Redacción, 3 Jun. 2002.-
La emocionante serie entre Barcelona y Tau Cerámica se traslada a Vitoria, donde se disputarán el tercer y cuarto encuentros de la eliminatoria, que de momento marcha igualada a uno tras unos partidos iniciales extraños y difíciles de entender, con caras bien diferenciadas en los dos equipos.
El Tau jugó un buen primer partido, defendiendo muy fuerte y sobreponiéndose a la baja de Oberto. Dominó durante todo el choque, aguantando las acometidas del Barça, y supo culminar su esfuerzo con una victoria que le concedía el 0-1 y la oportunidad de dejar la serie vista para sentencia si conseguía repetir en el segundo partido.
El equipo vitoriano no sólo no lo hizo, sino que dio una imagen poco halagüeña de cara a los siguientes partidos. Los de Ivanovic no hicieron gala de su habitual garra y mentalidad tenaz, entregándose a un Barcelona que sí salió hambriento y pasó por encima de su rival, por un día endeble. La paliza infligida por el equipo blaugrana al Tau niveló la serie, trasladó la tan importante ventaja moral a las huestes de Aíto y convirtió el tercer partido en un choque a vida o muerte.
Y es que este tercer envite será vital para el desenlace de la serie. El ganador se colocará 2-1 y dispondrá del primer matchball, demasiada ventaja para dos equipos del potencial de Barcelona y Tau. Un triunfo blaugrana le aseguraría, al menos, la disputa de un quinto partido, ventaja difícil de desaprovechar con el factor cancha a favor.
Por su parte, si el Tau se adelantase 2-1 tendrá la oportunidad de sentenciar ante su fiel afición. El equipo vitoriano no acostumbra a dejar escapar finales en casa, ganando cuando debe hacerlo 'a excepción del partido ante el Maccabi en la Euroliga-. Un claro ejemplo es la final de la Copa del Rey, en la que el Tau derrotó al Barcelona por 85-83. De ganar este martes, el partido del jueves podría convertirse en una reedición de la final vivida en tierras vitorianas el pasado marzo.
La historia dice que el equipo que se adelanta 0-1 lleva posteriormente la iniciativa de la serie y que normalmente se clasifica, siendo el resultado más habitual un 3-1. Esto invita a pensar en un triunfo del Tau y su posterior clasificación, si bien las frías estadísticas han ofrecido ya suficientes pruebas de que éstos precedentes no son ni mucho menos definitivos. Basta comprobar lo ocurrido hace un año, cuando el Tau venció el primer partido de semifinales ante el Real Madrid para caer en los dos siguientes y quedar finalmente eliminado.
Este partido estará marcado por la casi segura ausencia de Roberto Dueñas, que no acaba de recuperarse de su lesión de espalda y apenas puede ayudar a sus compañeros. El concurso del pívot de Fuenlabrada daría al Barça un salto de calidad que puede ser definitivo, especialmente si tenemos en cuenta el potencial interior del Tau, que sí recuperará a Fabricio Oberto. El pívot argentino ya se encuentra en condiciones de regresar a las canchas tras el esguince cervical sufrido el pasado jueves en el primer partido de la eliminatoria.
Desgraciadamente para el Barcelona y para el espectáculo, Roberto Dueñas no es el único jugador del Barcelona con importantes problemas físicos. También los sufre Juan Carlos Navarro, duda para el tercer encuentro al haber empeorado de la fascitis plantar que ya le impidió competir en buenas condiciones en los dos primeros encuentros. Alain Digbeu y Ademola Okulaja, que también arrastraban problemas físicos, han mejorado de sus dolencias y podrán jugar en buenas condiciones.
En el segundo encuentro, el Barcelona impidió con una excelente defensa que el Tau Cerámica hiciese su juego, impidiendo a los vitorianos anotar con fluidez en la pintura y forzando numerosos errores, especialmente en la persona de Elmer Bennett, maniatado por la espectacular defensa de Rodrigo De la Fuente. Fruto del trabajo atrás del Barça, el Tau cometió 28 pérdidas, segunda peor marca de la ACB desde 1990, algo que bajo ningún concepto puede repetir en el tercer partido si quiere tener alguna opción de victoria.
También el Barça debe mejorar drásticamente en lo que respecta a pérdidas de balón, pues las 23 cometidas son también un grave problema. Sarunas Jasikevicius, algo diluido a lo largo de la serie, debe impartir criterio y serenidad y, de paso, mejorar sus porcentajes de tiro, algo que ayudaría mucho al Barcelona, con una gran dependencia en su tiro exterior