Mahón (Menorca)/Manresa (Barcelona), 15 feb. 2008 (EFE).- Llega la hora de la verdad para el ViveMenorca en la ACB, ya que los menorquines deben dar un golpe de efecto en su camino hacia la permanencia derrotando al Ricoh Manresa, rival directo en esa lucha, y por ello han de mantener su buena racha de resultados ante sus aficionados.
Ambos equipos se volverán a encontrar en Mahón tras aquel fatídico 14 de mayo de 2006 para el Ricoh Manresa. Era la jornada 34 y última de la temporada 2005/2006 en la que se decidía cuál de los dos equipos descendía a la LEB, aquel dramático partido lo ganó el conjunto menorquín, que se salvó por dos puntos de diferencia 75-73 y que significó el descenso de los catalanes.
Los menorquines han disputado hasta ahora diez partidos como local y han cosechado seis victorias ante su fiel afición, por lo que necesitan seguir fuertes en casa para seguir soñando con la permanencia, aunque para ello necesitan ganar a un Ricoh Manresa que cuenta con una victoria más que los insulares y que se ha reforzado con el alero Toby Bailey en el lugar de Matt Walsh.
En la primera vuelta de la liga, el grupo que prepara Ricard Casas perdió en Manresa por ocho puntos de diferencia (87-79), por lo que si los mahoneses son capaces de ganar por más de ocho puntos, la victoria ante los catalanes tendría doble valor.
En la clasificación, el ViveMenorca ocupa la décimo quinta posición en la tabla con siete victorias y trece derrotas, a dos del descenso, mientras que el Ricoh Manresa cuenta con ocho victorias, una más que los mahoneses, y una derrota menos, doce, y ocupan la décimo tercera posición.
El entrenador manresano del ViveMenorca, Ricard Casas, que se volverá a enfrentar al equipo de su ciudad y al que dirigió en otra etapa en la ACB, podrá contar con toda su plantilla, que habrá tenido tiempo, tras el pequeño "parón" liguero por la disputa de la Copa del Rey, de retocar y pulir ciertos defectos del juego de su equipo para disputar con mucha intensidad el choque de mañana.
A todo ello, el club menorquín que preside José Luis Sintes podría anunciar en breve la contratación del base internacional macedonio Vbrica Stefanov, que se comprometería hasta final de temporada. El veterano base de 35 años, que ya se encuentra en su decadencia como profesional, podría cubrir el puesto del base catalán Javier Mendiburu.
En la mente de la afición de Manresa está el último partido en que jugó en Menorca y que certificó el descenso del equipo catalán. Por ello, el conjunto de Jaume Ponsarnau se ha preparado mentalmente para aguantar la presión de la pista balear, mientras que los locales intentarán ganar y recuperar la diferencia de ocho puntos de diferencia.
El técnico del Manresa ha remarcado hoy que "jugamos con un rival directo, por lo que el objetivo de los dos equipos es el mismo". Ponsarnau vaticina un partido "muy duro, muy competitivo". Por eso, pide a sus hombres "jugar detrás con un nivel de solidez adecuado".
Ponsarnau reconoce que "a medida que pasa la liga, el Menorca se acopla mejor, por lo que a día de hoy, cada vez es más sólido en defensa, y delante también es muy peligroso, sobretodo cuando sus hombres importantes cogen buenas rachas".
El entrenador del club del Bages ha recordado a sus hombres que "todos los jugadores del Menorca cuentan" y a pedido especial atención en lo que se refiere al juego interior de los baleares.