Girona/San Sebastián, 27 ene. 2007 (EFE).- Tras el festival europeo que se ha dado esta semana el equipo, con su victoria ante el Virtus Bolonia en partido de FIBA EuroCup (106-74), el Akasvayu Girona vuelve este domingo a la competición doméstica para recibir la visita del Bruesa GBC, a quien derrotó a domicilio en la primera vuelta del campeonato.
No hay duda de que el partido viene marcado por el jugado el jueves y que se ha convertido en el centro de todos los comentarios de los aficionados y también de la propia plantilla: "Contra el Virtus jugamos un partido muy completo tanto en defensa como en ataque y tuvimos la suerte de que ellos no tuvieran su día", asegura el ala pívot Germán Gabriel, quien también insta a volver a la normalidad y a centrarse en la competición.
Con el Bruesa GBC vuelve a Girona un viejo conocido, Federico Kammerichs, convertido ahora en uno de los puntales del equipo vasco: "El Bruesa está demostrando un gran nivel de juego y es un rival muy difícil", según el análisis del propio Gabriel, que añade: "Nos pueden plantear muchos problemas y si nos descuidamos y no estamos concentrados nos pueden ganar".
Para el Akasvayu Girona el encuentro tiene el factor añadido de mantenerse invicto en casa, donde todavía no ha perdido en las tres competiciones que hasta ahora ha disputado: Liga catalana, ACB y FIBA EuroCup.
El balance como locales es de 16-0, lo que debe servir, según Gabriel: "en la segunda vuelta debemos mostrar fuerza y solidez para mantenernos arriba, aguantar lo máximo posible y llegar en un buen momento al final de temporada".
Pesic tendrá toda la plantilla a disposición, aunque hasta el último momento se estará pendiente del estado físico de Marc Gasol, que el miércoles recibió un fuerte golpe en la rodilla.
Por su parte, el Bruesa Gipuzkoa Basket Club viajó a Girona para jugar mañana un duelo ante el Akasvayu Girona en el que los donostiarras intentarán dar la sorpresa como ya lo hizo en la cancha de equipos grandes como el Winthertur FC Barcelona o el Unicaja de Málaga.
El Bruesa viajó con tan sólo once hombres, ya que la plantilla de Porfi Fisac se ha visto reducida esta semana con la rescisión del contrato del ala-pívot Devin Davis y la no incorporación por una lesión muscular en el sóleo del base croata Damir Mulaomerovic.
Además, Fisac no tendrá a sus pocos jugadores en plenas facultades porque Fede Kammerichs y Nacho Ordín han arrastrado problemas físicos a lo largo de la semana y Michael Bradley tiene inflamada su rodilla, mientras que Devin Smith ya se ha recuperado completamente de su lesión en el dedo del pie derecho.
El Bruesa tratará de dar la sorpresa en el Pavelló Fontajau con la tranquilidad que le supone tener a los dos rivales principales en la lucha por la permanencia a más de dos partidos de diferencia y con la esperanza de alcanzar al grupo de contrincantes que tiene a tan sólo una victoria más.
En el partido disputado en Illumbe en la tercera jornada de Liga se impusieron con facilidad los gerundenses por 85-98, cuando el Bruesa todavía no sabía de dónde le daba el aire en la Liga ACB.
El balance de ambos equipos es bien distinto: el conjunto donostiarra ocupa la decimoquinta plaza de la tabla con el doble de derrotas que de victorias, es decir, 6 y 12, mientras que el Akasvayu Girona permanece en la tercera posición de la Liga con 14 partidos ganados y 4 perdidos.
El entrenador del Bruesa afirmó que a pesar de las lesiones de Kammerichs, Ordín y Bradley pueden "ganar allí aunque sea complicadísimo porque ellos vuelven a estar a un gran nivel" que quedó patente el miércoles "con el resultado al descanso de 71 a 33 ante el primero de Italia".