Valencia - Girona, 8 abr. 2006 (EFE).- El Pamesa Valencia recibe mañana en el pabellón de la Fuente de San Luis al Akasvayu Girona en un choque en el que confía comenzar a salir de la crisis de juego y resultados en la que está inmerso con la ayuda de su último fichaje, el base estadounidense Anthony Goldwire.
El ex jugador del Barcelona llegó el pasado domingo a Valencia y, aunque el miércoles disputó un partido amistoso contra el Etosa Alicante, el de mañana será su debut oficial con el equipo que dirige Ricard Casas.
El técnico catalán confía en que Goldwire apuntale la dirección del equipo y le pueda dar minutos de descanso al base serbio Vule Avdalovic sin que el equipo se resienta pero también podría utilizarlo como escolta durante algún tramo del encuentro si está inspirado en ataque.
Su llegada debe servir para darle aire fresco a un equipo que se ha convertido en el peor de toda la Liga ACB en la segunda vuelta tras haber logrado una sola victoria en los nueve encuentros disputados hasta el momento.
Esta mala racha es especialmente grave en sus partidos como local, ya que el conjunto valenciano acumula seis derrotas consecutivas en la Fuente de San Luis, y el club teme que sus aficionados muestren el domingo su malestar con el equipo en caso de un nuevo tropiezo.
Además, esta situación ha llevado al Pamesa a caer de la tercera plaza que ocupaba al finalizar la primera vuelta a la octava en la que se encuentra en estos momentos, la última que da derecho a disputar las eliminatorias por el título, de las que podría quedar fuera momentáneamente en caso de derrota.
El encuentro será el tercero que enfrente al Pamesa con el Akasvayu esta temporada y el equipo valenciano ganó los dos anteriores: el primero en Girona en la primera vuelta del campeonato y el segundo en los cuartos de final de la Copa del Rey que se disputó en Madrid.
Pese a que en esos dos encuentros ya se ha enfrentado al que fuera su equipo durante las anteriores tres temporadas, el de mañana será el primer partido del alero argentino Federico Kammerichs en la Fonteta desde que este verano pidiera ser traspasado del Pamesa al Girona.
Y si en Pamesa Valencia las urgencias vienen por las derrotas, en Akasvayu Girona las complicaciones son bien distintas. Roberto Dueñas, que debería jugar con una mascara a causa de la fisura nasal sufrida la semana pasada, y Raúl López, que no se ha ejercitado con normalidad a lo largo de la semana a causa de una bronquitis, son los dos principales problemas que tiene Edu Torres para disputar este domingo el partido en la pista del Pamesa Valencia.
Los valencianos han sido esta temporada la bestia negra de los gerundenses, a quienes derrotaron en Fontajau en la primera vuelta del campeonato y también en Madrid en el partido de cuartos de final de la Copa del Rey: "Ya quisiéramos que a la tercera fuera la vencida y nos tocara ganar" asegura el técnico del Akasvayu Edu Torres, quien considera al Pamesa como un "rival muy complicado" que no les ha ido nada bien.
El partido será especialmente destacado para Federico Kammerichs, que vuelve a la Fuente de San Luis por primera vez, tras haber fichado este pasado verano por el Akasvayu y cerrado un período de tres temporadas en Valencia.
"Fueron tres temporadas en las que dejé buenos amigos y estoy contento con el retorno", aseguró el argentino, que también valoró el partido en el plano deportivo: "La verdad es que no nos fueron muy bien los últimos partidos contra Pamesa Valencia y veremos si podemos cambiar un poquito".
Kammerichs cree que su antiguo equipo tiene "una plantilla muy fuerte, muy completa, y ahora tiene un fichaje nuevo y seguro que va a ser un partido muy complicado", aunque apostó por "seguir la línea de juego" que tienen últimamente.