Por Jorge Muñoa. Madrid, 23 feb (EFE).- Un ramalazo de rabia cuando el horizonte amenazaba diluvio cambió la suerte de un partido casi decidido a favor del Pamesa que terminó en manos del Real Madrid gracias a muchos factores, pero sobre todo a la valentía de un prometedor Eduardo Hernández, cuya osadía sacó del pozo a su equipo cuando más lo necesitaba.
Cinco reveses en las seis últimas salidas fuera del Raimundo Saporta en el debe madridistas -el más reciente, contra el Fuenlabrada, con tintes de lección-, y el par de derrotas seguidas encajadas por los valencianos ante el Unicaja y el Joventut añadían una ración extra de presión sobre los dos equipos.
Para el Madrid, la cuestión consistía en lavar la mala imagen ofrecida la jornada previa. Para el Pamesa, en un nuevo intento de imponerse ante uno de los grandes de la Liga, su asignatura pendiente después de cinco meses de competición que sigue sin aprobar.
Sergio Scariolo recurrió al juego interior y la superioridad en centímetros y kilos de Dragan Tarlac y Eric Struelens ante sus pares para sacudirse la tensión. Diez puntos en siete minutos entre el greco-serbio y el belga reflejaban el acierto del técnico italiano al apostar por ellos como brazo ejecutor (17-12).
El Pamesa, entre tanto, daba la sensación de estar buscándose a si mismo y encontrarse sometido a un tremendo riesgo de perder el rumbo. Sin embargo, la opción de Luis Casimiro también era buena. Como dentro de la zona todo eran problemas, el entrenador manchego volvió la vista al perímetro y allí encontró a Víctor Luengo. El alero aportó el revulsivo que necesitaba el Pamesa. Hizo cuatro de cuatro en triples en los dos primeros cuartos y lanzó a su equipo mientras el Real Madrid caía en la desorientación por la lesión de Struelens -retirado a los nueve minutos- y la falta de contundencia defensiva.
La reacción valenciana abrió una brecha de siete puntos muy incómoda para la moral madridista (25-32 m.17), pero la aparición del joven Eduardo Hernández y el mordiente de Alberto Angulo frenaron en seco al Pamesa, que en los tres minutos previos al descanso encajó un parcial de 14-3 y retornó al vestuario a remolque en el marcador (39-35).
A Luengo no le afectó. Volvió a la cancha igual de motivado y con la muñeca igual de caliente. Golpe a golpe, el alero levantó otra vez al Pamesa, que en la recta final del tercer cuarto sólo había concedido seis puntos en su aro y había llevado el partido al terreno donde quería tenerlo (45-47), con el Madrid en desventaja y muy alterado por el trabajo de la tripleta arbitral.
Las protestas les costaron dos técnicas a los madridistas. La primera a Aleksandar Djordjevic. La segunda, cargada sobre Tarlac, que caía eliminado por faltas, sirvió de plataforma de despegue para los hombres de Casimiro, cada vez mejor conectados al control del juego.
La consolidación valenciana crecía en la misma medida que menguaba la autoridad del Madrid, que sentía el final encima y no encontraba fuerzas para rehacerse (55-63 m.35). Después de todo, la discusión continuaba centrada en la disposición psicológica de ambos cuadros y, en sólo un puñado de acciones, esa baza cambió de bando. Eduardo Hernández sumó nuevos méritos a su currículo con un buen tiro exterior y, en la siguiente jugada, un demoledor tapón a Francisco Elson que Djordjevic transformó en triple al otro lado de la pista.
Un tiro libre a cargo de Dusan Vukcevic completó el varapalo moral para el Pamesa, que en un nuevo ataque blanco perdía definitivamente toda la renta acumulada en las horas de zozobra local (63-63 m.38). Sonaba a zafarrancho, pero el Pamesa ya había sido derrotado. Los fallos en los lanzamientos a partir del empate y la rabia del Madrid, contenida sólo para anotar los tiros libres y administrar el tiempo en las posesiones clave, culminó la rendición de un grupo que llegó a palpar el triunfo y no supo agarrarlo.
