Madrid, 10 jun. 2004 (EFE).- El Adecco Estudiantes superó el primer órdago del Barcelona en la serie final por el título y se dispone a intentar igualar la eliminatoria en el cuarto partido, que se jugará mañana en Vistalegre, en el que volverá a contar con el apoyo incondicional de la grada.
Con el 2-1 en el marcador, los madrileños ven más posible igualar la final, aunque son conscientes de que el Barcelona será, todavía más si cabe, un rival temible.
Sin apenas tiempo para nada, el cansancio de los jugadores pasa a ocupar un papel preponderante en el que la superioridad física de los azulgrana puede decantar el resultado.
Adecco Estudiantes cuenta a su favor con el aumento de moral que supone la victoria y con que la recuperación de los jugadores siempre es más fácil cuando se gana. Por contra, esa especie de relax que se produce en un equipo cuando consigue el 2-0, ya habrá desaparecido de las filas blaugranas.
Otro apoyo fundamental para los madrileños será el de las gradas de Vistalegre, algo con lo que cuentan seguro. El ambiente vivido en el tercer partido fue espectacular y 15.200 gargantas crearon un ambiente mágico especial que llevó a los jugadores colegiales en volandas hacia el triunfo.
Por lo que a bajas se refiere, Miso volverá a estar ausente en las filas de José Vicente Hernández, entrenador del Adecco Estudiantes, mientras que el resto no tendrá mayores problemas que algún que otro golpe y el cansancio habitual.
"Estoy orgulloso del equipo hoy, pero también por los dos partidos de Barcelona. Estuvimos muy centrados en defensa, muy agresivos, y en ataque también hemos estado acertados. Ahora hay que sacar conclusiones de este partido y esperar que nos recuperemos pronto", comentó el entrenador colegial tras el partido.
Estudiantes necesita jugar al límite, pero al mismo tiempo con mucha cabeza para intentar superar al Barcelona.
"Necesitamos mantener esta velocidad y tener mucha cabeza. La velocidad solo no sirve para nada. El Barcelona ha perdido un partido, pero saben que ganando tienen el título, por lo que el aspecto mental va a ser muy importante", señaló Hernández.
Carlos Jiménez, jugador de Adecco Estudiantes, apuntó las claves de la victoria, para poder repetirlas en el cuarto partido.
"Hemos ganando gracias a la cordura que nos faltó en los dos primeros choques y porque hemos sabido no llegar a un final igualado para evitar otro tipo de circunstancias", dijo.
"El marcador ha sido injusto con nosotros en los dos primeros partidos, porque hemos merecido más. Ya hemos sumado el primer punto y el viernes iremos a por el segundo", concluyó Jiménez.
Los barcelonistas están convencidos de que si son capaces de mejorar su defensa tendrán mucho ganado para llevarse su undécimo título en la ACB, aunque para ello deberán sobreponerse al escenario, la calidad del rival y, también, su propia ansiedad por resolver en el cuarto partido.
Con dieciséis pérdidas de balón y 50 puntos encajados en los dos primeros cuartos del tercer encuentro, el Barcelona pensó que su primer envite en Madrid no sería el más propicio y a pesar de que estuvo cerca de darle la vuelta al partido (66-64), al final no creyó en su suerte.
Está demostrado que al Barcelona, en esta serie final, le va el ritmo frenético. Cuando Juan Carlos Navarro y Vlado Ilievski dirigen las operaciones, el equipo de Pesic rinde al máximo nivel. Si, además, Bodiroga está acertado, los azulgrana son prácticamente imbatibles.
La pretensión de Pesic de dominar el rebote, una asignatura pendiente en el Palau, se ha cumplido en el primer encuentro jugado en Vistalegre, pero la defensa dejó mucho que desear, especialmente en lo referente a Nicola Loncar y Felipe reyes.
Loncar (23 puntos con 4 triples) campó a sus anchas sin que Ilievski esta vez pudiera frenarle, mientras que Reyes (21 puntos y 6 rebotes) puso la directa, arrambló con todo bajos los aros y fue el más destacado del partido. Se aprovechó de las continuas ayudas de los pivotes azulgranas para resolver la situación.
En el lado barcelonista, Pesic dio algo de protagonismo al danés Christian Drejer (8 puntos y 3 rebotes en 12 minutos), un excelente jugador de equipo, gran tirador, buen pasador y reboteador, que no ha explotado todo su potencial en el Barcelona.
Con vistas al cuarto encuentro, además de volver a cargar el juego interior, el Barcelona necesita frenar la ambición de Estudiantes e impedir desde el principio que los de Pepu Hernández crean en la victoria.
Lo imprevisible de su baloncesto y la creatividad de sus jugadores convierten a los del Ramiro de Maeztu en un rival muy complicado y más si son capaces de forzar el quinto partido, un encuentro que, a pesar de disputarse en Barcelona, ya sería una ruleta rusa.