Crónica

Navarro enarbola el espíritu de 2007 (69-80)

El F.C. Barcelona Regal disputará su cuarta final consecutiva, récord en fases finales, tras dejar en la cuneta al anfitrión Caja Laboral (69-80) con un letal parcial 0-16 en la recta final. Navarro, máximo triplista de la historia de la Copa del Rey, fue determinante con 20 puntos para repetir la hazaña de 2007 y llevar a su equipo a la final

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Redacción, 9 Feb. 2013.- Otro cachito de historia en esta Copa 2013 de récords. El FC Barcelona Regal se convierte en el primer equipo capaz de llegar a cuatro finales consecutivas tras vencer por 69-80 al anfitrión Caja Laboral en un encuentro que se rompió en el último cuarto.



El equilibrio en su juego le dio la iniciativa al Caja Laboral en los primeros minutos (16-7, m.7) aunque un 0-6 impulsado por Jawai y un triple de Oleson apagaron las alarmas muy pronto (19-18, m.10). A continuación, apareció la inspiración Oleson contra su ex replicada por el mejor Pleiss del año, culpable de la ventaja vitoriana (39-35) al descanso.

El tercer cuarto, trepidante, tuvo de todo. Los de Pascual arrancaron con un 0-7, aunque los puntos de Lampe y un par de triples en un minuto volvieron a darle la vuelta a la tortilla (57-53, m.29). Duraría poco tiempo. Con Lorbek apareciendo por fin, Rabaseda marcando la diferencia y Navarro desmelenándose en ataque, el FC Barcelona Regal endosó un 0-16 (57-69, m.35) que acabó por romper el partido para siempre para, 6 años después de aquella Copa del Rey en Málaga, conseguir que un no cabeza de serie se clasifique para la final.

El equilibrio se encuentra con Jawai

El lenguaje es rico. El lenguaje evoluciona. Las palabras se alimentan de la experiencia y crecen. Por eso, quizás vaya siendo hora de dejar de usar solo “Clásico” para el tradicional duelo entre Real Madrid y Barcelona. Con el Caja Laboral en liza, y no es flor de un día, el duelo entre protagonistas presentes –al menos uno de ellos- en las últimas 19 finales, debería empezar a ser considerado que lo llamaran también así. Con cuatro cruces en semifinales en el último lustro, empieza a ser momento de inventar un término para dos enemigos íntimos que empiezan a necesitarse.

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Los compases iniciales estuvieron repletos de errores pero, a diferencia del primero en el Valencia Basket-Asefa Estudiantes, similar en anotación durante los tres o cuatro primeros minutos, parecía cuestión de tiempo el cambio de racha. El ritmo no podía ser más intenso, contagiados ambos equipos del ambientazo del Buesa Arena. Navarro replicaba la canasta de 3 puntos de Heurtel para convertirse en el mejor triplista en la historia copera justo antes del primer arreón baskonista.

El equipo de casa jugaba de memoria, más equilibrado que un Barça Regal que dependía en exceso de Tomic y Navarro. En el cuadro vitoriano, todos aportaban. Cuando Nocioni anotó desde más allá de 6,75, en el minuto 6, ya no quedaba ningún titular sin estrenarse. Con Causeur como jugador total –robaba, asistía, anotaba-, el Caja Laboral le endosaba un 7-0 a su rival que parecía anunciar el despegue local (16-7, m.7). Sin embargo, pese a que el primer suplente del Caja Laboral se estrenaba casi a las primeras de cambio con otro triple, el Barça Regal anuló sus méritos en la parte final del cuarto.

La entrada de Huertas se notó y Jawai fue vital para darle oxígeno a su equipo. Con 9 abajo, anotó dos tiros libres. A continuación consiguió el rebote más dividido, más tarde hizo un tapón que daba un mensaje a los pívots baskonistas y completó el 0-6 con otra canasta. El triple final de Oleson reducía la diferencia a su mínima expresión al término del periodo: 19-18.

El calor de Pleiss

El Caja Laboral parecía haber estado mucho más cómodo que el Barça Regal, con todos sus jugadores aportando, aunque le faltó un punto de genialidad y los puntos de su referente Lampe, algo errático. No tardó en arreglarlo el pívot polaco, con dos canastas nada más empezar el segundo acto para engancharse al partido.

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Nemanja Bjelica sonreía tras anotar el triple (28-24, m. 13) sin saber lo que tenía preparado su compañero hasta hace unas semanas. Brad Oleson, en solo unos minutos, ya sumaba tres triples. El primero, al final del primer periodo, para poner a su equipo a uno. El segundo para empatar. El tercero para darle la primera ventaja al cuadro barcelonista en todo el partido. Además, robaba, lanzaba el contraataque, asistía a Rabaseda para uno de los mates de la Copa y se sentía el rey del partido. Su equipo empezaba a serlo: 28-31, m.16.

