Lugo/Valencia, 22 octubre 2003 (Efe).- El Pamesa Valencia visita mañana al Leche Río, colista de la Liga ACB ante el que tratará de ampliar la racha de tres victorias consecutivas que acumula y con la que ha enderezado su mal inicio de competición.
El equipo gallego sólo ha logrado una victoria en las cinco jornadas que se han disputado hasta el momento y ha perdido los dos encuentros que ha jugado como local, el primero contra el Barcelona y el segundo contra el Unelco Tenerife.
El entrenador del Leche Río, Andreu Casadevall, pidió hoy un voto de confianza, especialmente de los aficionados, así como el máximo apoyo "de todos" para vencer mañana al Pamesa Valencia en el Pazo Universitario (20:45 horas).
El conjunto lucense atraviesa por horas bajas tras la derrota del sábado último ante el Tau y, principalmente, en cancha propia frente al Unelco Tenerife, por lo que necesita imperiosamente los puntos para abandonar el último lugar que actualmente ocupa en la clasificación.
Tanto los técnicos como los jugadores son conscientes de que una nueva derrota podría llevar al conjunto lucense a tener que luchar a brazo partido para escapar de tan delicada situación.
Andreu Casadevall declaró hoy que espera "que nadie agache la cabeza" y pidió un voto de confianza "de todos, especialmente de la afición, para que nos animen en un partido tan complicado".
"El Pamesa -añadió- es uno de los mejores equipos de la liga española y aún lo hace más fuerte el hecho de que hubiera conseguido tres triunfos seguidos, por lo que vendrá a Lugo a aprovecharse de esas circunstancias y del bajón que estamos sufriendo".
Sobre la situación de su plantilla dijo que tiene dudas sobre César Sanmartín, que sufrió un fuerte golpe en el entrenamiento del lunes que obligó a ponerle un collarín, así como de Rubén Garcés, que sigue doliéndose de su pierna izquierda, "aunque espero que ambos puedan estar en el equipo ante tan trascendental encuentro", señaló.
El ala-pívot Ricardo González, que podría ser el sustituto de Rubén Garcés si este no pudiera jugar, dijo que "podemos ganar o no ganar pero que nadie dude de que vamos a pelear los 40 minutos".
Añadió que "lo hemos hecho mal durante algunos partidos de la pasada campaña y hemos sabido salir del bache. Ahora nos toca apretar los dientes y unirnos para pegar fuerte, aunque es verdad que el Pamesa es uno de los mejores equipos y seguro que no nos va a dar ninguna facilidad".
"Pero también estoy seguro de que si hay unión entre afición y jugadores podremos sacar tan complicado partido adelante", concluyó Ricardo González.
Paco Olmos, técnico del conjunto valenciano, ha asegurado que este mal arranque servirá de incentivo para el Leche Río. Además, ha recordado que el Pazo de Deportes de Lugo es una cancha en la que el Pamesa ha perdido los dos últimos encuentros que ha disputado.
En ambos partidos, el principal artífice de la victoria del Leche Río fue un jugador del perímetro gallego, en la temporada 2001-02 fue César Sanmartín con 32 puntos y la pasada campaña el argentino Jorge Racca, con una serie de seis aciertos de siete lanzamientos desde la línea de triple.
Además de vigilar el juego exterior del conjunto que entrena Andreu Casadevall, el Pamesa deberá saber leer las diferentes defensas con las que el técnico catalán suele tratar de cortar el ritmo a sus rivales, una circunstancia sobre la que Olmos ha trabajado con sus jugadores estos días.
El entrenador de equipo valenciano podrá contar con todos sus jugadores para este choque pero los cuatro pívots de la plantilla atraviesan problemas físicos, Fabricio Oberto, una bronquitis, Asier García, un pequeño esguince y Dimos Dikoudis, molestias musculares.
El cuarto integrante del juego interior de los valencianos, el serbio Dejan Tomasevic se encuentra inmerso desde hace unos días en un plan físico personalizado para tratar de mejorar su condición física y, por lo visto el pasado domingo ante el Unelco Tenerife, empieza a dar resultados.
Un triunfo en tierras gallegas asentaría al Pamesa en las primeras posiciones de la clasificación a las que accedió la pasada semana cuando acumuló tres triunfos en siete días.