Redacción, 26 Oct. 2002.- Partido abierto e importante en Alicante, donde el Lucentum espera refrendar su buen momento y obtener su tercera victoria consecutiva, en tanto que el DKV Joventut está obligado a ganar si no quiere hundirse en la clasificación y alejarse de la Copa del Rey y objetivos altos.
El Lucentum llega al encuentro con la moral muy alta tras haberse impuesto de manera consecutiva a Leche Río Breogán y Manresa. Las estrellas comienzan además a funcionar y la perspectiva es buena en la ciudad levantina. De todos modos, el equipo entrenado por Julio César Lamas debe ganar para así refrendar su línea ascendente y alejarse de los puestos de descenso, metiéndose en posiciones mucho más reconfortantes.
Los problemas acechan al DKV Joventut. Pese a haber jugado un buen baloncesto durante buena parte de sus partidos, tuteando a equipos grandes, sólo ha obtenido un triunfo (y por un punto) y en cambio ha cosechado tres derrotas. Los de Manel Comas, que encima perdieron por lesión a Zan Tabak (su sustituto, Todd Fuller, está todavía adaptándose), no pueden perder otro encuentro pues eso supondría un peligroso 1-4. El margen de error sería entonces mínimo de cara a clasificarse para la Copa del Rey.
Para el Lucentum todo son buenas noticias. Junyent, Héctor García y Víctor Baldo, que tenían problemas físicos, se han recuperado y podrán jugar sin mayores problemas. No estará, no obstante, Maluenda, que ha regresado al Pamesa para continuar allí su recuperación.
Pablo Prigioni, base del Lucentum y uno de los artífices del buen papel de su equipo, asegura encontrarse 'muy cómodo en el equipo, con los compañeros y con el entrenador, estoy teniendo minutos y cuando uno tiene minutos puede hacer muchas cosas'.
Sobre el partido, Prigioni entiende que 'esta salida a Alicante es una de las que el Joventut piensa que debe ganar y después de la derrota en Lugo seguro que vendrán a darlo todo'. Por ello, cree que 'nos vamos a encontrar con un equipo con mucho deseo de ganar'. Sin embargo, 'ganar al Joventut nos supondría más confianza en nosotros mismos y más respeto en la competición'.
Por su parte, Manel Comas explica que 'nos queda la sensación de que hemos dejado escapar partidos que teníamos encaminados' y que 'nos ha faltado constancia y hemos priorizado el ataque por encima de la defensa'. Por ello piensa que 'podríamos estar mejor pero no pasa nada, la Liga es muy larga y apenas acaba de empezar'.
El técnico verdinegro fue contundente: 'En la ACB no hay puntos de inflexión ni un puñetero partido fácil. Ir a Alicante significa sufrir porque ellos están jugando a un gran nivel y pueden ganar a cualquiera'. 'Lo único que hay que plantearse en Alicante es jugar al mejor nivel posible el mayor número de minutos posibles'