió en todo un revulsivo para su equipo, que se situó a tres puntos (66-63) a falta de dos minutos para el final, que fue totalmente agónico, con un Blancos de Rueda que cometió algunos errores pero acabó por rubricar la victoria.
71 - Blancos de Rueda Valladolid (13+22+20+16): Chase (8), Van Lacke (3), Diego García (8), Battle (14), Barnes (10) -cinco inicial-, Dumas (17), Grunfeld (2), Isaac López (9) y Baldo (-).
67 - DKV Joventut (25+15+8+19): Mario Fernández (2), Tomàs (13), Tucker (15), Bogdanovic (17), Hernández-Sonseca (7) -cinco inicial-, Franch (1), Valters (7), Koffi (2), Jelinek (3) y Eyenga (-).
Árbitros: Pérez Pérez, Araña y Cardús. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo segunda jornada de Liga ACB disputado en el pabellón Pisuerga ante 6.085 espectadores. El CB Valladolid entregó 2.000 euros a Unicef, que los destinará a los damnificados del terremoto de Haití, gracias al éxito de la operación \"bocata solidario\", por la que se pusieron a la venta mil bocadillos al precio de dos euros, que los aficionados agotaron.