Vitoria, 2 junio 2004 (Efe).- El equipo vitoriano, cuyo baloncesto ha rayado la perfección durante muchos momentos en el presente ejercicio, empañó una temporada brillante con una última actuación horrorosa, sobre todo en un segundo cuarto esperpéntico donde deambuló sobre la pista sin cabeza, como un bloque infantil, y que le condujo a la derrota.
En el momento crucial de la serie ante los madrileños, el cuadro de Dusko Ivanovic fue un grupo desconocido, presa de la ansiedad en ataque y, sobre todo, desangrado por una pusilánime defensa que le incapacitó para plantar cara a los visitantes. Su racial reacción en el tercer cuarto no fue suficiente en esta ocasión.
La habitual sincronización en el juego de ataque dio paso en este ocasión a ataques pastosos que casi siempre desembocaban en triples deslavazados en mala posición o penetraciones estériles a canasta.
Si bien los deméritos locales fueron incuestionables, el Adecco Estudiantes firmó un encuentro antológico donde, salvo en el tercer cuarto, campó a sus anchas con un dominio incontestable para alcanzar su primera final de la Liga ACB.
Con independencia del acierto de su técnico, José Vicente ´Pepu´ Hernández, a la hora de plantear las defensas alternativas, tanto en zona como en individual, el conjunto madrileño forjó su dominio en el perfecto equilibrio entre su juego interior y exterior con unos porcentajes espectaculares.
Felipe Reyes, muy apagado durante toda la serie, fue un torbellino en ataque favorecido por la desidia de los pivotes locales, mientras que Nicola Loncar impartió un magisterio a la hora de anotar desde todas las posiciones, tanto en penetraciones como en tiros lejanos.
El Tau mantuvo la dignidad en el primer cuarto, pero su puesta en escena en el segundo resultó descorazonadora. De inicio, encajó un parcial desfavorable de 0-10 y, con posterioridad, su juego tocó fondo (26-45, m. 18) con un carrusel de errores ante un rival tocado por una varita mágica.
Sin embargo, el panorama varió radicalmente en la segunda mitad. Como ha sucedido en otras ocasiones, el cuadro de Dusko Ivanovic recurrió a la épica, endureció hasta límites insospechados su defensa amparado en la caldera del "Fernando Buesa Arena" y desplegó un baloncesto ´salvaje´.
Los locales, para quienes la fe en el triunfo constituye un quehacer obligatorio en su trabajo, fiaron su suerte al lanzamiento triple, y más con la cuarta falta de Luis Scola en el minuto 26, al talento de Arvydas Macijauskas y a la garra de Andrés Nocioni.
El Tau pareció obrar el milagro (74-72, m. 34), pero ahí emergió la fortaleza mental de su rival para aguantar el tipo y sellar el pase a la final.
Fue tal el desgaste acumulado en las piernas de los anfitriones que llegaron exhaustos y sin fuerzas para afrontar el final. Y es que el conjunto vitoriano prescindió por completo de su juego interior y erró en sus lanzamientos exteriores en un final penoso, teniendo en cuenta su exhibición durante la fase regular.
Pepu Hernández: "La clave fue la defensa"
El preparador del Adecco Estudiantes, José Vicente Hernández, dijo a la conclusión del encuentro de esta noche en el Pabellón ´Fernando Buesa Arena´ que la clave de la gran victoria de su equipo en la pista del Tau Cerámica fue que sus hombres hicieron "muy bien" su trabajo "en defensa", lo que les llevó directamente a la final de la Liga ACB contra el Barcelona.
"El partido lo hemos visto muy intenso, pero realmente nos han salido las cosas muy bien, tal como queríamos de antemano por el carácter de mis jugadores. Ya dije en la previa del encuentro que iba a ser de carácter de jugadores, y así ha sido", explicó ´Pepu´.
Otra de las claves importantes para el logro del triunfo en cancha vitoriana fue que se cogieron "rebotes muy importantes", que luego permitieron "correr con campo abierto" más veces que el Tau, en esa fase del segundo cuarto, al conjunto del Ramiro de Maeztu.
"El Tau intentó meterse en el partido a base de una defensa durísima y de correr contraataques, para hacernos los puntos más o menos rápidos, pero cuando hemos sido capaces otra vez de volver a la calma y de buscar nuestra tranquilidad hemos conseguido lo que queríamos, por lo que estoy feliz y encantado con el trabajo de mis jugadores", concluyó Hernández.
Dusko Ivanovic, preparador montenegrino del Tau, felicitó, de entrada, a su rival de esta noche por haber llegado a la final de la Liga ACB por primera vez.
"Primero hay que felicitar, y lo hago con todo mi corazón, al Adecco Estudiantes porque ha sabido jugar esta eliminatoria con mucha más tranquilidad y con más paciencia que mi equipo, algo que nos ha faltado en los tres encuentros que hemos perdido en la serie, hasta el punto de no merecer estar en la final", resumió el técnico baskonista.
El base ´estudiantil´ Nacho Azofra apuntó, por su parte, que afrontaron este quinto encuentro de la serie semifinal por el título "con confianza en nuestras posibilidades", viendo la forma como habían transcurrido los cuatro anteriores.
"El Tau es un equipo con el que hemos ido atando cabos poco a poco y hemos ido conociéndole mucho mejor, hasta el punto de que hoy hemos dado en el ´clavo´ a la hora de apretarles en sus puntos fuertes y aprovecharnos de sus puntos débiles hasta lograr ganar el choque decisivo", remarcó el base del equipo madrileño.
84 - Tau Cerámica (18+18+30+18): Prigioni (5), Macijauskas (25), Nocioni (19), Scola (10), Andrew Betts (2) -cinco inicial-, Sergi Vidal (-), Calderón (11), Carraretto (2), Splitter (-), Gabini (10) y Brandon Kurtz (-).
97 - Adecco Estudiantes (22+27+19+29): Brewer (7), Loncar (23), Jiménez (8), Felipe Reyes (21), Patterson (6) -cinco inicial-, Jasen (13), Iker Iturbe (11), Azofra (3) y Andrés Miso (7).
Arbitros: Mitjana, Martín Bertrán y Pérez Pizarro. Excluyeron por personales a los locales Splitter (m. 35), Nocioni (m. 36), Scola (m. 38), Macijauskas (m. 39) y Sergi Vidal (m. 40).
Incidencias: Quinto y último partido de la serie semifinal por el título de la Liga ACB, de Baloncesto, disputado en el Pabellón ´Fernando Buesa Arena´ con una asistencia de 9.323 espectadores (lleno total). Presenció el encuentro desde el palco presidencial el seleccionador nacional, Mario Pesquera.