Manresa (Barcelona), 20 Mar. 2010 (EFE).- Un Suzuki Manresa mermado recibe este domingo a un DKV Joventut en resurgimiento con la llegada de Pepu Hernández al banquillo, y ante el que buscará la duodécima victoria de la temporada y acercarse un poco más para garantizarse la permanencia.
El equipo del Bages está casi en cuadro con la baja de Sergiy Gladyr y las dudas de Rodrigo San Miguel (con un esguince en el tobillo izquierdo), Jordi Grimau (que tiene una fuerte contractura lumbar) y Àlex Llorca (con una luxación en el hombro derecho).
Además de Román Montañez, Alfons Alzamora, Kayolan Ivanov y Brian Cusworth con molestias. Unas "malas condiciones" para afrontar el partido, según el técnico del Manresa, Jaume Ponsarnau, que ha asegurado que si Llorca juega será "fruto de su capacidad para aguantar el dolor" y si Grimau participa "en las condiciones que sea" se deberá "a su esfuerzo y de los servicios médicos".
Con este panorama, Ponsarnau apunta que el equipo se tiene que agarrar a la fuerza del conjunto, "pero estas condiciones precarias, han influido muy negativamente en el resultado de nuestro trabajo".
"Todos los jugadores están haciendo un máximo esfuerzo para estar en las mejores condiciones posibles, pero está claro que como equipo, no podemos trabajar al 100% de nuestras posibilidades y esto repercute en nuestra capacidad competitiva", añadió.
El club ha hecho un llamamiento a la afición para que, una vez más, convierta el Nou Congost en una olla a presión y suplir así la falta de efectivos en el equipo.
El entrenador del Suzuki Manresa explica que para el partido de domingo su equipo no tiene mucho que hacer ante el DKV Joventut, dadas las condiciones de su equipo.
"Jugamos contra un rival con mucha calidad y mucho talento, que viene de conseguir una victoria contundente y que está con mucha confianza tras los cambios que se han producido en el equipo. Sólo nos queda una opción y es apelar al Nou Congost, cuando menos, para intentar competir con todas nuestras fuerzas", deseó.
Una victoria ante el DKV Joventut sería para el Suzuki Manresa la duodécima y acercaría mucho a los catalanes al objetivo de la permanencia. El Manresa es ahora undécimo en la clasificación con una victoria menos que su rival de mañana, que es noveno.
Ganando el Manresa se pondría por delante del Joventut, pues ya le venció en la ida en el Olímpic (69-82), con una gran actuación del capitán, Roman Montañez, que fue jugador de la jornada.
Los badaloneses han perdido los últimos cinco partidos que han disputado lejos del Olímpic, por lo que llevarse el derbi catalán representaría la confirmación de su vuelta al buen camino.
Además, el Congost es una buena pista para la Penya, donde ha ganado más veces de las que ha perdido. Por ejemplo, en sus dos últimas visitas, aunque por resultados muy ajustados (83-85 y 83-84).
Las condiciones especiales que se derivan de un partido con máxima rivalidad como es siempre un Manresa-Penya pueden ayudar a disminuir diferencias que sobre el papel de la estadística son muy evidentes.
Por ejemplo, en las asistencias (16,4 del Joventut por 10,6 del Manresa) o en los triples (la Penya, tercera; el Suzuki; penúltimo). En cambio, en tiros libres, el Suzuki Manresa es tercero y el DKV, el quinto peor, y aunque el ataque manresano es el peor de la liga, su defensa es mejor que la de la Penya.
Por su parte, El DKV quiere la recuperación del equipo verdinegro tras la llegada de Pepu Hernández al banquillo. El equipo de Badalona se sacudió ante el Ayuda en Acción Fuenlabrada (96-69) la presión de llevar siete partidos consecutivos sin ganar en la liga ACB y mañana deberá confirmar su cambio de dinámica ante un rival que le ganó en el Palau Olímpic (69-82).
Pepu Hernández cuenta con todos sus efectivos para este partido y ha convocado al jugador del filial Josep Franch, que ya se ha convertido en un fijo del primer equipo verdinegro.
La trascendencia del partido, vital para las aspiraciones de la Penya de estar en la fase final por el título, ha provocado que Pepu Hernández concentre a los jugadores esta noche en un hotel de Sallent (Barcelona) tras entrenarse en el escenario del encuentro.
La llegada del técnico madrileño ha revitalizado al grupo y algunos jugadores, como Christian Eyenga o Mario Fernández, vuelven a sentirse importantes. La victoria podría devolverle a los puestos de Playoff y significaría un importante golpe moral para recibir la próxima jornada al Real Madrid en Badalona.
Este domingo se prevé un partido mucho muy igualado con un equipo local que, ayudado por la presión ambiental, acostumbra a convertir su pista en un fortín donde esta temporada ha caído el Caja Laboral y recientemente el Power Electronics Valencia sufrió para llevarse el triunfo.