Scariolo: "Si alguna vez se puede utilizar el término de victoria épica, es hoy"
El técnico del Real Madrid, Sergio Scariolo, declaró tras el partido en el que su equipo se impuso al Pamesa Valencia que "si alguna vez se puede utilizar el término épico en baloncesto es hoy", después de las lesiones de Struelens (distensión del ligamento lateral interno de la rodilla derecha) y de Iturbe.
"Si alguna vez se puede utilizar el partido épico hay que utilizarlo para este partido con la situación en la que nos hemos encontrado nunca nos hemos visto en una situación donde hemos tenido que hacer un trabajo titánico. Quizá el trabajo de los cuatro pequeños y las defensas alternativas hayan paralizado al Pamesa. De todas formas, hay que saber hacerlo y ha sido un trabajo muy duro. Hemos conseguido mantener en números bajos a Hopkins y Alston y el equipo tiene que estar muy orgulloso de esto", aseveró.
"He visto el uso de la palabra excusa tratándose de bajas, pero ningún jugador ni entrenador del Real Madrid hemos utilizado las bajas después de una derrota como excusa. Nosotros no la hemos utilizado nunca, en ningún momento. Sobre todo hoy, ha sido una demostración de orgullo, hoy habría sido fácil excusarnos en las lesiones, pero precisamente hoy hay que valorar el esfuerzo de mis jugadores. Este tipo de actitudes es lo que enseña cosas del deporte", manifestó el técnico italiano.
Respecto a la recuperación de sus jugadores explicó: "Hay que tener bien claro el criterio, y este es el riesgo. Cuando un jugador puede actuar, pero sin riesgo de empeorar su lesión, de acuerdo, pero cuando puede lesionarse con riesgo, está claro, ese jugador no juega. Cuando un jugador que ha estado sin actividad física 20 días necesita ritmo y el equipo también. A eso me refiero cuando hablo de recuperación total".
Scariolo también tuvo palabras sobre la quinta falta de Tarlac, motivada por protestar. "Hay que tener un gran autocontrol y responsabilidad en esos momentos. Un jugador que se ve perjudicado puede tener un alto nivel de nervios, alto de retribución y alto de control", concluyó.
Casimiro: "Hemos llevado el peso del partido"
El entrenador del Pamesa Valencia, Luis Casimiro, señaló finalizado el encuentro de liga ACB ante el Real Madrid y en el que han visto cómo caían derrotados que han "llevado el peso del partido bien durante gran parte, salvo los momentos finales del primer parcial y del último cuarto".
"Hemos llevado el peso del mismo durante gran parte salvo los finales del primer tiempo y del partido. Estábamos haciendo una buena defensa, en ataque jugábamos con cierta claridad, excepto en el primer tiempo y en el tramo final", señaló aunque explicó que "normalmente la culpa es siempre del entrenador. Siempre". "Nunca me quejo de mis jugadores. Jamás", atajó.
"Si repasase los últimos tiros vería que están bien, haces bien la selección, pero no la metes. Hemos fallado en esa faceta de juego". El técnico hizo referencia a la defensa del conjunto de Scariolo. "Hay que darle mérito a la defensa del Madrid. Optas por cuatro pequeños porque con los grandes Vuckevic anota con facilidad porque necesitas ganar el partido en defensa y también en ataque. El rebote que nos quitamos entre dos jugadores del Pamesa es donde está la diferencia", declaró.
En referencia a las tres últimas derrotas que atesora el conjunto de Casimiro, este señaló que: "Los tres últimos partidos el trabajo del equipo ha sido magnífico la pena ha sido que no hubiéramos podido ganar. Este ha sido por más aciertos del Madrid que por deméritos nuestros. No como en el caso de los dos anteriores", finalizó
Real Madrid
JORNADA 22 - Liga Endesa
Pamesa Valencia
Real Madrid
Pamesa Valencia
Real Madrid se impone al Pamesa y a las circunstancias (74-69)
El Real Madrid superó al Pamesa Valencia por 74-69 en un partido que dominaba claramente el equipo valenciano a unos minutos del final. El Madrid sufrió numerosos contratiempos, ya que a la baja de Tabak se unió la prematura lesión de Struelens y la eliminación por faltas de Tarlac en el tercer cuarto. Hernández Sonseca no sólo cumplió, sino que fue decisivo