Málaga, 11 Feb. 2007.- ¡Winterthur F.C. Barcelona, campeón de la Copa del Rey! El equipo blaugrana continuó su particular conexión con Málaga, donde ganó la Copa del Rey de 2001 y la Supercopa de 2004, y sacó de la pista al Real Madrid gracias a un comienzo espectacular en el que dominó sin paliativos y trazó un camino claro a la victoria.
Enorme partido blaugrana, todo solidez y claridad de ideas. Un muro defensivo contra el que se estrelló una y otra vez el Real Madrid, falto de puntería y sólo una sombra del que ayer derrotó al TAU Cerámica en una apasionante semifinal. No, esta vez los blancos sudaron sangre para llevar un punto al marcador y entre tanto vieron cómo el letal ataque catalán asestaba golpe tras golpe a una endeble resistencia defensiva madridista.
Demasiada rémora para los valientes intentos de remontada iniciados tras el descanso, partiendo de 20 puntos de desventaja y consiguiendo llegar hasta nueve y sembrar cierta duda, pero no amenazar la victoria de un rival netamente superior en todos los aspectos.
La defensa blaugrana fue un muro, con Juan Carlos Navarro como mejor exponente. El campeón del mundo hizo un trabajo para quitarse el sombrero, anulando al hasta ahora letal Louis Bullock y completando su actuación con un gran papel ofensivo. Pero en ataque el principal motor fue Jaka Lakovic, que triple a triple, acción a acción, fue aumentando la renta blaugrana y afianzando el dominio y la victoria final. Pero sería injusto no hablar de Jordi Trias y Fran Vázquez, demoledores bajo tableros para fijar los cimientos del éxito
Rodillo blaugrana
El Winterthur F.C. Barcelona salió como un rodillo, arrollando al Real Madrid desde un inabordable muro defensivo. Canasta de Navarro para empezar, triple de Lakovic y 1-10 en un santiamén. 4:26 tardó el Real Madrid en anotar su primer tiro de campo, uno de Bullock... pero fue el único con tino en todo el primer periodo. El Barça, en cambio, iba lanzado con la propulsión de los muelles de Vázquez, la intensidad de Trias y el incansable genio de Lakovic y Navarro (extraordinaria defensa además sobre Bullock). 5-21, clara consecuencia.
Para cómo estaba atacando y jugando el Real Madrid, 16 puntos no parecían una sentencia. El Barça estaba jugando con fuego y el conjunto blanco iba a revivir. No podía hacerlo peor y su reacción era un hecho tan lógico como esperado. Dos mates de Fran Vázquez nada más arrancar el tercer periodo sembraron la incertidumbre (15-35), pero no, la inagotable voluntad de Hervelle y Felipe Reyes comandaron un parcial 9-0, llevado a 12-2 con tres tiros libres de Tomas. El Real Madrid, a 10 (27-37). Y en 6:38 había anotado ya los mismos puntos (15) que en toda la primera mitad: 30-42.
La remontada seguía siendo posible, pero se complicaba. Y el Winterthur F.C. Barcelona se encargó de hacerla inviable. El Real Madrid seguía atascado y buscando triples y apelando a una heroica que hoy no llegaría. A menos de cinco minutos del final el resultado ya era claro y meridiano: 41-58. Sólo quedaba por ver cuál sería la diferencia final y a cuantos puntos llegaría el conjunto blanco.