Redacción, 9 Jun. 2017.- El Real Madrid supo sufrir ante un Valencia Basket peleón para conseguir el triunfo (87-81) y sumar el primer punto del Playoff Final. Los hombres de Pablo Laso necesitaron su versión más coral, con hasta cuatro jugadores decisivos en diferentes momentos y en diversas facetas, para deshacerse de unos taronjas que no se rindieron y se sobrepusieron a las adversidades para luchar de tú a tú contra los blancos en el WiZink Center.
A pesar de que los madrileños llevaron el peso del encuentro durante prácticamente todo el tiempo y estuvieron la mayoría de los minutos liderando en el marcador, el Valencia Basket no se descolgó en ningún momento y mostró una versión luchadora que estuvo muy cerca de darle frutos. De hecho, no fue hasta los últimos segundos cuando el Real Madrid sentenció después de que los taronjas fallaran algunas opciones claras para colocarse a dos puntos.
Sergio Llull fue clave con su juego eléctrico y fue el que decidió en los últimos instantes con una penetración imparable; Rudy Fernández recuperó su mejor versión para catapultar a los suyos con unos 19 puntos muy valiosos e importantes; Felipe Reyes demostró su experiencia en este tipo de partidos y lo hizo casi todo bien en el tiempo en el que estuvo sobre el parqué; y Jeffery Taylor no solo aportó en defensa, sino que también lo hizo en ataque para ser vital en el triunfo blanco.
En el cuadro taronja volvió a brillar un decidido Fernando San Emeterio y Bojan Dubljevic recuperó su mejor versión para acabar liderando a su equipo con 19 puntos y 20 créditos de valoración. También destacó Luke Sikma, que hizo mucho daño en el inicio del encuentro y también en el tercer período, siendo el tercer factor clave de un Valencia Basket que se quedó a las puertas de conquistar Madrid.
El factor Sikma lidera a los taronjas
El Valencia Basket empezó el encuentro cargando el juego interior y fueron Dubljevic y Sikma los que impusieron su físico en la pintura para darle los primeros puntos a su equipo. A ello respondió el Real Madrid abriendo la pista con un triple de un Rudy que en las anteriores eliminatorias de Playoff no se había mostrado acertado en el tiro.
Poco tardó en aparecer en el bando local el referente Llull. Primero anotó una espectacular suspensión hacia atrás, después asistió a Gustavo Ayón y en la siguiente jugada metió un triple para darle al Real Madrid su primera ventaja de la noche en el marcador (10-7).
Si en un bando brilló Llull, en el otro lo hizo el segundo director de juego sobre la pista, Antoine Diot. El base francés lideró a la perfección a su equipo en esos instantes iniciales, con grandes decisiones, y aprovechó la muñeca caliente de Sikma, quien anotó nueve puntos en los primeros siete minutos, para que el Valencia Basket recuperase la diferencia favor (12-16).
Demostrando que no existían ni nervios ni pánico escénico, los taronjas continuaron mostrándose muy cómodos en el parqué bajo la dirección de Diot, colocándose con una ventaja de seis puntos con un inicio prácticamente soñado. Fue Rudy, demostrando que había recuperado la confianza en el tiro, el que cortó la racha valenciana y, con un triple y una penetración, acercó a su conjunto en el luminoso (17-21).
Aún así, y con Diot en el banquillo y los blancos apretando en defensa, los hombres de Laso fueron capaces de tumbar la diferencia que había construido su rival en esos primeros minutos y logró marcharse al final del primer cuarto con empate en el marcador (21-21).
Taylor como invitado sorpresa
Los taronjas abrieron el segundo cuarto con un triple de su capitán, Rafa Martínez, a lo que respondió el otro capitán, Reyes, con una canasta en suspensión. Los dos equipos perdieron la fluidez del primer período y las defensas y los nervios se impusieron a los ataques en unos minutos de pocas canastas y muchas interrupciones.
El Real Madrid asfixió a su rival en defensa y aprovechó la experiencia de Reyes, la superioridad física de Othello Hunter y la amenaza en el tiro de Jaycee Carroll para endosar un parcial de 7-0 y conseguir una máxima ventaja hasta ese momento de cinco puntos. La racha del Real Madrid la frenó Dubljevic, que poco después de volver a pista anotó uno de sus característicos ganchos para darle un pequeño respiro a su equipo.
Las molestias físicas de Guillem Vives provocaron que el juego del Valencia Basket con el base catalán en pista fuese más lento de lo normal. A la que entró de nuevo Diot en el parqué, los valencianos se encontraron más cómodos y recuperaron la fluidez en ataque para volver a recortar las distancias.
Poco a poco, y sin hacer mucho ruido, el Real Madrid fue abriendo hueco con un invitado sorpresa, Taylor. Ni Llull, ni Rudy ni las otras estrellas blancas tuvieron tanto impacto en esos minutos como el alero sueco, que en los minutos que estuvo en pista no solo aportó en defensa, su faceta habitual, sino que también fue decisivo en ataque con sus 10 puntos en la primera parte (43-35).
