Valencia, 9 abr. 2006 (EFE).- El Pamesa Valencia tuvo una difícil mañana contra el Akasvayu Girona, perdiendo su séptimo partido consecutivo como local y dando una floja imagen que agrava la crisis de juego en la que está inmerso el equipo.
El Akasvayu Girona, con un juego sencillo y una anotación muy repartida, doblegó con una facilidad inusitada al equipo valenciano, que sumó la séptima derrota consecutiva en su pista (49-79) y fue despedido por los pocos aficionados que quedaban en el pabellón al finalizar el choque con una pitada.
Con el pesado lastre de haber logrado sólo una victoria en los últimos nueve encuentros, el Pamesa saltó a la pista atenazado por el miedo, pero también con falta de actitud en alguno de sus jugadores. El Akasvayu Girona se dio cuenta y sacó partido de la situación sin necesitar nada más que un mínimo de intensidad.
A los cinco minutos de juego, el conjunto catalán ya ganaba por 2-14, Ricard Casas había mandado al banquillo y abroncado a Dimos Diokoudis por su inexistente defensa y en la Fuente de San Luis ya comenzaban a oirse tímidos silbidos que al final del primer cuarto se convirtieron en sonora bronca (4-25, m.10).
El Akasvayu jugaba a placer. Edu Torres movía el banquillo con soltura y sus jugadores se distribuían la anotación liderados por Arriel McDonald, Terrel Myers y Fran Vázquez. En defensa, la incapacidad local les permitía centrarse en cerrar el rebote para mantener a raya a un Pamesa huérfano de orgullo y que escudaba su impotencia con los árbitros.
La salida a la pista durante unos minutos del recién llegado Anthony Goldwire no hizo sino aumentar un desconcierto que Casas era incapaz de frenar. Sólo Timinskas parecía atreverse a lanzar a canasta una pelota que cada vez 'quemaba' más y que el Pamesa parecía empeñado en perder en cada ataque.
Al conjunto catalán, la salida a la pista del talentoso Raúl López y del sólido Kevin Thompson le dio un nuevo impulso para aumentar aún más su ya enorme ventaja. No había posición ni zona del campo en la que el Akasvayu no fuera infinitamente superior y cuando llegó el descanso, las protestas del público se multiplicaron (15-48, m.20).
En la reanudación, el Akasvayu se cansó de ampliar su renta y levantó el pie del acelerador, lo que permitió al Pamesa, de la mano de Albert Miralles y Todor Stoykov, frenar la caída libre en la que estaba inmerso. Pero no pasó de un mal lavado de imagen. Fran Vázquez dio un nuevo impulso a los visitante, y al finalizar el tercer cuarto la desventaja local se mantuvo intacta y sus seguidores comenzaron a abandonar la 'Fonteta'.
El último cuarto se convirtió en un intercambio de canastas que sólo sirvió para alargar la agonía de los locales, que no pudieron obrar la imposible remontada y fueron despedidos con silbidos.
49 - Pamesa Valencia (4+11+17+17): Avdalovic (3), Harrington (2), Timinskas (6), Dikoudis (6), Garcés (12) -cinco inicial- Sklavos (-), Luengo (-), Miralles (10), Yebra (-), Goldwire (-) y Stoykov (10).
79 - Akasvayu Girona (25+23+17+14): McDonald (9), Salenga (6), Kammerichs (9), Vázquez (14), Dueñas (4) -cinco titular- Udrih (12), Myers (10), Gabriel (3), Thompson (7), Raül López (3) y Espinosa (2).
Arbitros: García Ortíz, Guirao y Araña. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de la Liga ACB disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 6.500 espectadores.