Las Palmas de Gran Canaria/Valencia, 11 nov. 2006 (EFE).- El Gran Canaria Grupo Dunas pretende aprovechar mañana la visita del poderoso Pamesa Valencia para equilibrar su balance de resultados en la fase regular de la ACB, que alcanzará este fin de semana su octava ronda.
Los pupilos de Salva Maldonado volvieron a recurrir en esta temporada al bálsamo de la competición europea para reconducir su trayectoria en la doméstica. Así, después de una racha negativa de cuatro derrotas en la Liga, el triunfo ante el AEK Atenas les dio alas en Bilbao y, el pasado martes, en tierras serbias -Hemofarm-.
Así, esas tres victorias consecutivas han cambiado el semblante de la plantilla amarilla, que vuelve a ver luz al final del túnel. La mejora es ostensible en varios de los jugadores denominados como columna vertebral y, además, se reactiva la ilusión con Jimmie Hunter, un artillero estadounidense que debe asumir liderazgo.
Las buenas vibraciones se intensifican aún más con la disputa de tres encuentros seguidos en la isla. Así, después del Pamesa Valencia, en la próxima semana visitarán el Centro Insular de Deportes el conjunto francés Nancy -ULEB Cup- y el ViveMenorca -ACB-, y la afición podría llevar en volandas al conjunto de Maldonado.
Con todo, el sentimiento actual es de máximo respeto al potencial del Pamesa Valencia, un rival que ha ganado diez de los catorce encuentros que ha disputado en Gran Canaria. Sin embargo, la última victoria valenciana fue en diciembre de 2003, por 55-76 (los locales se alzaron con el triunfo en dos citas posteriores: 85-70 y 88-81).
Salva Maldonado reservó un papel "muy importante" a la afición amarilla y resaltó que este domingo será "un buen día" para que su equipo se sienta arropado y, aún sin estar muy acertado, pueda disponer de "opciones para ganar".
El preparador catalán se congratuló por la posibilidad de alinear al canterano Roberto Guerra, quien actuará con una férula en un dedo de su mano derecha, fracturado el pasado martes en Vrsac.
Maldonado insistió en relación con el debut de Hunter que el alero norteamericano "no viene a salvar al equipo", y que se ha incorporado "para que nos ayude con la regularidad".
En relación con su adversario levantino, el técnico barcelonés explicó que "está jugando al límite, muy a la griega, bien atrás y con un baloncesto físico y de control".
Mientras, el Pamesa Valencia tratará de refrendar como visitante la mejoría que como local ha experimentado tras la llegada a su banquillo del técnico heleno Fotis Katsikaris.
El técnico griego sustituyó al destituido Ricard Casas y ha transformado al Pamesa Valencia en un equipo aguerrido que no deja de luchar por la victoria en los cuarenta minutos, un deseo de ganar que le ha permitido vencer de manera consecutiva al DKV Joventut y al Akasvayu Girona.
Ahora, el conjunto valenciano deberá corroborar su transformación lejos de la Fuente de San Luis, una auténtica reválida ya que como visitante fue como perdió su crédito en la etapa en la que Casas estuvo al frente del equipo.
Una vez que Katsikaris ha conseguido implicar a todos sus jugadores en defensa, uno de los principales retos que tiene el equipo es mejorar su juego de ataque, en el que demostró importantes carencias en el choque ante el Akasvayu Girona de la pasada jornada.
Para este encuentro, el entrenador griego recuperará al escolta islandés Jon Stefansson, que lleva varias semanas apartado del equipo por una lesión muscular y está llamado a convertirse en uno de los jugadores claves de los esquemas del equipo valenciano.
Su regreso alterará las rotaciones de Katsikaris y los grandes perjudicados podrían ser Ruben Douglas, que arrastra un pésimo porcentaje de tiro de tres puntos en los últimos encuentros, y el capitán Víctor Luengo.
Una victoria en la pista del conjunto canario, unida a otros resultados, podría hacer que por primera vez esta temporada, el Pamesa Valencia entrara entre los ocho primeros clasificados, una circunstancia que apuntalaría sus opciones de clasificarse para la Copa del Rey que se disputa en Málaga.