Barcelona, 22 Jun. 2007.- El Winterthur F.C. Barcelona ha logrado forzar un cuarto partido al superar al Real Madrid por 75-70 en un partido extraño y a la vez apasionante. Y es que los blaugrana pasaron de dominar por 16 puntos a verse cuatro abajo en el último periodo... y sentenciar entonces con un parcial 9-0.
Los aficionados del Winterthur F.C. Barcelona vivieron un partido cardiaco. Pasaron de la euforia inicial, con un 15-0 de arranque y 16 puntos de margen poco después, a ver cómo el Real Madrid remontaba, se adelantaba al entrar en el último cuarto y tomaba incluso cuatro puntos de renta (55-59). Todo el coraje y rabia acumulada por los de Ivanovic salieron entonces a la palestra para guiar un parcial 11-0 (66-59) que dejaba la victoria en casa. Y con ella, el implícito cuarto partido.
Aun así, Joan Plaza logró dar a su equipo muchísima vida a través de defensas zonales que causaron el caos en el ataque culé y propiciaron una enorme remontada: del 45-32 al 55-59 (10-27). Entonces el Barça sacó todo su carácter y selló un triunfo que envía la eliminatoria al domingo, al cuarto envite. Navarro, autor de 17 puntos y un triple vital, comandó a su equipo, bien apoyado bajo tableros en la figura de Marconato y Trias.
Demoledor arranque blaugrana
El Winterthur F.C. Barcelona salió al partido con otra velocidad, con el cuchillo entre los dientes y 8.000 entusiastas jaleando cada segundo. Fue un arranque avasallador, incontestable. Hasta ahora la mayor renta en un partido de la Final era de 11 puntos, para el Real Madrid en el segundo envite, y el Winterthur F.C. Barcelona tardó sólo 3:32 en elevar tal cuantía. Exactamente el tiempo necesario para situar un demoledor 13-0 en el electrónico, ampliado un minuto después a 15-0. Impactante.
Al Real Madrid le tocaba remar contra corriente, en un símil del arranque de la Copa del Rey. Sumó su primer punto tras 4:42, un tiro libre de Raül López y tuvo que esperar a su undécimo intento (0/5 de dos y 0/5 de tres) para anotar el primer tiro de campo, obra de un Mumbrú recién salido del banquillo. Plaza buscaba oxígeno pero su equipo estaba cohibido: reboteaba bien en ataque, pero luego fallaba; Raül estaba especialmente participativo pero no le entraban los tiros. Tampoco llegaban buenos balones a Felipe Reyes o a Bullock. En esas, Lakovic y Marconato seguían anotando y la ventaja blaugrana crecía (20-5) al mismo tiempo que dos faltas enviaban a un casi inédito Reyes al banquillo.
Pese a empeñarse en lanzar triples sin éxito, el Winterthur F.C. Barcelona siguió amasando renta hasta finalizar el primer cuarto 16 arriba (24-8), una nueva máxima. Jaque.
El Real Madrid responde
Dos arrebatos de Lakovic (un triple y un robo que propició un contraataque) desatascaron el ataque blaugrana, dando un poco de aire ante un final de periodo polémico. Y es que la afición culé protestó airadamente varias faltas señalizadas, culminadas con una técnica a Basile. Los tiros libres permitieron al Real Madrid reducir la renta a cinco puntos (37-32), pero una canasta de Roger Grimau sobre la bocina llevó el 39-32 al electrónico al descanso. Felipe Reyes y Bullock sumaban dos puntos (0/9 en tiros de campo) y 5 de valoración.
Barça vuelve a salir fuerte... pero el Real Madrid recoge rápidamente el testigo
El partido ganaba tensión... y emoción. Tras un revitalizador paso por el banquillo, el hasta entonces revolucionadísimo Hervelle anotaba un triple que ponía al Real Madrid a 4 (49-45, m.28). Instantes después, un triple de Tunçeri acotaba el cerco: 50-48 a 11:53 del final.
El Real Madrid amenazaba con campeonar en terreno ajeno, con darle la vuelta a un 16 y triunfar por la vía rápida. En esas, un 2+1 de Bullock y un triple suyo a tabla, cayéndose, sobre la bocina final del tercer periodo, cambiaron las tornas del choque: ¡53-54! Y 12 puntos de Sweet Lou en este tercer periodo.
+4 para el Real Madrid... pero decisivo 11-0 del Barça que vale una victoria
Y dos tiros libres de Marconato igualaban la contienda: 59-59 y cinco minutos para el final. ¡Qué desenlace! Pese a sus fallos previos, no podía faltar Navarro: un triple suyo estimuló las tensas cuerdas vocales del Palau y obligó al Real Madrid a volver a defensa individual. Un rebote ofensivo y canasta de Marconato aumentó las esperanzas locales (64-59 a 3:45) ante un rival aturdido.
Navarro amplió la cuenta hasta un parcial 11-0 (66-59) y llevó la euforia a las gradas, que celebraron con entusiasmo una increíble canasta a aro pasado de Jordi Trias. Pero el Real Madrid no había dicho su última palabra: mate de Hervelle en rebote ofensivo y opción de milagro... aunque ni los primeros cuatro puntos de Felipe Reyes pudieron evitar el cuarto partido, sentenciado con dos tiros libres de Lakovic a 2,9 segundos (75-70).