Madrid, 29 dic. 2007 (EFE).- El Real Madrid ha optado por borrar de la memoria la visita al Palau Blaugrana, donde perdió el liderato y fue claramente superado por el AXA F.C. Barcelona con un excelso Gianluca Basile (84-65), para mantenerse invicto en Vistalegre en el último partido del año, que le enfrenta al Ricoh Manresa (domingo; 12.30; TM TVG).
Los blancos llegaron a la Ciudad Condal con una victoria de diferencia sobre el DKV Joventut, el sorprendente iurbentia Bilbao y el AXA Barcelona. El DKV Joventut y el iurbentia Bilbao ganaron sus respectivos duelos contra el Unicaja y el propio Ricoh Manresa, que cayó en casa ante los vizcaínos (76-83), así que ahora los cuatro equipos -verdinegros, vascos, madridistas y barcelonistas- copan las cuatro primeras plazas de la clasificación con once victorias y tres derrotas cada uno.
El famoso 'basket-average' (diferencia de puntos) es la que establece el orden clasificatorio en la cabeza de la liga en estos momentos. El Madrid se ha quedado tercero tras la estela del DKV Joventut y del iurbentia Bilbao, pero la lucha por el liderato sigue a brazo partido entre los cuatro conjuntos.
Por eso, la visita del Ricoh Manresa es una cita importante para los blancos, aún más porque el DKV Joventut sale a la cancha del Tau, mientras que AXA F.C. Barcelona e iurbentia Bilbao juegan, respectivamente, contra ViveMenorca y MMT Estudiantes, ambos sumidos en la lucha por la permanencia.
"Lo mejor que podemos hacer es olvidarnos de este partido - el del Palau- y centrarnos al cien por cien en preparar el encuentro del Manresa, en el que también nos jugamos mucho. No podemos perder la concentración por una derrota, sino que tenemos que poner más fuerza si cabe para conseguir un triunfo en la siguiente jornada", aseguró el técnico del Real Madrid, Joan Plaza, nada más terminar el duelo ante el Barça.
La visita del Ricoh Manresa a Vistalegre será especial para el base madridista Sergio Llull, fichado la temporada pasada por la entidad blanca procedente del club manresano.
Pensar que es una buena oportunidad para desquitarse de todas las derrotas: así plantea hoy Jaume Ponsarnau a sus jugadores el partido de mañana ante el Real Madrid.
El Ricoh Manresa ahondó ayer en su mala racha perdiendo en casa ante el iurbentia Bilbao y ya lleva ocho derrotas en los últimos diez partidos.
Con sólo un día de preparación antes del partido, la intención del técnico del Ricoh Manresa es hacer entender a sus jugadores que una victoria en Vistalegre sería el golpe de efecto que el equipo necesita para dar un giro a su racha negativa.
Ponsarnau destacó que lo que toca es trabajar, para encontrar los recursos y las confianzas" para que el equipo vuelva a sumar. Así, el entrenador catalán se mostró preocupado por "recuperar al equipo para jugar contra el Madrid", ya que, aseguró, "nosotros vamos a competir contra el Madrid".
"Es necesario contar con todos los jugadores que tenemos y uno de ellos es Matt Walsh, dijo. El jugador no está dando ni una pequeña parte del rendimiento que en Manresa se espera del americano. Ayer consiguió a duras penas cuatro puntos.
Ponsarnau explicó que en el partido ante el iurbentia Bilbao, el Ricoh Manresa dio un paso anímicamente, ya que las opciones de victoria se mantuvieron hasta los minutos finales.
"Por suerte tenemos otro partido, por suerte es ante una gran rival y por suerte tenemos una oportunidad de dar un paso adelante", apuntó.
También comentó que aunque apenas hay tiempo de preparación tiene "la intención que el equipo salga a la pista de Vistalegre a competir al máximo".
El técnico catalán dispondrá de toda la plantilla al completo, incluyendo a Josh Asselin, que en el partido de ayer demostró que después de su lesión en la espalda aún no está al cien por cien, aunque puede aportar cosas.
El Ricoh Manresa sólo ha ganado en tres ocasiones en la pista del Madrid. Fue en la temporada 97-98, la del histórico título de liga del club del Bages.
El partido servirá para que el joven base del Real Madrid Sergio Llull se reencuentre con el equipo con el que debutó en la ACB. Será la primera vez que Llull juega contra el Manresa en ACB.