Zaragoza/Bilbao, 25 Abr. 2009 (EFE).- El CAI Zaragoza sigue inmerso en su lucha por evitar el descenso a la liga LEB y este domingo recibe al iurbentia Bilbao Basket en un partido en el que se desconoce su grado de importancia, porque depende de los resultados que se produzcan en otros partidos.
En las tres jornadas que restan para finalizar la primera fase de la ACB, que es la definitiva para los que no van a entrar en Playoff, las cuentas de los zaragozanos cuadran, en función de lo que haga el CB Murcia con un único triunfo en la última jornada ante los murcianos, o ganando dos de los tres choques, por lo que el objetivo es lograrlos cuanto antes.
Además el entrenador del CAI Zaragoza, Alberto Angulo, ya dejó claro que la pretensión del club zaragozano es no esperar al último día ante CB Murcia para dejar resuelta su continuidad en el año de su debut en la máxima categoría.
Los zaragozanos pretenden pasar página ante los bilbaínos de sus cuatro derrotas consecutivas, en partidos en los que han estado claramente por debajo de lo esperado, y sumar un triunfo de una notable trascendencia anímica y moral.
Al bajo rendimiento de las últimas jornadas se unió la pasada jornada la sobresaliente complicación de la lesión de su máximo anotador, el escolta argentino Paolo Quinteros, que rápidamente ha sido sustituido por el alero serbio Branko Cvetkovic, un jugador que ya conoce la competición española tras su paso por el Akasvayu Girona.
La llegada de Cvetkovic puede hacer que el técnico rojillo, Alberto Angulo, varíe algunos de los roles y en diferentes momentos juegue con dos bases, haciendo jugar al estadounidense Taurean Green en la posición de escolta.
No obstante el compromiso para los zaragozanos no resulta nada fácil, sobre todo después de haber desperdiciado dos claras oportunidades para estar más tranquilos ante Bruesa GBC y Cajasol, dado que los bilbaínos viajan a la capital aragonesa todavía con aspiraciones de meterse entre los ocho primeros y disputar las eliminatorias por el título. El objetivo de iurbentia es aún factible gracias a sus dos últimos triunfos frente al CB Murcia y el Kalise Gran Canaria.
Con tres partidos por delante acabar la liga regular, el equipo bilbaíno está a un partido de distancia más el 'average' en contra respecto del octavo clasificado, el Ricoh Manresa, a falta de visitar al CAI, recibir al Alta Gestión Fuenlabrada y viajar a Barcelona en la última jornada.
Es por ello que, además de ganar al necesitado equipo de Alberto Angulo, es poco menos que imprescindible que el equipo catalán tropiece en su pista frente al CB Granada para que esas posibilidades de meterse en las series finales no sean únicamente matemáticas.
El iurbentia se presentará en Zaragoza con la baja de Drago Pasalic, en proceso de recuperación de una operación de apendicitis. El joven checo Tomas Hampl ocupará de nuevo el puesto de croata en la rotación interior de un equipo que suma 13 victorias en la ACB, 11 en la Eurocopa y, en consecuencia, busca su triunfo 25 de la temporada.
"Tenemos tres oportunidades de alcanzar esas 25 victorias en la temporada y desde que nos planteamos ese objetivo hace un par de semanas el equipo ha respondido bien en casa, aunque si lográramos el 25 en Zaragoza no nos íbamos a conformar ahí", aseguró Vidorreta.
Otra de las barreras que intentará romper el iurbentia en el Príncipe Felipe es la de las cinco derrotas consecutivas que acumula lejos de La Casilla ya que tras ganar en Menorca el 22 de enero ha perdido de manera consecutiva, y siempre de forma inapelable, frente a Unicaja, Bruesa, Cajasol, DKV Joventut y Pamesa.