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Time out: El verano de los entrenadores

Joan Peñarroya estaba en el paro, preguntándose con su familia cuál sería su destino; un mes después, firmaba por el Barça. Entre tanto, Pedro Martínez reflexionaba días antes de poner rumbo al Valencia Basket. Es ‘Time out’, un reportaje acb con dos entrenadores en proceso de decidir su futuro

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21 de mayo, Manresa. Por primera vez en muchos años, Joan Peñarroya tiene tiempo en mayo para jugar al golf con su hijo y jugador Marc, y su padre Severiano (81 años). Los ‘Peña’, juntos en una etapa inusual, con las cámaras de la acb como testigos. “No me había pasado nunca que me destituyeran, y menos tan pronto. Han pasado muchos meses y me lo he tomado como he podido”.

“En la Liga Endesa solo hay 18 puestos de entrenador principal y a excepción de los NBA, son puestos de trabajo que quieren todos los entrenadores del mundo. Es un privilegio entrenar aquí, pero no depende de mí. Si dependiera de mí, haría meses que estaría entrenando”, explicaba, con cierta inquietud por el siguiente paso.

“¿Cómo lo tienes para la temporada que viene? ¿Un grande?”, pregunta ‘Peña’ padre. “Amor de padre, Peña, en acb cualquier equipo es grande”, responde. “Quiero estar en un sitio donde crean en ti y haya proyecto”, avanza, antes de reprender a su padre: “Tú sigue poniendo a todo el mundo a partir, que es la manera, voy a tener que irme a entrenar a Japón”.

No ha sido así. 24 días después, Joan Peñarroya firmaba por el Barça por dos temporadas. Un poco más tarde, el 27 de junio, rumbo a su presentación, explicaba que “vuelvo a la normalidad de un entrenador. Estaba en el paro y ahora tengo trabajo, pero ahora en un club muy grande”. ¿Cómo fue su fichaje? “El primero en ponerse en contacto conmigo fue Mario, y a partir de ahí tuvimos una comunicación muy fluida con él, Juan Carlos [Navarro] y Josep [Cubells]. Fueron 4-5 días en los que te das cuenta de la trascendencia del club”.

Y ‘Peña’ padre, ¿qué opina de esto? “Se volvió un poco loco, él es más culé que el palo de la bandera. Al patriarca hay que calmarlo, que está acelerado”, apunta. ¿Y él? “Soy muy futbolero, si tengo tiempo iré a Montjuïc y al Camp Nou”.

21 de mayo, también en Manresa. El Nou Congost canta “Pedro quédate” pero la continuidad exitosa etapa del entrenador catalán en el BAXI Manresa está en el aire. “La pregunta del millón: ¿te quedas? No creo que valga tanto la respuesta, pero la verdad es que no lo sé”, bromea.

“Manresa sabe que tengo la ambición de poder mejorar profesionalmente y tener unas posibilidades deportivas que aquí no me puede dar; eso lo tenemos hablado, aceptado y firmado”, reflexiona al día siguiente, mientras pelea con su perrito. “Lo bueno es tener una buena oferta, no muchas, que no me ha pasado. Muchos veranos no tienes ninguna oferta, y da gracias que tengas trabajo… yo he vivido veranos que no tenías nada, y empiezas sin entrenar y piensas que te ficharán a mitad de temporada pero lo mismo no pasa”, añade.

Una semana después, Pedro Martínez firmaba por dos años por el Valencia Basket, retornando al equipo taronja siete años después de ganar la Liga Endesa. “Han sido muchísimas llamadas y conversaciones para llegar a un acuerdo. La salida con Manresa no ha sido nada fácil para mí, han estado informados a tiempo y real y la sensación que he tenido con ellos es que no fue una sorpresa, estaban preparados”, explica.

“Mis hijos se han ilusionado muy rápido… a veces la presión que pone la familia es la más grande”, cuenta camino de una presentación a la que va nervioso. “Las expectativas son motivantes, y estoy dispuesto a ayudar a que esas expectativas, las más ambiciosas, se puedan conseguir, pero no puedo ser el responsable ni de los éxitos ni de los fracasos”, hablaba en la rueda de prensa.

¿Y cómo se adaptará el perro a Valencia? “Es un perro difícil, pero a ver cómo se adapta. Las fallas, mal”.