Murcia, 6 Abr. 2013 (EFE).- El UCAM Club Baloncesto Murcia tratará de acabar con la racha irregular que tiene en el Palacio de los Deportes y ganar al Uxue Bilbao Basket en un partido que afronta en una situación relativamente cómoda en el que buscará la victoria para evitar complicarse la permanencia en la Liga Endesa.
El cuadro grana, décimo cuarto clasificado con un bagaje de 11 victorias y 16 derrotas, conserva tres triunfos de ventaja con respecto a los puestos de descenso y está a tres victorias de las posiciones que permiten disputar los playoff por el título.
Aunque este objetivo ya está prácticamente descartado, debido a que debería adelantar a seis adversarios en la tabla en las siete jornadas que faltan para que concluya la fase regular.
Así pues, todo pasa por asegurar la salvación y para ello la mejor fórmula es ganar sus partidos y no tener que estar pendiente de lo que hagan los equipos que tiene por detrás en la clasificación.
El encuentro de mañana, en el que el UCAM seguirá sin contar con José Ángel Antelo por la lesión que arrastra el ala pívot gallego, tendrá una connotación especial para Berni Rodríguez, el escolta que afronta su primera temporada en el UCAM tras llegar al club el pasado verano procedente del Unicaja, ya que disputará su partido número 500 en la máxima categoría del baloncesto español.
A esa cifra solo han llegado tres jugadores que siguen en activo: Juan Carlos Navarro, del Barcelona Regal, Felipe Reyes, del Real Madrid, y Álex Mumbrú, del Uxue Bilbao.
El exterior andaluz, de 32 años, ha dicho que es "un orgullo" estar en este selecto grupo. "Es la única estadística que me gusta, pues habla de que el trabajo hecho ha sido bueno y eso me ha permitido seguir en una liga tan competitiva como es la ACB", ha señalado.
Su entrenador, Óscar Quintana, se ha centrado en el valor del choque y se ha mostrado confiado en la reacción de su equipo tras el varapalo sufrido en Valladolid, donde el UCAM cosechó la mayor paliza desde que lo entrena el técnico cántabro hace un año y dos meses.
"El partido de Valladolid ya no tiene solución y ahora toca ganar en casa", ha indicado, al tiempo que ha elogiado al Uxue Bilbao, del que ha destacado que tiene "mucha experiencia y mucha calidad".
El Uxue Bilbao llega con la intención de recuperar la inercia positiva en la Liga Endesa después de dos derrotas consecutivas a seis días de disputar el próximo sábado el partido más importante de su historia frente al Lokomotiv Kuban en la final de la Eurocopa.
Los preparativos de esa gran cita de Charleroi y los rumores de una posible huelga de la plantilla por impagos a los jugadores, negados tajantemente por el capitán Alex Mumbrú, han eclipsado esta semana un partido de gran trascendencia para los 'hombres de negro' de cara a la cada vez más enconada pelea por la cuarta plaza.
Los últimos tropiezos frente al Manresa Basquet y el Mad-Croc Fuenlabrada no han apeado al Uxue de esa última posición que dará derecho a ser cabeza de serie en las series por el título, pero sí le han distanciado casi definitivamente del tercer puesto y han comprimido de manera notable la zona de 'play off'.
Es por ello que el técnico, Fotis Katsikaris, le ha otorgado a este encuentro un doble valor, por un lado para fortalecer su debilitada posición en la competición doméstica y por otro para recuperar su juego y sensaciones positivas antes de intentar llevar el primer título a las vitrinas del club bilbaíno.
El preparador heleno espera disponer de toda su plantilla con la excepción de Álex Mumbrú, baja de última hora por un esguince de tobillo. En principio estarán tanto Milovan Rakovic, que se ha perdido los últimos encuentros debido a unos problemas físicos y se incorporó al grupo el jueves, como Roger Grimau.
El ala-pívot sufrió un esguince el pasado martes que en principio no reviste gravedad, mientras que el exterior presenta problemas en una de sus rodillas desde hace un par de días aunque, según el técnico, "tiene que aguantar" para ayudar al equipo en estos dos próximos encuentros.