Inés Morencia. Valladolid, 11 feb. 2012 (EFE).- El Blancos de Rueda Valladolid volvió a mostrar sus muchas carencias ante un Unicaja que, con apenas tres jugadores a alto nivel -Valters, Fitch y Freeland- supo nadar y guardar la ropa, ante un rival que se mostró impotente y que sigue en caída libre hacia el abismo del descenso.
Los dos equipos salieron a la cancha con la intención de afianzar sus defensas, conscientes de que en esa faceta estaría la clave de un partido entre dos equipos con dinámica negativa, pero los malagueños no estuvieron intensos y el cuadro local aprovechó para controlar el marcador en los primeros compases.
La salida de Uriz inauguró el casillero de triples de los vallisoletanos para establecer un 16-8 que obligó al técnico visitante, Chus Mateo, a solicitar su primer tiempo muerto, para pedir más contundencia en la pintura a sus jugadores.
Zoric entró en pista para aumentar la capacidad de intimidación de los andaluces y Valters cogió las riendas de la dirección del juego, lo que se tradujo en una pequeña mejoría con la que recortaron diferencias (19-14).
En el segundo cuarto, los malagueños adquirieron mayor confianza y aparcaron el miedo a lanzar desde el exterior, mientras que el Blancos de Rueda empezaba a mostrarse dubitativo en sus acciones ofensivas, con imprecisiones y escaso acierto, con lo que el Unicaja pudo empatar (24-24).
El debutante Roberto González solicitó un receso, para reorganizar defensivamente a sus pupilos y, desde ahí, adquirir más seguridad en ataque, lo que surtió efecto de manera inmediata, ya que los vallisoletanos se aplicaron en su zona, incomodando a sus rivales y eligieron mejor sus lanzamientos, lo que derivó en un 36-29.
Mateo aprovechó el tiempo muerto para frenar el empuje local, lo que no sólo consiguió, sino que además su equipo pasó a controlar el electrónico, merced a un inspirado Fitch, por lo que al descanso los malagueños contaban con una ventaja de cuatro puntos (36-40).
Tras la reanudación, los locales intentaron aumentar la intensidad defensiva, pero no pudieron impedir a Fitch y a Valters seguir anotando, ya que ambos aprovecharon su dulce momento para mantener la ventaja en el marcador (48-56) y empezar a minar la moral del Blancos de Rueda, que no consiguió recortar diferencias (57-65).
El Blancos de Rueda salió dispuesto a vender cara la victoria, apretó los dientes y, con Udrih como revulsivo, inició la remontada (64-69), si bien no tuvo continuidad, ya que de forma inmediata volvieron a cometer imprecisiones y fallos, los cuales fueron bien aprovechados por los andaluces (65-74).
Los vallisoletanos apuraron sus opciones, intentando enmendar, en los últimos instantes, sus muchos errores, pero no fueron capaces de mostrar regularidad alguna y, a pesar de que se acercaron a cuatro puntos (70-74), nada pudieron hacer para impedir la balsámica victoria de los malagueños (76-83).
76 - Blancos de Rueda Valladolid (19+17+21+19): Udrih (7), López (-), Robinson (13), Touré (13), Borchardt (5) -cinco inicial-, Hernández-Sonseca (10), Uriz (13), Diego García (9), Nacho Martín (6) y Zamora (-).
83 - Unicaja (14+26+25+18): Rowland (-), Berni Rodríguez (2), Darden (9), Garbajosa (4), Freeland (14) -cinco inicial-, Fitch (21), Zoric (4), Valters (21), Lima (2) y Peric (6).
Árbitros: Martín Bertrán, Cortés y Calatrava. Eliminaron por cinco faltas personales a Robinson (min.39), del Blancos de Rueda.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésima jornada de Liga Endesa, disputado en el pabellón Pisuerga ante 6.529 espectadores.