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El Efecto Ferrari

"Es un tío feliz en la cancha que quiere competir y ganar. Su mentalidad nos ha dado fuego". Las palabras de Hlinason resumen la revolución de un jugador que lo ha cambiado todo en Zaragoza. ¡Descubre el Efecto Ferari!

acb Photo / E. Casas
© acb Photo / E. Casas
  

"Ahora espero con ansias el próximo capítulo de mi vida". A comienzos de octubre, una noticia impactaba en el mundo del baloncesto: la retirada del mundo del baloncesto, con solo 25 años, de Frankie Ferrari.

El jugador californiano, carismático en la Liga Endesa tras su paso por Manresa -dos etapas-, Gran Canaria y Málaga, había pedido a los responsables del Brose Bamberg la rescisión de su contrato a causa de los constantes problemas físicos.

Medio año más tarde, todas las miradas apuntan a él como revulsivo de un Casademont Zaragoza que, desde su llegada, cuenta sus partidos por triunfos. Es su particular cuento de hadas.

En enero, volvió a sentirse jugador, recibiendo una oportunidad de los Santa Cruz Warriors a la vez que él se la daba al baloncesto. Fueron 28 partidos con más dirección de juego que anotación (5,5 puntos y 5,5 asistencias), pero el Casademont Zaragoza creyó en él.

En una situación complicada y con el fantasma del descenso quemando, unos días antes del acuerdo Sakota telefoneó a Ferrari y le expuso su idea de juego, confesándole que tenía una fe inmensa en él, cual revulsivo. La propuesta fue tentadora: "Me encuentro bien. He estado tres meses compitiendo en la G-League de Estados Unidos, se me presentó esta oportunidad de venir a Zaragoza y no me lo pensé en venir a ayudar”, comentó en su presentación. En diez días sería el nuevo ídolo de Zaragoza.

acb Photo / E. Casas
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Ferrari debutó contra el Monbus Obradoiro, en un partido atrasado correspondiente a la Jornada 19. Su carta de presentación delante de su público no pudo ser mejor: 10 puntos, 7 asistencias, 5 rebotes, 1 recuperación y 15 de valoración, con un +16 durante su 21:59 en pista. Y, lo más importante, la victoria de su equipo (80-73), que se atrevió a creer en la salvación.

"La necesitábamos desesperadamente, no sabéis lo importante que es para nosotros esta victoria", confesaba Sakota, sin imaginar, ni en su planteamiento más optimista, una adaptación tan instantánea como la de Frankie Ferrari. El norteamericano volvió a enamorar contra el Barça, liderando la campanada zaragozana (76-71) con 16 puntos, 5 asistencias, 4 rebotes, 3 recuperaciones y 6 faltas recibidas, con 21 de valoración y un +10 en 24:02.

Frankie aprendió el pasado fin de semana un refrán español, aquel que jura y perjura que no hay dos sin tres. A domicilio también fue talismán, con victoria del Casademont Zaragoza en Lugo (82-85 al Río Breogán) y otro encuentro sobrio y notable con su firma: 8 puntos, 5 asistencias, 2 rebotes, 2 recuperaciones, 4 faltas recibidas y 13 de valoración en 21:16 (+3).

Sus porcentajes en el tiro, un 75% en tiros libres (3/4), un 50% en lanzamientos de dos (8/16) y un 45,5% en triples (5/11) acompañan unos números redondos, poco comunes en alguien que acaba de llegar en una situación límite y, desde luego, verdaderamente impropios de un jugador que se veía retirado hace poco más de medio año: 11,3 puntos, 5,7 asistencias, 3,7 rebotes, 2 recuperaciones y 16,3 de valoración.

Más allá del boxscore, tres victorias que han sacado al Casademont Zaragoza del abismo comparten un factor común: en todas se notó la presencia de Frankie Ferrari. Simple y llanamente, el Casademont Zaragoza rinde mejor cuando él está en pista:

Rival Con Ferrari Sin Ferrari Diferencia
Monbus Obradoiro +16 en 21:59 -7 en 18:01 23
Barça +10 en 24:02 -5 en 14:58 +15
Río Breogán +3 en 21:16 0 en 19:44 +3
TOTAL +29 en 67:17 -12 en 52:43 +41
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"Tiene una pinta diferente, quiere que corramos, nos empuja y eso es algo que nos faltaba antes, en mi opinión. La mentalidad de Ferrari, que es un tío feliz en la cancha, que quiere competir y ganar, nos ha dado un poquito de fuego. Todos queremos ganar porque somos competitivos y nos han ayudado en los dos lados de la cancha”. Son palabras de Triggvi Hlinason, resumiendo bien el sentir del vestuario.

El protagonista, en cambio, elude la primera plana, prefiriendo compartir méritos: "Llegué aquí con la intención de trabajar duro, poder ayudar en lo máximo al equipo y transmitir energía positiva. Pensaba que ese era el camino para conseguir ganar partidos y las cosas están saliendo. No soy un héroe, tan solo una pieza más del puzzle".

"Los jugadores que ya estaban eran buenos y lo siguen siendo ahora. Mekowulu y yo hemos podido ayudar a cambiar la dinámica, nada más", añadió en declaraciones a la web oficial del club, en las que se deshizo en elogios a entrenador y afición. "Sakota me da mucha libertad y confianza en el juego y eso me hace estar más tranquilo y seguro sobre la cancha. Además, la marea roja es increíble, trasmite mucha energía y mucha vida. Espero que continúe así porque seguro que la vamos a necesitar en los partidos de casa".

El Casademont Zaragoza, que pasó los 75,4 a los 79,3 puntos anotados por partido y de los 82,1 recibidos a los 75,3 desde la llegada de Frankie, encadena ya tres victorias consecutivas y no quiere bajarse de la ola, en su momento más dulce del curso. El Efecto Ferrari marca el camino.