Crónica

Barça Regal ejerce de campeón anestesiando al Lucentum (75-54)

¡El Barça Regal a semifinales! Con hasta 6 jugadores en las dobles figuras en valoración y una anotación muy repartida, los barcelonistas arrollaron entre el segundo y el tercer cuarto (43-22) para sellar su pase a la siguiente ronda

(ACB Photo)
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Redacción, 16 Feb. 2012.- Ganó las dos últimas Copas del Rey y, como líder y como anfitrión, quiso mandar un mensaje a sus rivales. A un campeón siempre hay que temerle. El FC Barcelona superó al Lucentum Alicante en un choque que resultó muy diferente al guion previsto tras ver el primer cuarto (17-13).

Los alicantinos, muy sólidos en los diez primeros minutos, se vinieron abajo ante el show de Fran Vázquez y Xavi Rabaseda en el segundo periodo. Un 21-4 dejó sin historia el partido y pese a que el Lucentum llegó al descanso con "solo" 16 de desventaja (41-25), otro 9-0 barcelonista dejó la emoción a un lado.

A partir de ahí, espectáculo blaugrana para calentar las gradas del Sant Jordi y lucha lucentina por evitar récords negativos en su regreso a la Copa. Ambos lo consiguieron.



Resistencia numantina

No, no entró el Lucentum en la Copa por la puerta de atrás. Con el balance de los cabezas de serie y una primera vuelta de ensueño, los alicantinos tenían argumentos de sobra como para inquietar a todo un vigente bicampeón, el Barça Regal, que quiso tirar por la vía rápida. El 4-0 de inicio no era nada pero las sensaciones, con Ndong volando sobre el aro rival desde muy pronto, parecían anunciar tormenta blaugrana.

Tardaría algo más en llegar. Los de Vidorreta aceptaron el guion de encuentro que proponía el anfitrión, pero marcando sus reglas. Juego lento, juego a ráfagas, con más garra que brillantez fluyendo. Funcionaba. Máxime cuando tu base es Pedro Llompart, uno de esos incomprendidos que, con un nombre de guerra pintado con glamour, se le valoraría como se merece. ¿Cómo lo hace tan fácil? Un par de destellos del base ponían a su equipo con ventaja (6-9, m.3) y solo Ndong podía cambiar el cariz que había adquirido el duelo.

Tapón, mate, tapón. Serie hipnótica, sensacional, capaz de neutralizar la efectiva circulación de balón del Lucentum. Koné se resistía (12-13, m.9), pero una canasta del efectivo Lorbek y un 2+1 de Navarro devolvían la máxima a los de Pascual al término del primer cuarto: 17-13. Mostrada la mejor defensa, tocaba encandilar en ataque.

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Fran vuela y Rabaseda enamora

Fran Vázquez
se animaba con un mate de concurso para encender a un Palau Sant Jordi algo frío, como si la propia sobriedad de su equipo fuese capaz también de dominarle. Sin embargo, el que trajo los fuegos de artificiales de casa fue Xavi Rabaseda. El baloncesto, irónico en ocasiones, premió con un punto más el afortunado tiro a tabla del de Ripoll que el espectacular vuelo de Fran.

Quizá con remordimiento por lo de antes, Xavi volvió a jugársela en la siguiente jugada desde más allá de 6,75. Seis puntos seguidos y los suyos diez arriba (25-15, m.13). Navarro, muy activo, Lorbek, siempre presente y Vázquez, jugando por encima del aro y especialmente motivado, se encargaban de convertir lo que antes había sido una resistencia numantina en un paseo militar.

Hace una semana, Rabaseda sumó contra el FIATC Joventut el triple de valoración que en sus 18 partidos anteriores. Sus minutos contra el Lucentum demuestran que, tiros a tabla incluidos, las casualidades no tienen que ver con él. El alero ha vuelto en el momento oportuno y un nuevo enceste de tres incendió el partido. Más tarde robaba, Fran se inventaba otra canasta imposible y el propio Xavi culminaba el parcial de 21-4 para poner la máxima en el luminoso de un Sant Jordi que coreaba el nombre del rubio de ojos azules y mirada de killer: 36-17 (m.16).

Los visitantes, heridos en su amor propio, intentaron meterse en el partido con un 0-6 aunque, pese a que Llompart acertó otra vez al final del periodo, un taponazo previo de Ndong y el segundo mate carne de TOP7 KIA de Fran imprimieron el pasaporte copero para semifinales del Barça Regal. Solo había que sellarlo.

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La fiesta no entendía de emoción

El Palau Sant Jordi sí había disfrutado en el segundo cuarto, con el básquet alegre y arrollador del Barça Regal. Y si tan feliz estaba, ¿por qué no seguir así? Al igual que en el anterior periodo, lo que salió del banquillo no fue un rival, sino un vendaval, un rodillo, un monstruo sin clemencia al que no le da miedo la etiqueta de favorito, engrandeciéndola más y más durante unos minutos de fantasía.

Ndong estiraba la renta con un par de canastas de bienvenida, Lorbek urgaba en la herida rival con un 2+1 y el propio Boniface, que un buen día de estos cumplirá 18 años si sigue con esa maravillosa ilusión de un niño, se encargaba de colocar a su equipo doblando en el luminoso a su oponente (50-25) tras un 9-0 en dos minutos y medio. Partido roto, absolutamente roto.

Llompart, otra vez él, ponía fin a la sequía ofensiva de los suyos antes de que Navarro cubriese con simbolismo la falta de emoción del partido. La estrella barcelonista celebró con gestos a la grada un triple -¡ganando por 26!- y, lleno aún de ambición, sació su hambre robando y culminando el contraataque con canasta.



Más tarde, Mickeal puso la máxima con un 2+1 (60-31, m.28), Ivanov despertó del letargo con cuatro puntos consecutivos y Rabaseda terminó de encender al Sant Jordi cuando se atrevió a flotar por el aire barcelonés para ponerle su rúbrica a otro delicioso cuarto blaugrana: 62-35. Cuando sus antiguos compañeros del Fuenla, acompañando la mirada de todo el pabellón, ponían sus ojos en el videomarcador esperando la repetición del mate, se terminaron las dudas, si es que había. La emoción hasta el bocinazo definitivo estaría en las jugadas y no en el resultado. La losa visitante resultaba infinita.

Dignoadiós con maquillaje

Ahora le tocaba al visitante. Tras dos parciales de inicio escandalosos para el Barça Regal en el segundo y el tercer periodo, el Lucentum sacó rímel y colorete. Hasta para caer hay que ponerse guapo. Paso al maquillaje. Primero fue Dewar, luego Llompart y finalmente Ivanov, con canasta y adicional. Un 0-7 para saludar al último cuarto que se convirtió en 1-11 tras un enceste de Koné que dejaba el marcador en un 63-46 (m.34) mucho más digno para sus intereses.

El reto, en los minutos finales, alejarse de los guarismos del tercer periodo, que hacían temblar el histórico récord de mayor diferencia en una Copa (+29) y el de menor anotación (50). Los lucentinos no habían trabajado tanto su billete con destino a Barcelona para protagonizar récords negativos. Y los evitaron con los arreones finales de Dewar y Barnes hasta el 75-54 final.

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El FC Barcelona Regal, por tanto, pasa por la puerta grande a 'semis', trasmitiendo mejores sensaciones que su rival del sábado, regalando dos cuartos que caldearon Sant Jordi y reafirmando una máxima: a un campeón siempre hay que temerle.