Cuando parecía que los locales podían escaparse en el marcador fue cuando el Valencia Basket tiró de carácter y orgullo y sacó a relucir sus muñecas para endosar un parcial de 0-8. Primero acertó Martínez desde el 6,75 y después volvió a anotar de tres Dubljevic, esta vez sobre la bocina, para poner el empate en el marcador al final de la primera parte (43-43).
La muñeca de Rudy brilla en Madrid
El Real Madrid empezó de la mejor manera posible la segunda mitad, con un triple de Anthony Randolph y con la aparición estelar de Llull, con dos de sus típicas canastas estratosféricas desde siete metros. El WiZink Center despertó y los blancos amenazaron de nuevo con poner tierra de por medio si la estrella del Real Madrid entraba en trance como ya había hecho anteriormente en el Playoff.
Pero, como en el final de la primera mitad, el Valencia Basket respondió a base de carácter y con un juego colectivo prácticamente perfecto y sin errores. Los taronjas apretaron en defensa y aprovecharon sus contraataques para, con el liderazgo de San Emeterio, apagar ese pequeño incendio que había provocado Llull en muy pocos segundos.
Después del ataque madrileño y del contraataque valenciano, el juego y el ritmo en ambos conjuntos se enloqueció y los errores se encadenaron en un intercambio de fallos y pérdidas. Con mucha velocidad, quizás demasiada, y poco acierto, ninguno de los dos conjuntos consiguió asentarse en el juego ni abrir hueco en el marcador.
Un imparable Rudy, recuperando su mejor versión de la temporada, apareció con ocho puntos consecutivos y el Real Madrid volvió a recuperar su ventaja de cinco puntos (60-55). Y cuando no aparecían ni Llull ni Rudy, Taylor seguía con su buena línea de juego y aprovechaba los fallos de sus compañeros para anotar y para dominar en el rebote, siendo decisivo en su aportación sobre el parqué.
Coincidió de nuevo el peor momento de juego del Valencia Basket con la presencia de un mermado Vives sobre la pista. Los taronjas tuvieron apuros en ataque para encontrar buenas situaciones y esto lo supo aprovechar el Real Madrid para dar un último empujón en ese tercer cuarto y afrontar los 10 últimos minutos con una diferencia a favor de seis tantos (65-59).
Sentencia el de siempre
Un gancho de Dubljevic y dos triples consecutivos, el primero de San Emeterio y el segundo de Will Thomas, echaron abajo toda la ventaja que había conseguido el Real Madrid en el final del tercer cuarto y los taronjas lograron igualar de nuevo el marcador tirando, otra vez, de carácter y sabiendo jugar con paciencia (67-67).
El Valencia Basket siguió con su gran inicio de período y otro acierto desde el 6,75, esta vez de Dubljevic, puso a los valencianos por delante en el luminoso después de unos cuantos minutos nadando a contracorriente. Fue en ese momento cuando el Real Madrid aprovechó los puntos de un Carroll muy bien defendido y hasta ese momento prácticamente desaparecido y de Luka Doncic desde el triple para darle la vuelta otra vez al resultado (74-71).
Carroll asumió los galones en ataque en el bando local, buscando las canastas interiores ya que estaba muy bien vigilado en la línea de 6,75, y le dio un poco de aire a un Real Madrid que se veía superado por la intensidad valenciana. En el cuadro taronja era otra vez San Emeterio, con su experiencia y sus puntos, el que lideraba unos minutos de intercambios de golpes entre ambos conjuntos.
Con el regreso de Llull y Rudy a pista, el Real Madrid recuperó a sus dos mejores jugadores de la noche y ya en la primera acción demostraron que estaban preparando un último empujón con un robo del base menorquín y un dos más uno del alero mallorquín. Con esta acción, el Real Madrid recuperó su ventaja de cinco puntos a falta de tres minutos (83-78).
Los locales estaban intentando desmarcarse en el resultado y aprovecharon los problemas de faltas personales de Diot, con cuatro, para atacar al base francés y sacar provecho de la situación. Con ello, Llull se metió hasta la cocina y completó un parcial de 7-0 a favor de los blancos que provocó el tiempo muerto de Pedro Martínez a falta de 2:24 para el final (85-78).
Cuando más presionaba el WiZink Center y más parecía que el Real Madrid podía dejar prácticamente sentenciado el encuentro, apareció Dubljevic con un triple para cortar la racha blanca y devolver a su equipo en la pelea por la victoria. A la siguiente jugada, y tras fallo madrileño, Joan Sastre tuvo en sus manos apretar aún más el encuentro desde el tiro libre pero falló los dos lanzamientos y el Real Madrid mantuvo su ventaja de cuatro puntos (85-81).
En unos momentos de pocas ideas claras en ataque de los locales, fue esta vez San Emeterio, con un contraataque, quien intentó colocar a los suyos a dos tantos, pero apareció un decisivo Taylor taponando el tiro del alero cántabro y en el otro lado Llull sentenció con una penetración que dejó el 87-81 final en el marcador.