Redacción, 6 Jun. 2009.- ¡El TAU Cerámica jugará la Final ACB! El equipo vitoriano ha dejado atrás viejos miedos y fantasmas para ganar al Real Madrid en el desempate y ganarse el derecho a luchar por el triplete nacional. Tras la Supercopa y la Copa del Rey, la liga se decidirá ahora en el Fernando Buesa Arena.
El TAU no ha perdido en casa en liga en toda la temporada y, como no podía ser de otro modo, el factor cancha resultó definitivo este sábado. Un ambiente ensordecedor, una intensidad desbordante y una confianza ciega en sus posibilidades abrieron al TAU de par en par la puerta de la Final ACB.
Lo logró desde la defensa y el rebote, con Splitter como eje en otro partido sobrenatural. No sólo anotó, sino que repartió juego, forzó faltas, aseguró el rebote e intimidó y superó a los pívots madridistas. La muñeca de Teletovic le acompañó con seis vitales triples y San Emeterio se convirtió en un hombre básico con su defensa y sobriedad saliendo desde el banquillo. Pero tampoco fallaron los demás, ni Rakocevic (16 puntos), ni el pillo Prigioni (9) o Vidal y Mickeal poniendo mucho de su parte en defensa.
Acaba la temporada para el valiente Real Madrid. Demasiado irregular durante el año, ha pagado ahora no acumular suficientes victorias y mejor posición durante la Liga Regular. Y es que, claramente, se puede decir que ha decidido el factor cancha, que el Real Madrid no ha sido muy inferior. En el Buesa Arena ha trabajado con intensidad y valentía, echando en falta durante muchos minutos a un Bullock que acabó lesionado y sufriendo las consecuencias de un notable bajón entre el minuto 27 y el 32, en el que no logró anotar un solo punto y recibió un letal parcial 10-0.
El TAU empieza fuerte y el Real Madrid tarda en ponerse arriba
La polémica llegó con los primeros 30 segundos, muy movidos. Dos faltas a Bullock y una técnica a Plaza convirtieron la semifinal en un volcán de nervios. Y en momentos de tensión, quién mejor que Igor Rakocevic. Dos tiros libres y un triple suyos abrieron la veda para los locales (7-0). La aparición de un notable Hervelle y la versatilidad de Mumbrú permitieron al Real Madrid meterse de nuevo en el choque (11-11), pese a los puntos del imparable Rakocevic y el sólido trabajo de Mickeal.
El Real Madrid llegaba a la orilla pero no cruzaba el río. O lo que es lo mismo, no se ponía por delante. No tenía a Bullock y su otro referente, Reyes, estaba excepcionalmente bien defendido y apenas podía anotar. Inteligente, se fajaba en el rebote y aprovechaba las ayudas defensivas para asistir a sus compañeros. Sin sus dos estrellas al frente, Mumbrú (8 puntos), Hervelle, Raül y Massey (6) se repartían el pastel anotador. Paso adelante del colectivo, por no suficiente para tomar el control hasta el minuto 18. Y es que hasta 11 fueron las ocasiones que desperdiciaron los blancos para ponerse arriba... hasta que Mumbrú lo consiguió con tiros libres a 2:24 del descanso (28-30). Luego, cinco puntos de Bullock en su retorno permitieron a los blancos irse al descanso arriba: 35-37.
¿Y el TAU? Ansioso, no estaba cómodo en la pista. Fallaba contraataques y anotaba a tirones; sólo Vidal estaba a su mejor nivel. Rakocevic se había diluido, Prigioni no brillaba y Splitter estaba en todos sitios... menos a la hora de tirar; bien defendido, apenas tenía oportunidades.
Comienzo del tercer cuarto fulgurante, Teletovic... y colapso blanco
20 minutos por jugarse, y en juego un billete para la Final ACB y unas vacaciones prematuras. Bien valía la intensidad y esfuerzo con el que salieron ambos equipos del vestuario. Rakocevic y Splitter asumían con éxito las riendas en ataque y el TAU volvía a mandar (46-42, m. 24), pero el frontcourt del Real Madrid seguía haciendo mucho daño y entre Reyes, Hervelle y Mumbrú firmaban los primeros 11 puntos blancos y se las arreglaban para ponerles de nuevo arriba (46-48, m.25). Fuga abortada.
Era un toma y daca constante. Dos triples convertían a Teletovic en el mejor anotador baskonista (16), tomando una pequeña renta (59-55) sobre los blancos, con un incipiente colapso en ataque. La trascendental aparición de San Emeterio y la constancia de San Emeterio ampliaban aun más la renta, entrando en el último cuarto con un prometedor 64-55. Encima, Bullock se retiraba lesionado y ya no jugaría más.
El Real Madrid tardó también en arrancar en el último cuarto, anotando sus primeros puntos a 7:40, tras más de cinco minutos de sequía ofensiva. Para entonces, San Emeterio había elevado a 11 la renta local (66-55). Desde ahí partía el intento de remontada del Real Madrid, que con una zona 2-3 y la omnipresencia de Felipe Reyes metían de nuevo al Madrid en el partido: 66-60 a 6:30.
Splitter sostiene al TAU y Teletovic sentencia
Pero Teletovic anotaba un nuevo triple y Splitter sacaba la cuarta falta a Reyes; ahora quien respiraba con tranquilidad era el TAU: 69-60 a 5:24. Y faltaba el genio de Igor Rakocevic, que con dos picotazos en modo de suspensiones acercaba más la meta al Buesa Arena (73-63). El Real Madrid fallaba hasta los contraataques y Splitter era un imán en el rebote. Quedaban sólo tres minutos y a los de Plaza sólo les quedaba apelar al recuerdo del minuto imposible.
Pero éste no llegó. Felipe Reyes fue eliminado por faltas, intentando parar al imparable Splitter, que incluso acertaba en los tiros libres y evitaba el impacto del veloz Llull: 78-69 al entrar en los últimos dos minutos. Dos puntos de Raül permitían al Madrid seguir soñando, pero Teletovic sentenciaba con su sexto triple, desde la esquina y al final de la posesión vitoriana: 81-71 a 1:08.
El último minuto fue un carrusel de tiros libres, sin suerte para el Real Madrid y llevando al 89-80 final. El TAU Cerámica es finalista.