Redacción, 5 May. 2012.- Si jugáramos con el trasfondo académico que esconden ambos equipos, bien se podría decir que tanto Asefa Estudiantes como UCAM Murcia han sido dos malos estudiantes que han dejado por hacer los deberes hasta última hora. Uno de los dos equipos aprobará, pero el otro caerá en plaza de descenso, vamos un suspenso en toda regla.
Y por ello el duelo que vivirán este domingo ambos equipos es cualquier cosa menos una materia María. Los dos conjuntos han practicado en las últimas horas aquello de cifras y letras. Han llenado sus discursos de frases de optimismo, análisis para interpretar y comentarios de texto del que extraer ideas. Pero sin duda que los más útil para ambas aficiones será ver como las cifras anotadoras de su equipo se disparan en el partido y las cuentas realizadas con calculadora cuadran en esta ecuación de la felicidad que Murcia y Madrid buscan este domingo.
Un duelo lleno de dramatismo al cual Óscar Quintana ha querido acercarse con un tono distendido y, recordado el símil que aquí empleamos, señaló que ellos son estudiantes de colegio y nosotros universitarios, está claro quién se va a salvar. Bromas aparte, el técnico de UCAM Murcia recordó que Venimos de una situación muy complicada, en la que llegamos a estar últimos. Esto es deporte, presente puro y duro por lo que tenemos que ir a Madrid a firmar nuestra permanencia. Preferiría haber cerrado la temporada antes, pero bueno esta es la realidad que tenemos e intentar ir contra esta sería un gran error que no nos podríamos permitir".
No le falta razón a Quintana, un entrenador que llegó a Murcia con el equipo empatado como colista ha logrado casi hacer realidad una misión imposible. Quintana, que meses atrás afirmó ser como Rambo, vivo día a día, pero siento las piernas, tratará de lograr completar un final de año notable. Con él en el banquillo, UCAM Murcia pasó de perder 90-53 en Barcelona y sólo sumar 4 victorias en 18 partidos a soñar con la permanencia tras ganar ocho partidos en la segunda vuelta (8-7) es el récord murciano.
Sin embargo, delante estará Asefa Estudientes y Trifon Poch, un equipo acostumbrado a sobrevivir y un entrenador con pócima salvadora. Los colegiales son un equipo peculiar, fundador de la ACB y nunca han competido en otra categoría pese a que en otras ocasiones se han visto en situaciones peores o similares. Tiempo atrás se salvaron en León y este domingo cuanto menos contarán con el apoyo de su fiel afición.
Pero la supervivencia colegial va más allá de lo deportivo y el club hace esfuerzo también para sobrevivir en el plano económico y comunicativo. Un esfuerzo encomiable que le ha hecho superar cualquier tipo de obstáculo y rehacerse a un mal comienzo encontrando en el marcado y en la paciencia a los jugadores y la habilidad necesaria para revertir la situación hasta lograr depender de sí mismo tras un espectacular sprint final donde han sumado cuatro victorias en seis jornadas. El repoker de triunfos puede esconder el premio gordo.
Tras el fallido intento de fichaje estrella que fue Wright, Tariq Kirksay, Willie Deane y Chris Lofton han cambiado la cara a un equipo que también tuvo que recurrir a un técnico de emergencia para sacar al enfermo del como al que estaba sometido. Se fue toda una institución en el Ramiro de Maetzu, como era Pepu Hernández y llegó Trifon Poch con resultados esperanzadores y palabras de confianza.
Semanas atrás, señaló que lo fundamental es la actitud y el equipo ha respondido de manera ejemplar haciendo casi realidad lo que el técnico señalaba semanas atrás al decir que nos salvamos seguro. Para ello llegó Louis Bullock la última pieza del puzzle estudiantil que encajar y hacer frente a un UCAM Murcia que también cuenta con puntales.
Bullock y Kirksay por un lado, Douby y Udoka por el otro serán los artistas exteriores encargados de levantar a sus aficiones y provocar que romper a aplaudir con cada canasta. Ambos equipos han afinado en el triple en las últimas jornadas y todo indica a que no serán las defensas sino los ataques quienes marquen el resultado del examen final.
Y si por fuera la cosas está igualada, por dentro nos encontramos a dos auténticos MVP. James Augustine lo roza por números (12,5 puntos y 8,3 rebotes) y llega tras completar el partido perfecto y ser el mejor jugador de la jornada 33. Él será el estandarte que luzca UCAM Murcia en tierras de la meseta, un lugar donde ha reinado Germán Gabriel (12,7 puntos y 6,4 rebotes) toda esta temporada. El pívot llega al último día con molestias pero seguro que en esta épica batalla no le importaría ser el Cid y afrontarla con la esperanza de la victoria. En palabras del propio jugador llegas a un punto que te olvidas de tu estado físico y quieres estar con el equipo.
Sobre el encuentro del domingo, Gabriel dijo: "Estamos bien, hemos hecho un buen trabajo, ahora hay que ganar a Murcia independientemente del 'average', los puntos, los empates, ganar y, luego, ya veremos". Y es que si las cuentas murcianas son sencillas y ganar equivale a salvarse, para Asefa Estudiantes todo se complica en un maremagno de números donde ni ganando por 14 puntos podría ser suficientes. Las posibilidades de la salvación están ahí, pero con indiferencia de ello, Carlos Jiménez, gran capital estudiantil, asume que desafortunadamente dependemos de otros resultados, pero en lo que a lo que nosotros compete, debemos intentar hacerlo lo mejor posible. Ese es el reto de Jiménez en lo que será su despedida del baloncesto profesional.
Para quienes quieran agarrarse a la historia, decir que ambos equipos son alumnos aplicados en esto de salvar la categoría a última hora, pues si en Estudiantes recuerda la triple victoria lograda años atrás en Granada, Menorca y León, UCAM Murcia también sabe lo que es salvarse en una última jornada y jugando en pista contraria. Lo hizo hace tres temporadas en Zaragoza y ahora quiere repetir.
Como siempre, ni los apuntes previos y las chuletas salvarán a uno u otro estudiante si a la hora de comenzar el examen sufren el miedo al folio en blanco. No hay más recuperaciones. Todo o nada para Asefa Estudiantes y UCAM Murcia. Alea jacta est.