El escolta taronja Millán Jiménez, que la temporada 2024-25 jugará cedido en el Monbus Obradoiro, no pudo participar en la multitudinaria ceremonia de ingreso de nuestros jugadores y jugadoras de formación en el Mur dels Somnis, celebrada el pasado 31 de mayo, debido a sus compromisos profesionales. Sin embargo, ha aprovechado su presencia en nuestra ciudad para destapar su nombre y unirse al resto de sus compañeros que ya quedan recordados para siempre como jugadores y jugadoras formados en nuestro Club que llegaron a debutar con los equipos profesionales.
El jugador de Calahorra llegó a la entidad taronja en 2018 cuando todavía era junior de primer año pero fue una de las primeras promociones de jugadores que pudo disfrutar de las instalaciones de L’Alqueria del Basket y conocer el propósito del Mur dels Somnis. Inscribir su nombre en él era uno de los objetivos cuando aterrizó en el Club: “Es muy difícil y hay que soñarlo, pero cuando llegué era uno de los objetivos, poder llegar a debutar con el primer equipo. Y ver un muro que refleja todo ese esfuerzo y la gente que ha luchado y ha estado en cantera para llegar ahí siempre da más motivación y hace más fácil ese trabajo para poder llegar al primer equipo”.
Ese estreno no se hizo esperar y llegaría en su segundo año en el Valencia Basket, cuando todavía era junior, en un partido de la Euroliga 2019-20 en Milán. Un momento que Millán recuerda con cariño pero al que le ha dado más importancia con posterioridad: “Siempre digo que cuando estás allí, lo valoras pero es con el tiempo cuando lo pones en perspectiva y eres capaz de ver en realidad donde has estado y lo que has hecho. Me pilló muy de sorpresa y en ese momento no fui capaz de asimilarlo pero ahora entiendes lo que significa y la importancia que ha tenido para mí. Va a ser un día del que me acordaré siempre”.
Millán añadió algunos partidos más de experiencia antes de poder inscribir su nombre en el muro de la pista central de L’Alqueria del Basket al alcanzar la edad senior en el curso 2021-22, en el que fue una pieza importante en la rotación taronja y en el verano de 2022 pasó a tener a todos los efectos la condición de jugador de la primera plantilla masculina del Valencia Basket. Sin embargo, en la temporada 2022-23 solo pudo disputar dos encuentros debido a una lesión en el tobillo izquierdo y el curso siguiente jugó cedido en el San Pablo Burgos.
Jiménez, como Guillem Ferrando o el último en llegar al Mur dels Somnis, el base Sergio De Larrea, han pasado de estrenarse como taronja a tener la condición de jugadores de pleno derecho de la primera plantilla masculina. Una evolución natural que el exterior riojano considera que debe ser uno de los objetivos del Club: “Ese debe ser el objetivo, no solo llegar allí sino que esa gente que aparece en el Muro sea capaz de mantenerse y pueda servir para ayudar al primer equipo que es lo que el Club quiere y debería querer. Eso nos ha hecho mejores jugadores, hemos sido capaces de jugar con un Club muy grande en Euroliga, en acb y en EuroCup. Para mí y seguro que para el resto ha sido increíble”.
Dentro de su crecimiento como jugador, el alero de solo 21 años ha salido cedido para acumular más experiencia en uno de los equipos punteros de la LEB Oro, el Monbus Obradoiro, con el que aspira a regresar a la élite del baloncesto español: “El año pasado la LEB Oro ya fue muy dura y este parece que hay más equipos todavía que quieren luchar por ese ascenso. Así que seguro que va a ser una Liga muy competida, que lo vamos a tener difícil pero ojalá se de y pueda culminar con ese ascenso que el año pasado no pudo ser”.