En una Copa dominada hasta el momento por los pívots –Aguilar, Tomic, Rey y Faverani-, en las quinielas entraba que Lampe se uniera muy pronto al club. Los menos pensaron en Pleiss. En su Bergisch Gladbach natal, a 10 kilómetros de Colonia, hoy, los grados, se comentaron todo el día en clave negativa. A unos 1.500 kilómetros de distancia de su tierra, el alemán aumentó la temperatura del partido, del pabellón y de toda Vitoria-Gasteiz con unos minutos bárbaros.

El choque era físico, de contacto, y él entró sin avisar para jugar sus armas. Cortó el parcial de 0-7, a continuación taponó y, en la siguiente, se colgó del aro. Lo que viene a ser “hacer un Jawai”. El alemán no se quedó ahí. Con Nemanja Bjelica como escudero, Pleiss rozaba cada balón disputado, sus brazos intimidaban y su presencia en la pista era determinante, anotando la última canasta antes del descanso (39-35), taponando el triple final de Navarro y siendo el centro de todas las felicitaciones y abrazos en el camino a vestuarios. Qué menos.

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Navarro da vida

Ríete de un gato cuando descubres la de vidas que tiene el Barça Regal. Sí, tuvo problemas para entrar en la Copa, pero ahí está. Sí, parecía que el Real Madrid era favorito, pero respondieron. Sí, sonaba complicado eso de empatar el partido en cuartos cuando se perdía por 3 a falta de 8 segundos con dos tiros libres por tirar, pero hubo prórroga y victoria. Con esas premisas, pese a que el partido tenía un color local mucho más de lo que indicaba el luminoso, los de Pascual no se iban a intimidar con un mundo aún por jugar.

La réplica fue letal. Una jugada de tiralíneas culminada por Lorbek y dos zarpazos de Mickeal redimían los pecados previos (39-42, m.22). Nocioni, que hacía mucho daño en la pintura blaugrana, se encargó de romper la dinámica y Lampe prolongaba su línea ascendente para volver a poner las cosas en su sitio para su equipo (47-44, m.25).

Pero este era el cuarto más lúcido del FC Barcelona Regal en ataque y escaparse no sería fácil. La circulación del balón visitante era sublime, con Tomic ejecutando sin despeinarse cada ventaja encontrada mientras Navarro demostraba que era el día de su equipo en el lanzamiento exterior. Qué sencillo resultaba el baloncesto en sus manos.

Heurtel y San Emeterio pusieron en pie al Buesa Arena con dos triples en un minuto de locura (53-49, m.28) y Pleiss seguía haciéndose notar, si bien los puntos del propio Navarro, ya sin disimulo referente en ataque, volvían a nivelar la balanza antes del periodo definitivo: 57-55.

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Un 0-16 demoledor

El año pasado, en las semifinales coperas, hizo uno de los mejores encuentros que se le recuerdan desde que aterrizó en ACB. La frialdad del pianista, la elegancia del verdugo. Erazem Lorbek se comió al Caja Laboral con 26 puntos para pasar a la final. Este año, llegó al último acto con 4 puntos y 2/10 en el tiro. Sin embargo, el esloveno convirtió otros 4, los más importantes del partido, en el momento más importante.

Un par de tiros libres y un canastón con su aroma dieron la vuelta la vuelta al partido. A partir de ahí, el éxtasis barcelonista. En unos minutos, la perfección, coincidiendo con el apagón total del anfitrión. Todo le salía al Barça Regal. Huertas dirigía con infinita solvencia, Jawai oscurecía el aro rival y Rabaseda ejercía de pegamento perfecto.

El puño de Navarro volvió a apretarse con más fuerza que nunca tras un triple para poner el 0-7 de inicio. El parcial no dejó de crecer. Rabaseda enseñó los colmillos con otro acierto lejano y, más tarde, tras un gran mate de Jawai, le daba el mordisco definitivo al partido tras robar y machacar con todo el orgullo incubado en temporada y media: 57-69.

Cinco minutos sin anotar para el Caja Laboral en el peor de los momentos, con 7 fallos, 3 pérdidas y un 0-16 en contra, incluyendo el último minuto del anterior periodo, antes de despertar. Los baskonistas se desperezaban con triples de Heurtel y Lampe pero el hipnotizador Lorbek, recordando a esa versión 2012 que tanto se ha buscado esta campaña, volvió a cerrar los ojos de su oponente con un triple sedante.

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Solo Nocioni, tras palmeo, pudo estirar un poco más (65-72, m.38) de un partido que acabó de perecer en las manos de Navarro. De ser duda a ser el héroe de la victoria barcelonista (69-80) con 20 puntos y una demostración de que este año, además de la Copa, quiere el MVP que más ha perseguido en su carrera.

Entre gritos de una afición baskonista que creció aún más en la derrota, el bocinazo final permitió al Barça Regal ser el primer equipo en toda la historia que se planta en cuatro finales consecutivas –las 3 últimas veces con idéntica víctima- y se convirtió en el primer equipo, desde 2007, que sin ser cabeza de serie se mete en la gran final. ¿El último precedente? Sí, el propio Barça. El espíritu de aquel año, cual bandera con mástil de orgullo herido, vuelve a resurgir tras sus meses más difíciles con Navarro como estandarte. ¿Repetirán aquel cuento de Málaga?