El Akasvayu Girona firma la cuarta derrota estudiantil (88-96)

Por Jorge Muñoa. Madrid, 27 oct. 2005 (EFE).- El Akasvayu Girona certificó la cuarta derrota del Adecco Estudiantes en la Liga 2005-06, un curso que todavía no ha visto ganar al equipo de Juan Antonio Orenga, que acaba de registrar el primer triunfo a domicilio del proyecto gerundense y que ya suma dos encuentros seguidos sin que Carlos Jiménez juegue un solo minuto.

El equipo de Edu Torres sufrió un calvario en la primera salida de la temporada, a la cancha del TAU Cerámica, y afrontó la visita a un rival en horas bajas como la oportunidad idónea para estrenarse a domicilio. Su presentación en el Madrid Arena, que se abría oficialmente en la ACB, hizo presagiar un nuevo fiasco colegial y, al cabo de la tarde, así ocurrió.

El italo-argentino Federico Kammerichs, el lituano Darius Salenga y el estadounidense Arriel McDonald se apostaron en la línea de triples y cosieron el aro madrileño. El Akasvayu Girona salió con un 0-7 y, después de seis triples en cinco minutos, se colocó con 9-22 en medio del más absoluto desconcierto local. La falta de acoplamiento defensivo y los nervios generalizados del Adecco Estudiantes se traducían en un auténtico queso de 'Gruyere' que los tiradores rojos perforaban como querían.

Los madrileños eran carne de cañón. A los seis minutos perdían por quince (11-26) y Orenga tuvo que parar el partido. La cuarta derrota planeaba sobre la cabeza de los colegiales y, además, con pinta de hacer daño. Mientras Carlos Jiménez rumiaba su desesperación en una esquina del banco, el técnico dio entrada a Nacho Azofra y a Andrés Miso en un intento límite por volver al partido.

Azofra y Miso obraron el milagro. El base y el escolta dieron solidez a la defensa en el perímetro y el Adecco Estudiantes, agarrado a un Carlos Suárez enrabietado, inició una remontada vertiginosa. De perder por quince a los seis minutos pasó a ganar por uno diez después (36-35) gracias a dos tiros libres de Hernán Jasen que culminaban un parcial de 25-9.

La reacción colegial llegó con un quinteto enteramente nacional ante la poderosa legión extranjera del Akasvayu Girona que, sin embargo, volvió a encontrar los puntos de Kammerichs para dejar el marcador en pie de igualdad en el descanso (47-46).

El Adecco Estudiantes es, hoy en día, un equipo herido. Tiene mucho trabajo por delante y muchas cosas que resolver, pero estaba al borde, amenazado con la cuarta derrota consecutiva, y necesitaba un golpe de timón. El afán por mirar al final del túnel y la esforzada recuperación del primer tiempo le ayudó a plantar cara a una nueva descarga gerundense en el tercer cuarto (58-57 m.27).

La siguiente andanada del Akasvayu Girona, por el contrario, tocó la línea de flotación estudiantil. McDonald y Salenga dieron forma al despegue catalán en las últimas posesiones del periodo y el Adecco Estudiantes cerró el tercer tramo con una losa de diez puntos encima que, además, el estadounidense Spencer Glover, todavía a prueba, aumentó nada más arrancar la última parte con otro triple (60-73).

El fantasma de la derrota planeaba de nuevo por el Madrid Arena y Jiménez seguía en el banco. Los madrileños iban contrarreloj y embistieron con un 0-7 que, después de todo, fue su epitafio. El Akasvayu Girona dio las riendas a Raül López, apretó los dientes en defensa aplicó un mínimo de paciencia delante del aro para y conquistó el botín en el nuevo feudo estudiantil.

88 - Adecco Estudiantes (22+25+13+28): Rodríguez (4), Jasen (18), Suárez (21), Bueno (15), Will McDonald (15) -cinco inicial-, Azofra (5), Miso (-), Iturbe (2) y Vidaurreta (8).

96 - Akasvayu Girona (31+15+24+26): Arriel McDonald (22), Salenga (14), Kammerichs (21), Gabriel (2), Thompson (6) -cinco inicial-, Vázquez (7), Myers (10), Udrih (2), Glover (3), Espinosa (2) y López (7).

Arbitros: De la Maza, Redondo y Cardús. Excluyeron por personales a Iturbe (m.34), Bueno (m.38), Myers (m.38), Gabriel (m.40) y Will McDonald (m.40).

Incidencias: encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la primera fase de la Liga ACB disputado en el Madrid Arena ante unos 7.500 espectadores.