Jorge Muñoa. Madrid, 14 abr. 2007 (EFE).- El Real Madrid celebró la victoria en la Copa ULEB con un sólido triunfo frente al Pamesa Valencia por 78-66 que, aparte de animar las celebraciones por el éxito europeo, le sostiene en el liderato de la ACB una jornada más en plena cuenta atrás de la primera fase liguera.
Nunca se sabe cómo puede reaccionar un equipo en el primer compromiso después de ganar un título. De una u otra forma influye, lo que no se sabe de antemano es si lo va a hacer para bien o para mal. El Real Madrid recibió al Pamesa Valencia con la digestión de la recién conquistada Copa ULEB bien hecha. Los blancos estaban listos para medirse a un rival sumido en el epicentro de la lucha por las series al título en una clara muestra de que el triunfo frente a los lituanos del Lietuvos Rytas ha sentado bien a los de Joan Plaza.
Faltan cinco jornadas para el final de la primera fase y, por tanto, para dejar cerrado el cuadro de aspirantes a la ACB 2006-07. Los flamantes campeones de la ULEB se han ganado una buena dosis de tranquilidad para afrontar la recta final del campeonato al obtener la clasificación directa para la próxima Euroliga y ahora tienen a mano la posibilidad de entrar al Playoff como líderes.
El Real Madrid no ha perdido el rumbo por haber ganado la ULEB. Es más, la Copa de Charleroi parece haber marcado tendencias. Una de las evidentes apunta hacia Alex Mumbrú, que el martes se lució contra el Lietuvos y también destacó frente al Pamesa. Otra, que este equipo huele los instantes en los que anida la diferencia entre ganar y perder, los momentos que determinan la suerte de los partidos.
Los blancos se sintieron cómodos en el primer cuarto. Lo dominaron sin muchas complicaciones pese a que el marcador reflejó un tanteo corto (19-15). Los locales dominaban la situación, más que en el marcador, en la impresión que desprendía lo que pasaba sobre la cancha.
La pizarra del técnico visitante, el también heleno Fotis Katsikaris, funcionaba. El Madrid controlaba los números, pero no había podido evolucionar en transición ni conectar el contraataque.
El Pamesa Valencia apretaba en el último minuto del tercer cuarto (51-50). Mantenía la presión. Sin embargo, al Madrid le volvieron a bastar dos apuntes para adelantarse de nuevo. Cada vez que los valencianos se le echaron encima les cortó el paso por ese método. Un par de destellos de calidad individual o de cohesión colectiva daban al traste con los repuntes del equipo naranja.
Las acciones del final del tercer cuarto llevaron a los madrileños a ocho puntos (62-54), la más amplia en poco más de treinta minutos (también habían marchado con un 23-15 en el segundo corte). La responsabilidad decrece cuando uno tiene un título continental y la clasificación para la próxima Euroliga en el bolsillo y los blancos daban la sensación de no sentir la presión ejercida por el Pamesa.
La desenvoltura de los campeones europeos afloró con claridad en el momento de decantar la balanza. El último minuto del tercer periodo y el inicio de los diez minutos finales desactivaron las opciones valencianas.
Lo dejó todo listo para encarar la llegada a meta sin apuros. Aumentó la ventaja a once puntos a cinco minutos de la bocina (69-58), la alimentó (78-61 m.38) y cerró una semana de alegrías para un bloque que, liderato al margen, también amasa sueños de gloria en la ACB.
78 - Real Madrid (19+15+26+18): Tunceri (5), Bullock (23), Tomas (2), Reyes (8), Hernández Sonseca (-) -cinco inicial-, Sekulic (6), Hervelle (5), Smith (12), López (4), Mumbrú (13) y Nguema (-).
66 - Pamesa Valencia (15+17+22+12): Hamilton (-), Douglas (9), Timinskas (6), Garcés (11), Miralles (9) -cinco inicial-, Oliver (9), Claver (6), Avdalovic (10), Luengo (-) y Mavrokefalidis (6).
Arbitros: Pérez Pérez, Guirao y Araña. Sin eliminados.
Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima jornada de la primera fase de la Liga ACB disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 10.800 espectadores. El Pamesa Valencia hizo el pasillo al Real Madrid antes del partido después de la victoria del equipo blanco, el pasado martes, en la final de la Copa ULEB contra el Lietuvos Rytas lituano en la ciudad belga de Charleroi. El presidente de honor de la sección de baloncesto del Real Madrid, Emiliano Rodríguez, y los ex jugadores Alberto Herreros, Quique Villalobos, José Luis Llorente y Fernando Romay, entregaron un reloj de homenaje al comentarista de Televisión Española Pedro Barthe, que se despide del Ente Público después de mas de 1.200 transmisiones.