Madrid, 24 Mar. 2018 (EFE).- Los colegiales, desde su eliminación europea, no levantan cabeza y lo que es peor están dando una mala imagen con una defensa poco efectiva y un ataque deslavazado por el "innegociable" tiro de tres.
"El equipo llega con derrotas en la mochila y con rabia tras el último partido porque no estamos encontrando el nivel que teníamos antes. Tenemos ganas de hacer un buen partido, recuperar sensaciones y mostrar el ritmo competitivo que hemos tenido en algún otro momento de la temporada", dijo el entrenador Salva Maldonado en la previa.
El técnico tendrá la duda del serbio Aleksandar Cvetkovic, por una tendinopatía del músculo cuadricipital de su rodilla izquierda, con el resto de jugadores en condiciones óptimas.
En la primera vuelta, el equipo madrileño consiguió la primera victoria de la temporada en Burgos (72-87), después de caer en las tres primeras jornadas de Liga.
Maldonado, al que según el director técnico Willy Villar (renovado por las tres próximas temporadas) pretende el club para la próxima temporada, sigue fiel al triple como base de su juego.
Da igual que el equipo sea el peor lanzador de la larga distancia de la competición y que los aficionados no se compenetren con esa idea de juego y se desesperen en los partidos con los fallos.
"Hay que recuperar el hambre de volver a ganar. Debemos centrarnos en hacer un buen trabajo general, focalizar mucho los temas, sobre todo atrás, en defensa, hemos perdido todas las sensaciones", reconoció Maldonado.
La afición burgalesa volverá a tomar Madrid, se esperan más de un millar de aficionados, y esperan ayudar a su equipo a retomar la senda de la victoria.
La ansiedad de ambos equipos por ganar es grande y puede dificultar más el logro del objetivo.
Después de seis derrotas consecutivas, el San Pablo Burgos viaja a Madrid para enfrentarse mañana al Movistar Estudiantes con el objetivo de romper la mala racha y sumar una victoria que le acerque un poco más hacia la salvación de categoría.
Si bien es cierto que los encuentros anteriores fueron con equipos de la cabeza de la tabla, el entrenador burgalés, Diego Epifanio, no cree que ante Movistar Estudiantes "haya más presión", sino que ésta es "la misma en cada encuentro", por lo que los jugadores y él mismo evitan hablar de "jornadas clave".
Para este partido podrá contar con toda la plantilla salvo con Deividas Gailius, que se recupera de su lesión en la muñeca, aunque algunos jugadores como Álex Barrera y Deon Thompson que por fiebre se han perdido algunos entrenamientos, pero estarán disponibles para ayudar al equipo el domingo.
Respecto a la nueva incorporación, Vlatko Cancar, el entrenador del San Pablo Burgos ha indicado que "se está acoplando muy bien" y asegurado que "está poniendo todo de su parte para adaptarse lo más rápido posible", al igual que John Jenkins, que regresó la semana pasada tras resolver los problemas burocráticos, y que "poco a poco va cogiendo el ritmo competitivo".
El San Pablo Burgos no se parece nada al equipo que se enfrentó al cuadro colegial en la primera vuelta, sino que ha mejorado a nivel defensivo y también sus porcentajes de acierto, aunque Epifanio ha matizado que "ellos tampoco son los mismos" y además de la pareja Cook-Landesberg ha destacado a Goran Suton.
El técnico azulón ha augurado "un partido muy bonito" porque ambos equipos tienen una visión del baloncesto muy similar, en el que no dudan en lanzar de tres en cuanto tienen oportunidad y apuestan por cuidar mucho el balón, aunque ha reconocido que Movistar tiene más calidad a la hora de controlar las pérdidas.
A la ilusión y la ambición por la victoria, el San Pablo Burgos suma a sus armas el millar de aficionados que volverá a viajar a Madrid para vivir en el WiZink Center un nuevo encuentro que promete ser histórico para el club castellanoleonés.